Cd. Victoria.- Avanza la renovación de los delegados federales acreditados en la entidad, esos que brincaron de un sexenio a otro y tenían ya largos años cobrando tranquilamente.
Lo noticioso es que se van con un estigma de corrupción que poco se había visto, o al menos poco se había publicitado.
Este mismo miércoles se mencionaba que la famosa Rosita Uribe Mora, de Diconsa, fue echada por una cauda de irregularidades que se le detectaron en el manejo administrativo.
Su lugar, o mas bien no su lugar, sino que la oficinas las recibía un profesor de nombre José Angel Pineda Villanueva, diríase que el brazo fuerte de la dama.
Es la misma de los gritos e insultos para con el personal de la empresa, la del despotismo y nepotismo (en su tiempo su yerno como segundo de abordo).
Entre el personal la Distribuidora llegó a decirse que a Rosita le urgía un psiquiátra para resolver tantos problemas que traía (trae) atorados.
En su sistema de señora hacendada, Rosita agregó varias muescas a su látigo al despedir con agresiones a empleados de la dependencia.
Un ejemplo son Dora Alicia Guerrero, Claudio Fernández, Daniel Ostos y otras “calaveritas” que colocó como sus “trofeos”.
La respuesta a la agresión fueron paros del gremio sindical y demandas laborales, en tanto que otros –panistas como ella-, decidieron poner pies en polvorosa e irse a radicar fuera de la capital en espera de mejores tiempos.
Según el dato, Pineda también es panista y tiene antecedentes en el partido desde el 2006, pero no será delegado definitivo.
Ya veremos si se confirma oficialmente la versión de que la doña fue puesta de patitas en la calle.
Como decíamos, los viejos delegado están cayendo manchados por actos de corrupción, como el mismo representante de la SAGRPA, Luis Carlos García Albarrán, quien fue inhabilitado para ejercer chambas oficiales hasta el año 2020.
García fue corrido el 17 de enero del 2010 e inmediatamente presentó demanda por despido injustificado, la cual ha ganado en los tribunales y solo falta que le confirmen su reinstalación.
El Subdelegado de la SEDESOL, Jorge Organista González, enfrenta demandas que bien podrían costarle la cárcel.
Dice el dato que ya tiene una sanción por parte de la Función Pública que viene del 14 de mayo del 2009.
Su misma ex jefa, Lucía Irene Alzaga, estaría hoy bajo investigación por una serie de irregularidades que al final le costarán la chamba.
Mientras tanto, sigue el escándalo de corruptelas que dejó el jovenazo mantense Edgar Vargas Arizavalo, delegado del FONAES.
Pero en lugar de castigarlo y mandarlo a la jaula de los leones, su jefe nacional, Angel Sierra Ramírez, decidió premiarlo, lo ascendió a director y se lo llevó a su lado a la ciudad de México, con lo cual avaló las irregularidades de su protegido.
Así sucesivamente fue despedido Efraín Rodríguez Hernández, delegado de la PROFEPA, luego de largos años de cobrar como tal.
Se menciona –como lo dio a entender el sucesor- que los motivos para ponerlo de patitas fue la complicidad que mantenía con los madereros locales para causar el saqueo de nuestros bosques.
Sergio Meza también fue echado del Tribunal Agrario y su lugar ocupado por Francisco Tamez González con carácter provisional.
Desde hace más renunciaron a Teresa Aguilar Gutiérrez, como representante de la PROFECO, y es fecha que no hay un delegado definitivo.
Tampoco en Liconsa hay un jefe. Fue echado José Felix Flores Stringel y, como no se han dado a conocer los motivos, también se sospecha que fue por cometer acciones de irregularidad.
Todos son panistas. Para ser jefe en cualquier representación se necesita por lo menos ser adherente del PAN.
Y lo malo es que no se ve cárcel para ninguno sino puras “amonestaciones privadas”, o sea llamadas de atención y listo.
El dato es que resultaron peor los azules que los tricolores en eso de aprovecharse de los cargos públicos.
Ahora bien ¿con esas cartas quieren hacer su campaña federal en el 2012? ¿son los antecedentes para convencer a los ciudadanos que deben votar por Acción Nacional? Habrá que ver.
Y si hablamos de azules que están ”en el ajo”, nos informan que en Tula el nuevo jefe de obras del ayuntamiento es nada menos que Oscar Tlatelpa, ex candidato del PAN a la alcaldía hace un trienio.
Pero no es todo lo malo sino que el hombre es el nuevo “prestamista” del ayuntamiento que preside René Lara Cisneros.
Aunque a usted le suene raro, Tlatelpa le presta dinero al municipio al “módico” interés del 20 por ciento mensual.
Los préstamos con particulares se acostumbran mucho en la zona árida cuando los ayuntamientos no tienen el recurso para pagar sueldos.
En otros temas, mire que parece que va en serio (entrevista de la compañera Mary Jaramillo) la intención de Don Enrique de la Garza Ferrer de realizar la mejor labor al frente del área deportiva (Instituto del Deporte) del Gobierno del Estado.
El y Rubén Rivera Rodríguez quieren impulsar el deporte social, tan abandonado en la capital que, que por ejemplo, aquí no existe siquiera una carrera atlética de 21 kilómetros y menos de 42.
Por eso este 19 de febrero el Club Huaratri (Triatlones Huarache) organizan por única vez un maratón completo que culminará en la Hacienda Santa Engracia, a lo cual ya convocaron.
Mejor nos vamos por ahora.