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¡Aquí estamos!

7 mayo, 2014
in Editoriales
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¿Equidad por decreto…?

Lic. Francisco Javier Álvarez de la Fuente

[email protected]

Desde que el presidente Enrique Peña Nieto firmó la iniciativa de reforma a la norma electoral para incluir la obligación a los partidos, que hasta ahora establece que deben otorgar el 50% de sus candidaturas a diputados y senadores a las mujeres, aunque eso no necesariamente se traducirá en que ese porcentaje llegue al Congreso.

Actualmente, en la Cámara de Diputados un 37,4% de los 500 asientos son ocupados por mujeres y en el Senado un 34,3% de 128 escaños, porcentajes que sin embargo están por encima del promedio en el continente americano y otras regiones.

El organismo de las Naciones Unidas sobre mujeres señala que para julio de 2013 a nivel mundial sólo un 20,9% de los parlamentarios nacionales eran mujeres. En las Américas ese porcentaje es de 22,8%, mientras en Oriente Medio y África del Norte de 13%, aunque en los países nórdicos alcanza el 42%.

La iniciativa Presidencial partió de reconocer que en nuestro país, históricamente ha existido una marcada discriminación por razón de género, lo que ha impedido a las mujeres el libre ejercicio de sus derechos, entre otros, los políticos, que reconocen la Constitución y diversos instrumentos internacionales de los que el Estado mexicano es parte», señala la propuesta enviada al Congreso para su discusión y en su caso aprobación.

En América Latina sólo algunos países tienen leyes que obligan a los partidos a dar candidaturas a las mujeres.

Panamá es un país donde desde 2012 la ley electoral establece que el 50% de las candidaturas a puestos de elección, no sólo al Congreso, sean mujeres, aunque eso tampoco se ha traducido hasta ahora en que ese porcentaje se refleje en los lugares que ocupan. Ahora, por ejemplo, la Asamblea de 71 escaños sólo tiene seis diputadas.

En Perú, por ejemplo, la ley establece que no menos del 30% de las candidaturas al parlamento sean mujeres. Actualmente de 130 asientos, 27 son mujeres, un poco más del 20%.

En Ecuador está en vigor una norma que dice que debe haber «alternancia» de un hombre y una mujer en las listas de candidatos. Actualmente, el Congreso está encabezado por una presidenta y dos vicepresidentas, por primera ocasión en la historia de ese país.

En Tamaulipas, para las elecciones federales del 2015 y las locales del 2016, el Congreso de Tamaulipas aprobó que en ambos comicios, los partidos políticos deberán registrar como candidatos a cargos de elección popular el 50 por ciento hombres y el 50 por ciento mujeres.

Pero según mi parecer y de muchos otros, este hecho de que por decreto se pretenda dar la equidad de género en los puestos de elección popular, no es sino una muestra más del populismo, que Enrique Peña Nieto y los Gobernadores de los Estados, con la finalidad de lograr mantenerse en el poder, ya que si bien es cierto es necesario que se amplíe la participación de la mujer en los diversos puestos de elección  popular y en otros, esto se lo deben ganar con trabajo partidista y no que los partidos por el solo hecho de ser mujeres les tienen que dar las candidaturas.

Sé muy bien que hay mujeres muy capaces para ocupar esas posiciones y que debería haber muchas más, pero que no destacan por muy diversas razones, que van desde el machismo mal entendido, la falta de oportunidades, el miedo a asumir un compromiso y a aceptar una responsabilidad, dejando que solo unas cuantas sobresalgan y dejando también que solo los hombres destaquen y sean quienes tengan los reflectores, pero ellas sean las del trabajo en el campo electoral, en las colonias, en las secciones.

Ojalá que con esta nueva legislación en donde van a tener que ser consideradas y tomadas en cuenta más mujeres, éstas levanten la mano, no para solo figurar, sino para asumir responsabilidades y ganarse a pulso las posiciones que van a estar en juego en los diversos partidos ya que recodemos que en 2015 serán en Tamaulipas 8 distritos o sea 4 candidaturas propietarias y cuatro suplentes para mujeres y a nivel nacional en total incluyendo las de representación proporcional 500 diputaciones de las cuales 250 propietarias y suplentes serán para mujeres conforme a lo dispuesto por Peña Nieto.

En fin, para ver cómo se dan las cosas y aplaudirlas si se dan bien y criticarlas si se dan mal… ¡Aquí estamos!

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