No, no fue la primera vez en la historia de Tamaulipas que un diputado de oposición, Raúl de la Garza Gallegos, del PAN, presidió una sesión (el miércoles) plenaria del Congreso del Estado.
Pero tampoco, como habíamos mencionado y otros lo afirmaban, el legislador Jesús Miguel Treviño Rábago (parmista) dio “respuesta” a un informe del Gobernador Emilio Martínez Manautou.
Lo que “contestó” fue el informe del Presidente del Tribunal de Justicia, como él lo explica, pues había sido nombrado presidente de la directiva por un mes.
Ubicamos en Reynosa al profesor Treviño Rábago y esto fue lo que nos contestó (para que no se vayan a tergiversas hechos históricos).
Estimado amigo: Me da gusto saludarlo.
En la Quincuagésima Primera Legislatura, de la cual formé parte como diputado local, en el primer trienio del Dr. Martínez Manautou (1981-1983), fui el único diputado electo por unanimidad –de votos- como Presidente del Congreso de Tamaulipas.
La renuencia de los priístas fue tremenda, pero al final cedieron y votaron a mi favor.
En el mes de febrero de 1982 que me correspondió ese honor. Contesté el Informe del Presidente del Supremo Tribunal de Justicia en Tamaulipas, Lic. Ascención Maldonado Martínez, y al acto asistió el Gobernador Emilio Martínez Manautou.
En el texto del mensaje hice una referencia política en la cual señalé que, el doctor, merecía nuestro respeto porque no había intervenido en las decisiones que llevaron a la Matanza de Tlatelolco en 1968, y que los únicos responsables eran Gustavo Díaz Ordaz y Luís Echeverría.
Eso motivó una reacción política estatal y nacional impresionante, y toda la prensa, incluidos los grandes diarios del Distrito Federal, le dieron a mis palabras una difusión impresionante y netamente política.
El acto se convirtió prácticamente en una especie reivindicación del Gobernador, que hizo que al final lo acompañara a su despacho con sus principales colaboradores, y diputados, y se hiciera una celebración inusitada.
Para todos fue como una respuesta a un informe de Gobierno y así quedó la impresión en los sectores políticos y de la prensa.
El Gobernador no ocultó su gran satisfacción por mis palabras.
En honor a la verdad histórica, lo que contesté fue el informe anual del Presidente del Supremo Tribunal pero, tal como le comento, se politizó tanto el evento que fue interpretado como respuesta a un Informe del Gobernador.
Ningún otro diputado local de oposición fue electo Presidente del Congreso en esa legislatura.
No estoy muy seguro si ya un periodista de Nuevo Laredo, de apellido Ornelas, también había sido diputado de oposición en una legislatura anterior (creo que todavía vive y escribe en Nuevo Laredo).
Y todavía más atrás un político de Tampico, Fernando San Pedro, ya había sido diputado por el PPS en el Congreso de Tamaulipas.
Nosotros fuimos 4 diputados del PARM y uno del PST.
Reciba mis mejores deseos y mi agradecimiento por su interés en aclarar los hechos que le repito: En el mes de febrero de 1982, siendo diputado del PARM, fui nombrado Presidente del Congreso Local y el informe que contesté fue el del Presidente del STJ de Tamaulipas, Lic. Ascención Maldonado Martínez.
Muchas Gracias. Profr. y Lic. Jesús Miguel Treviño Rábago.
Hasta aquí el comentario del maestro Treviño -que no aclaración-, que le solicitamos el mismo miércoles 17, luego que De la Garza Gallegos asumió la presidencia de la sesión ordinaria del Congreso, ante la ausencia de Ricardo Gamundi Rosas.
Es la verdad histórica como dice Jesús Miguel , y así hay que escribirlo.
Claro, el parmista sabía que su designación fue por instrucciones del propio Gobernador.
En otro tema, mire que este sábado, dentro de los eventos del aniversario de la Revolución, el Gobernador Eugenio Hernández Flores inaugurará el gran edificio de oficinas en el Parque Bicentenario.
Las modernas instalaciones de ese complejo –que incluye palacio legislativo, archivo, centro de convenciones y otras oficinas-, serán el legado de Eugenio para los victorenses de la presente y las nuevas generaciones.
Cada Gobernador quiere dejar en cada ciudad –y más en la suya- algo por lo que se le recuerde en el correr de los años.
A Geño, dentro de cien años, en el tricentenario de la independencia y el bicentenario de la Revolución, seguramente se le recordará en su obra tal y como hoy se recuerda a Don Juan B. Castelló, el autor del monumento a la Independencia en 22 Hidalgo, que se construyó en el primer centenario de nuestra emancipación.
De la torre, ya hemos hecho referencia en género periodístico aparte: Cuantos metros de altura tiene, cuántas líneas telefónicas, subestaciones de energía eléctrica, toneladas de climas, cuántos enchufes de energía eléctrica y hasta el número de focos, de sanitarios.
Será -ya es- emblemático de ciudad Victoria y Tamaulipas por largas generaciones ¿hasta cuándo? No juguemos a alcanzar el destino.
Simplemente, la obra geñista, será el recuerdo del segundo centenario de la Independencia y el primero de la Revolución.