Tula.- En tremenda bronca andan metidos el alcalde tulteco, Saúl Muñoz Vallejo, y su pupilo René Lara Cisneros, el presunto sucesor.
Y es que los muchachos se engolosinaron con la lana –para sus bolsillos y para la precampaña-, y se pusieron a elaborar facturas falsas de la constructora de la familia, llamada TULARA, S.A. de C.V.
Datos aportados por el tesorero Agustín Castillo Treviño hacen saber que la administración de Saúl ha sido un botín que se reparten entre él, Rodolfo Lara Castillo y Juan Andrés Díaz Cruz, estos dos últimos ex alcaldes.
Todas las obras del municipio se las reparten los Lara y Juan Andrés, este a tavés de una presunta empresa denominada Construcción de Marteriales, Renta de Equipo y Construcción en General, que también avienta facturas falsas.
Vamos: Los dueños de Tulara son Rodolfo, Vinicio, René y Martín Lara (más los que se acumulen, que bien podría ser el propio Saúl).
Pero al mismo tiempo, Rodolfo es el Director de Obras Públicas y Servicios Municipales, en tanto que Martín es el jefe de Obras Públicas, o sea, el segundo de su pariente.
Ellos mismos se encargaron de realizar –autocontratarse- las obras con recursos del Fondo de Inversión Social Municpal, que maneja recursos federales.
El pastel de 30 melones de pesillos ya se lo habían repartido, solo que a mediados del 2009 les cayó el demonio, o sea los auditores, y tuvieron que vomitar mugrero.
Se dice que los pagos fueron autorizados por Saúl Muñoz para solventar parte de los gastos de precampaña de René, además de embolsarse algo.
Si durante su campaña (hace casi tres años), a Saúl le decían El Gallo de Tanque Blanco, ahora se le denomina “El Bandido de Taque Blanbco”, por aquello del saqueo de recursos que ha hecho de las arcas públicas.
Tan solo para su comunidad (Tanque Blanco), el muchachón desvió la suma de varios miles de pesillos, que para pavimentación (debieron haberse pagado a su jefe de obras, Lara, para la campaña del sobrino, René Lara).
Todo bien, nadie brinca si se trata de dinero estatal o municipal.
La broca vino cuando los inspectores hicieron auditoría y encontraron que Saúl le autorizó a Juan Andrés el pago de casi 500 mil pesillos por conceptos tan pendejos como: Desayunos, bufeet, renta de salón, sonido, mesas, sillas, manteles, equipo de cómputo, proyectores y etc. etc., todo con dinero de Doña Fede, aunque pagados por el tesorero Castillo.
Pero el proveedor y Saúl se engolosinaron y le metieron a la Tesorería dos facturas falsas por la suma de 375 mil pesillos, como los investigadores lo pudieron confimar en el SAT (Hacienda).
Juan Andrés mas o menos “aseó” el dato, pero no así Rodolfo, René y los Lara en general.
Ellos expidieron seis facturtas apócrifas por la sumna de 943 mnil 600 pesillos por diversos “trabajitos” en mejoramienrto de vivienda.
Las facturas reportadas como malas por el Sistema Integral de Comprobantes Fiscales son las número: 401,404, 405, 406, 407, 411, todas para el municipio tulteco.
Ellos tienen el RFC TCO030210E62.
Tulara fue la culminación de las ambiciones de los Lara por mantener el control político y económico del pueblo.
Según el dato aportado por Castillo Treviño, ellos se dieron de alta en Hacienda en el 2003 y desde entonces están mamando y dando topes del presupuesto tulteco.
Y como dicen que el dinero y lo tonto no se puede ocultar, los progresos se ven en cada uno de los socios del negocito, como son las dos casas nuevas, residencias, que ya estrena Lara Zorrilla, una por la avenida Bustamante y la otra por el rumbo del panteón.
Claro que el proyecto es seguir succionando durante la administración de René Lara Cisneros, si es que gana la alcaldía. Y bueno, si Hacienda los deja, porque ahora tienen a los inspectores revisando cada una de las facturas, porque se sospecha que expidieron muchas falsas.
Otra de las broncas es que las obras no se licitan como dice la Ley, ni se invita a tres proveedores, cuando el monto lo permite. Solo se convoca a Tulara y a Juan Andrés y listo.
Pero además, no se les exigen fianzas ni garantías, y ni siquiera que llenen los documentos respectivos.
A los regidores, a esos los arreglan con cualquier mendrugo: Saúl acaba de autorizar diez apoyos de vivienda, por la suma de 25 mil pesillos cada uno, para los dos regidores del PAN.
Así no hay borlote, y Saúl puede seguir autorentándole al municipio un camión torthon de su propidad, por el que cobra dos mil pesos diarios, y que se utiliza en la recolección de basura.
Y es que Saúl es un genio para hacer negocios, tanto que ya estrena su casa en ciudd Victoria en el exclusivo fraccionamiento Lasalle (frente al colegio educativo del mismo nombre).
Mientras los alcaldes retozan en los presupuestos locales, el presidente de la Comisión de Hacienda del Congreso del Estado, Enrique Blckmore Smer, se anda haciendo wey.
En tema aparte, mire que el doctor Rodolfo Torre estuvo en Matamoros en su segundo día de proselitismo político.
En una Mega Jornada Asistencial del PRI, pronunció algo que será uno de los pilares de su administración: “El que cometa un delito, que se le castigue”.
No hay duda que buscará la aplicación estrica de la Ley, como ya lo había dicho en Tampico al presentar “El Tamaulipas que Todos Queremos”.
-Para eso les propongo encabezar un gobierno humano, sensible… un gobierno cercano que escuche y atienda a los ciudadanos. Un gobierno que coloque a las personas, en el centro de su quehacer político.
Por cierto, el doctor Torre visitará este martes el municipio de Tula, donde habrá un evento a las diez de la mañana…De seguro la gente le dirá algo de la corrupción del alcalde y los Lara.
Y bueno, la dejamos.
P. D.- Saludos para las madrecitas en Su Día. El que tenga que la felicite, el que no, pues no.