Acostumbrado a hacer entrevistas, él mismo arranca la conversación, se va «acomodando» en las respuestas.
-Arnulfo Mata Huerta, nacido el 18 de julio de 1935 en el ejido Las Pilas, municipio de Jaumave. Llegué a Victoria al Diez y Allende, frente de la Plaza de Los Carreón (ahí estuvo la Cruz Roja).
Y en efecto, tenemos ante nosotros al cronista deportivo (activo) más viejo, de más años en la profesión (que no oficio) en ciudad Victoria.
En los círculos deportivos y de redacción le conoce más como «La Gúera Mata».
Y no le disgusta que le digan así. Al contrario, su nombre de batalla le ha abierto las puertas en muchas partes, le ha dado muchos amigos.
-Pero ¿por qué Güera?, le preguntamos.
Con un tono de sonrisa contesta rápido, como siempre son sus palabras:
-Cuando estábamos en el rancho, un día mi mamá me puso un hábito rojo (de esos para pagar «mandas»), y tenía el pelo largo…Y a mi madre le decían las vecinas: Mira qué bonita güerita!…Entonces ella les contestaba: No, mira, es hombre!, al tiempo que le levantaba el hábito para que confirmaran por sus propios ojos.
Eso fue en Las Pilas y así se le quedó cuando llegó a Victoria. Ha sido para toda la vida.
EL OLOR DE LA TINTA
Mata Huerta supo del primer olor de la tinta en 1955, cuando apenas tenía los 20 de edad, en El heraldo de Ciudad Victoria, de Raúl Aceves Carmona, en 13 y Hidalgo.
-Entré como ayudante general, limpiaba máquinas y todas esas cosas. Luego me invitaron como linotipista, pero no, a mí me gustó más ser cajista y formador (en plomo, el sistema antiguo).
Como le gustaba mucho el deporte, en el mismo edificio se informaba a través de los diarios y revistas especializadas, pues funcionaba el estanquillo «Idolina».
-…Y me dije, algún día tengo qué mantenerme de cronista deportivo.
Por supuesto que lo cumplió, porque de eso vive.
En eso fueron factor decisivo los consejos de Miguel Ramírez Mendiola, mejor conocido como «Ramiritos», quien, aparte de su chamba en Teléfonos, era el responsable de la página deportiva de El Heraldo.
-Me daba consejos y, cuando nos fuimos al 13 y Morelos, ya empecé a escribir…Esto fue como en 1965.
Y de ahí en adelante… La Gúera Mata tiene ya muchos años picando la máquina, informando todos los días a los lectores deportivos de El Diario de Ciudad Victoria, donde sigue.
POR «EL GRAFICO» Y OTROS
Es un tipo de cuerpo macizo, más bien de baja estatura, que se distingue por su corte de pelo «a cepillo» sobre esas canas que ya lo invadieron a casi el ciento por ciento.
Y sigue su historia en el medio periodístico.
El Heraldo cerró en 1974 y, por invitación de su amigo Teodoro Abundis Sánchez, ingresó por primera vez a El Diario, «pues ya tenía conocimiento de la crónica deportiva».
Más tarde se fue a EL GRAFICO de Don Guadalupe Díaz Jr., en 16 y Morelos, donde el jefe inmediato era Don Félix Acuña Caballero, «de quien recibí buenos consejos».
Luego se iría con Manuel M. Flores al diario El Tamaulipeco, en el Dos Hidalgo, hasta que en el 75´ retornó a El Diario.
-Ya me llegó la jubilación pero no quise.
Y le preguntamos.
-¿Qué se necesita para ser cronista deportivo?
-Primero, el gusto por trasmitir a los aficionados al deporte las hazañas que se suscitan en el campo de juego. Que le guste la profesión y conocer las reglas deportivas.
-¿Ha escrito de todo?
-Sí, pero mi especialidad es más que nada el béisbol y el sóftbol.
-Entonces ¿el cronista debe conocer de todos los deportes?
-Sí, porque hay jugadas que se hacen y debe presentar una nota correcta. Debe hacer que el aficionado «esté viendo el partido».
Sobre esto agrega algo más: Que el cronista haga crítica constructiva, «que no haga daño moral porque hoy hasta los niños leen los periódicos».
«COMO UNA FOTOGRAFIA»
A lo mejor, usted amable lector, ya conoce a La Gúera Mata, lo ha visto por esas calles de Dios porque siempre, toda su vida, anda montado en una bicicleta.
-Nunca me dio por manejar automóvil, siempre en bicicleta de carreras. Además me mantiene físicamente.
Está casado con Heladia Aguilar Muñiz, tuvieron una hija y ahora son varios los nietos.
-Ella me ha apoyado en todo, sin ella hubiera sido muy difícil salir adelante, cumplir.
-En Victoria ¿hay buenos cronistas deportivos?
-Ahorita sí, ya hay muchos, porque está una carrera universitaria, y qué bueno que así sea porque se necesita en la localidad, hay muchos medios. Antes solo eran El Heraldo y El Diario.
Los buenos cronistas, indica, deben presentar un encuentro deportivo, ante los lectores, como si se tratara de una fotografía.
La Gúera tiene muchos reconocimientos, uno de ellos de la Comisión Nacional del Deporte para los reporteros más antiguos. Por Victoria concurrió además Gilberto Ruiz Sandoval.
Una sección deportiva de la Villa Olímpica se llama «Arnulfo Mata Huerta».
RECLAMOS COMO CUALQUIERA
Aparte de ser promotor deportivo, principalmente de béis y sófbol, Mata gusta por la música, escucha radio en su casa.
-¿De qué tipo?.
-Norteña y contry.
-¿Vacaciones?
-De acuerdo con la Ley sí, pero casi no me gusta disfrutarlas, me quedo a trabajar.
-¿Satisfacciones?
-Muchas. Primero dar gracias a Dios por permitirme desarrollar esta actividad, porque yo no tuve estudios académicos, aprendí viendo a los demás periodistas. No tuve dinero para ir a la secundaria, a la industrial.
-¿Reclamos por su actividad informativa?
-Sí, como todos, pero no pasa de un reclamo, cuando el periodista se deja llevar por rumores mal fundados. A veces caemos en el garlito de los que quieren dañar.
-La crónica deportiva ¿da para comer?
-Sí, siempre y cuando el que escriba muestre un buen comportamiento moral.
-¿Que no ande centaveando?
-Exacto, que no ande pidiendo.
-¿Es ingrata esta profesión?
-No, si tu la llevas bien, si haces el trabajo con gusto, no sientes cansancio.
-Si en usted estuviera ¿volvería a ser reportero deportivo?
-Claro!, como no!.
Y en ese cansancio al que se refiere La Gúera Mata, está el ir de campo en campo, con los calores caniculares o fríos, en una bicicleta.
Tal vez, ahora que usted sabe eso, tendrá la respuesta de por qué le dicen La Gúera Mata, si no es güero, si no moreno.
Lo que pasa es que los soles queman.