Cd. Victoria.- Los diputados al Congreso del Estado se reunirán el 23 de abril en Bustamante para “homenajear” a Alberto Carrera Torres en la fecha de su natalicio.
Y luego ¿es bueno o es malo? A la inmensa mayoría de los tamaulipecos les importa menos que un comino si se reúnen ahí o en cualquier otro lugar. Para no hace r nada, donde quiera da lo mismo.
Pero no así para los intelectuales y residentes o nativos de allá, que ven la oportunidad de plantear a los flojos (léase diputados) que se cambie el nombre de su municipio, que han venido arrastrando desde hace 172 años.
En no pocas ocasiones se ha planteado cambiar por el de Carrera Torres, para ya no seguir sufriendo el estigma de la traición y la maldad.
¿Qué tiene de malo Bustamante? Dicho municipio fue bautizado en honor de Don Anastacio en el año de 1828, cuando el hombre de Jiquilpan fue Presidente de la República.
¿Pero qué hizo? Nada menos que fue el que ordenó y pagó el asesinato de Don Vicente Guerrero, según los propios datos que arroja la historia del municipio.
En su “currículum”, se dice que mandó apalear a periodistas que lo criticaban; desapareció a no pocos de sus enemigos; se bronqueó y persiguió a los masones; expulsó al embajador de Estados Unidos e hizo otras linduras por ahí.
Hagamos de cuenta que, por nuestra época, un presidente de la República, como Carlos Salinas, ordena en su culto a la personalidad bautizar con su nombre el mayor número de municipios en México.
Pero dentro de 170 años los residentes tendrán otra forma de pensar y pedirán no vivir con el tormento de Salinas.
En fin, cuando los expertos en levantar el dedo se trasladen a aquella región, van a recibir la petición formal por parte de la Asociación de Cronistas de Tamaulipas.
Claro que Don Alberto Carrera tampoco tiene los méritos suficientes, dado que fue fusilado por traicionar a Don Venustiano Carranza y al constitucionalismo, y su reivindicación apenas viene de la época del Gobernador Enrique Cárdenas para acá.
No se puede pedir a los legisladores que recapaciten –porque es lo menos que saben hacer-, pero hay otros nombres que pueden imponer al antiguo Real de los Infantes, como el de Don Emilio Portes Gil; el de Norberto Treviño Zapata, o ya de perdido el de Don Enrique Cárdenas González para completar el círculo, sin olvidar que “La Corcholata” Dueñas también tiene su corazoncito.
Y hablando de legisladores, aprobaron modificaciones a la Constitución para imponer un “tope” a los sueldos de los funcionarios estatales y municipales.
Pero aquellos que acostumbran servirse con la cuchara grande, sobre todo los alcaldes, no deben preocuparse mucho: Será una norma que entrará en vigor hasta el siguiente trienio.
La Ley respectiva, emanada de la Constitución, deberá publicarse en un máximo de 180 días.
El principio general es que nadie deberá ganar más que el Gobernador del Estado, incluyendo compensaciones, sueldos, dietas y todo lo que se le parezca.
En otro tema, mire que un trabajador del estado nos manda correo y señala que Doña Blanca Valles Rodríguez, la jerarca del sindicato, causará serias lesiones en el bolsillo de la burocracia si decide cobrar 30 chuchos por mes a cada socio del SUTSPEyOD por el uso de las instalaciones recreativas ubicadas allá por el fraccionamiento Los Olivos.
Según el dato, en toda la entidad hay alrededor de 12 mil basificados, divididos en tres “secciones”.
Tan solo la sección de “Tres Poderes” tiene cuatro mil agremiados, que en un mes le darían al sindicato la bonita suma de 144 mil del águila, y al año 1.7 melones.
Calculando en números redondos, cada 12 meses los líderes del gremio cobrarían más de cinco milloncillos.
Lo más razonable es, dice la gente, que se cobre a quien utilice las instalaciones, sean burócratas o no, y asunto arreglado.
Y es que puede darse el caso de que alguien pague todo el año pero jamás utilice las instalaciones recreativas, y esto, esto sería muy lamentable.
De los municipios llega información en el sentido de que comenzaron a regresar los regidores y alcaldes que pidieron “licencia” para jugar a otros puestos elección popular.
Los más perjudicados serán los suplentes, que ya habían cobrado su primer quincena.
No le extrañe que también retornará muy pronto el alcalde de Jaumave, Ricardo Quintanilla Leal, después de regresar de felices vacaciones de la Costa Azul en Europa.
Es el único que pidió licencia y se quedó como el chinito: Milando (quería ser candidato a Gobernador por el PRD). Ya lleva dos licencias; en la primera jugó para diputado federal.
Parece que en esta, Diosito no le ha ayudado mucho, como le ayudó para ganarle la alcaldía al demonio José Gudiño Cardiel (apoyaba a Setién).
Este lunes los honores a nuestro Lábaro Patrio, presididos por el Gobernador Eugenio Hernández Flores, se realizarán en lo que es el Laboratorio Ambiental por la antigua carretera a El Mante.
Quienes asisten cada semana, no se explican a qué va el señor Armando Arce Serna, el jefe de deportes, si no entona el Himno, no hace el juramento a nuestro Lábaro Patrio, tampoco el Himno a Tamaulipas y menos se muestra dispuestos a realizar ese tipo de eventos allá en su feudo.
Esto es lo que no hace en apenas unos 20 minutos, que es lo que dura la ceremonia alusiva, porque en todo el sexenio no ha hecho nada de chamba al frente de la dependencia que le encomendaron.
Mejor la dejamos.