Cd. Victoria.- Pues mire que allá por el municipio de Llera la gente anda con una sonrisa burlona que seguramente le durará el resto del año y tal vez para el siguiente centenario de la Independencia.
Resulta que el alcalde panista Héctor “El Sapo” de la Torre Valenzuela ya tenía todo listo para dar ”el grito” la tarde del 15 de septiembre en la explanada del edificio del municipio, con buena presencia de familias y funcionarios públicos.
Presuntamente el “grito” sería a las ocho de la noche, no mas tarde, por aquello de las indicaciones de preservar la seguridad y que los acarreados tenían que regresar a sus lugares de origen en los ejidos.
Pero de repente, ahí como a las 18:00 horas, el presidente se esfumó y echó en corrida rumbo a ciudad Victoria, dejando abandonada a la gente, a sus colaboradores y a otros invitados estatales y federales.
Ahí en el edificio de la presidencia había preparada una cena, o al menos unos bocadillos, pero ni de eso se acordó el presidente.
La gente no sabe ni por qué corrió y abandonó todo y hasta los dejó sin la “botana”, o los bocadillos y refrescos, porque sus colaboradores recogieron y cerraron todo y cada quien emprendió la huida.
Cuando se supo que El Sapo salió huyendo, la “botana” entre los asistentes fue la propia primera autoridad.
Pero hete que salió fregón el muchacho, porque se vino a un canal de televisión de ciudad Victoria y desde ahí dio “el grito” ondeando la Bandera Mexicana y dando las arengas respectivas.
Dicen que el foro fue montado a la perfección, seguramente para enviar una copia de la grabación a las autoridades estatales y federales.
Los llerenses califican a De la Torre como un alcalde “atípico”. Buscó la alcaldía por seis años y, cuando por fin se le hizo, por las siglas del PAN, no supo que hacer y mejor entregó el manejo del municipio a sus familiares (o los de su esposa).
Pero debió haberle agarrado “sabor al caldo” porque luchó a brazo partido hacia el interior del Partido Acción Nacional, para que la candidata a sucederlo fuera precisamente su mujer Patricia Quintanilla.
Aunque detenta propiedades en Llera, Héctor nunca ha vivido allá y más bien tiene su residencia en en el fraccionamiento Las Flores la capital de Tamaulipas. Es originario de Xicoténcatl y se ignora por qué le gustó Llera para hacer su fortuna.
Tema aparte, mire que los residentes del Corazón de Tamaulipas que tienen vehículos retenidos en los corralones municipales, deben ponerse al tiro porque el señor Díez Gutiérrez, el alcalde, los va a rematar el próximo 30 de septiembre a las once de la mañana.
Si los vehículos fueron retenidos por infracciones o por participar en accidentes, y no fueron liberados, ¡aguas! porque los perderán.
Quien sabe qué tan legal será el remate, porque la convocatoria es firmada solo por el tesorero, Federico González Fernández, y el Segundo Síndico, Luis Enrique Arreola Vidal.
Con este remate, el alcalde Díez pretente llevarse una “pizca” de alrededor de medio melón de pesos, que serán suficientes para pagar una quincena de la nómina de los regidores.
Las unidades están almacenadas en los corralones, según esto en cuatro lotes, y se trata de al menos 600 muebles que no fueron reclamadas por los propietarios.
Variando de tema, el Rector de la UAT, José Ma. Leal Gutiérrez, visitó la construcción de la Biclioteca Central del CU Victoria, la que deberá estar lista y en funcionamiento allá por el primer semestre del 2011.
El edificio de seis niveles, con una extensión de más de ocho mil metros cuadrados, tendrá un costo de 206 millones de pesos, según la información recibida por el titular de la casa de cultura, desde el área de construcción.
Es un viejo proyecto que no se había terminado por la falta de recursos provenientes de la federación.
Antes de irnos, es muy cierto que el alcalde de Tampico, Oscar Pérez Iguanzo, quiere que el Congreso del Estado le autorice un nuevo préstamo, ahora por 60 melones de pesos, para “terminar la administración”.
Pero resulta que el muchacho ya dejó endeudado al municihpio porteño, ¡hasta el año 2040!.
Para entonces seguramente ni el señor Pérez vivirá.
Endeudó a la Comapa con un crédito del Banco Interacciones por la suma de 40 melones de pesos, con una tasa anual promedio interbancaria, más cinco puntos adicionales de interés.
El crédito fue obtenido en marzo del 2010 y se permitió al señor endeudar al municipio y al organismo operador por un lapso de 30 años, algo que jamás se había visto en la historia de Tamaulipas.
Además, el ayuntamiento tiene deudas por 160 melones, que tam bién se pagarán de aquí hasta el 2030, ¿cree usted querido lector que el señor Pérez tiene derecho a pedir otro crédito?.
Por lo pronto, las broncas serán para Malena Peraza Guerra, la siguiente presidenta, que se la pasará pagando deudas de su antecesor.
Nos vamos.