Cd. Victoria.- Mire que le dimos una “visitada” a la Auditoría Superior de la Federación, que nos permitió ir entendiendo por qué el ayuntamiento de Victoria se encuentra sin recursos, sin lana, en quiebra total.
Ya decíamos que la Tesorería no puede estar en quiebra si los dineros están presupuestados, etiquetados para cada renglón en el presupuesto de egresos.
La realidad es que las arcas han sido saqueadas por el alcalde Arturo Díez Gutiérrez para “parchar” distracción de dinero federal, y evitar ir a la cárcel.
Esto quiere decir que no pisará bote por la lana federal, pero la puede alcanzar si los regidores presentan denuncia por la distracción fuera de presupuesto, de lana que “desapareció”.
En su portal electrónico, la ASF da a conocer los resultados de una auditoría realizada tan solo en la aplicación de recursos del programa Fondo de Infraestructura Social Municipal, o sea la fuente de las obras públicas que realiza el ayuntamiento, y con la que saluda Díez.
De tres renglones, del programa de obras del 2008, el alcalde tuvo que devolver a la federación alrededor de 15 millones de pesos, que incluyen intereses.
Es más, andan “perdidas” hasta dos computadoras de escritorio y siete impresoras que se compraron con lana federal.
En el 2008 el FISM envió a Victoria un presupuesto de 35.2 melones de pesos para la realización de 89 obras.
La auditoría se hizo sobre 25 de esas obras, de las cuales 22 corresponden a pavimentación.
De esas 22, un total de 16 se efectuaron, no en pavimentación sino en repavimentación de arterias por donde vive el munícipe y sus colaboradores.
En eso se invirtieron 11.7 millones de pesos que, a reclamo de la federación, el alcalde tuvo que reintegrar.
La repavimentación se efectuó a mediados del 2009, y la lana tuvo que regresarla el once de noviembre del 2009, con todo y los intereses, que sumaron 488 mil 700 pesos.
Del total de las obras auditadas, una tercera parte se desviaron.
Pero si de esta lana cuando menos se sabe a dónde fue a invertirse, hay recursos que de plano “desaparecieron”.
Por ejemplo –así lo escriben los auditores-, el 27 de octubre del 2008, el alcalde Díez y su Tesorero firmaron cheques por dos millones 442 mil pesos, que para enviarlo a al programa Hábitat (vivienda).
Pero los auditores ni siquiera encontraron evidencias que esa lana se hubiera invertido en ese renglón, por lo que Díez tuvo que regresar a las arcas federales la lana distraída que se “perdió”.
La lana fue devuelta en septiembre del 2009, más los intereses ¿acaso esto no ameritas cárcel? El demérito en las finanzas públicas se hizo por culpa del presidente y su gente. Pero el Congreso del Estado ni les ha llamado la atención.
Taparon un hoyo pero abrieron otro.
Otro caso más: En noviembre del 2008, el señor presidente distrajo 815 mil pesillos del FISM, que para aplicarlos a “rescate de espacios públicos”.
Esa lana la tuvo que pagar en septiembre del 2009, aunque no los intereses, que debería, debe pagar de su bolsa particular –si se lo exigieran los castrados regidores-.
Tan solo son tres casos en que el alcalde ha tenido que regresar lana más intereses que, por supuesto, debería reintegrar de su bolsa porque han sido deficiencias y errores suyos ¿así manejará su negocio de Práctico Materiales?.
Esos pagos son para no “mascar fierro”, porque la federación no perdona distraer un solo peso ¿qué no estará haciendo con los recursos que son propios y que a nadie le tiene que rendir cuentas?.
Muchas anomalías. Esto apenas es la punta del iceberg, con lo cual comienza a entenderse de por qué el municipio no tiene recursos y debe alrededor de 40 millones de pesos a proveedores, según manifestación de los propios funcionarios del ayuntamiento.
Si la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria se aplicara estrictamente, varios funcionarios de la administración ya estarían en el fresco bote, porque tampoco publicaron la realización de las obras, su ubicación, costos y beneficiarios, en una tarea que le corresponde a Comunicación Social.
Ahora se empieza a comprender por qué el municipio no tiene lana, pero ¿es culpa de los victorenses? ¿de los proveedores?.
Y se empieza a comprender por que la Secretaría de Educación también es un desgarriate.
El señor González Assad ha tenido que devolver millones de pesos distraídos por ejemplo en el pago de personal “comisionado” que debería estar en la chamba.
Tan solo en ese año, 2008, se pagaron tres mil 888 quincenas por la suma de 13.2 millones de pesos a gente que cobró por no hacer nada.
Y los tuvo que regresar el señor Montelongo.
También devolvió (de recursos públicos) casi 18 millones que había distraído en “actividades cívicas”.
Otra lana que se “perdió” fue por la “inflada” de las cifras de la población estudiantil de educación inicial y especial.
El jefe Assad había reportado 19 mil alumnos más, o sea que no se “hallaron” en las aulas.
Pero mejor luego le seguimos porque el espacio se terminó, aunque el tema está bueno.
P. D.- Vaya, vaya, ahora resulta que el CDE del PAN, además de partido, es empresa de noticias periodísticas y tiene “corresponsales”….no la frieguen pela´os, den chamba.