Cd. Victoria.- Para los partidos políticos, un proceso eleccionario es una pachanga, un botín para hacerse de recursos y beneficiar a sus amigos.
Vamos a decir que cada partido es un negocio, una empresa. Los dirigentes se creen los reyes y, por quítame estas pajas, o “mirar feo”, desheredan a cualquier mortal.
Para ellos, cada proceso es un auténtico botín.
No es nuevo el hecho que, el dirigente del PRD en Reynosa, le acaba de quitar la candidatura al editor Joaquín Olea Vázquez, de la revista Polítikón, alegando que realiza propaganda a favor de los panistas.
Hay tanto mugrero entre los dirigentes de los partidos que, por ejemplo, en el 2001, en el proceso eleccionario local, el dirigente estatal del Partido Alianza Social, Francisco Javier Alvarez de la Fuente, se hizo postular como candidato a diputado plurinominal, pero a la vez (en segundo lugar) a su esposa María Concepción Garza Cano, y a su cuñada Eliza Garza Cano.
Por largos años la familia estuvo usufructuando con impunidad los recursos destinados al PDM en Tamaulipas, partido por el cual llegó a ser diputado federal.
En el presente proceso, cuando falta mes y medio para los comicios, los partidos políticos ya hicieron 169 sustituciones de representantes partidistas ante las casillas electorales.
De tal sustitución, 22 han sido bajas definitivas.
Y esto es cuando todavía no se registran los candidatos ni comienzan las campañas electorales ¿qué sucederá más adelante?.
Un dato nos dice que, en el proceso eleccionario del 2004, ya registrados ante el IEETAM, fueron sustituidos: Un candidato propietario a diputado plurinominal (Pablo Cantú Hinojosa, del PAN); seis a diputados de mayoría, propietarios y suplentes, y 36 aspirantes a regidores, propietarios y suplentes.
Todo estaría bien si las renuncias fueran por muerte o enfermedad, pero no, es producto de la conveniencia económica de los dirigentes y quienes pretenden ser candidatos.
En ese año por ejemplo, Pablo Cantú Hinojosa iba como candidato a diputado plurinominal en el lugar 13, sin necesidad de hacer campaña ¿por qué renunció?.
En ese año, el mayor número de sustituciones lo hizo la coalición Unidos por Tamaulipas, PRD-PT, con dos diputados de mayoría inclusive y dos suplentes.
El PRI hace pocos reemplazos, pero en el 2004 removió de la candidatura al décimo regidor por Río Bravo, Erika Torres Acosta.
Decía el maestro del periodismo, Don Guadalupe Díaz Jr. que ningún funcionario de elección tiene asegurada la chamba hasta que cobra la primera quincena.
Sustituir candidatos está permitido, inclusive cuando sus nombres ya están en las boletas electorales, hasta un mes antes de los comicios.
A ciertos dirigentes se les hace bolas el engrudo, y vemos que, en las elecciones del 2007, el PRI ya tenía registrada como candidata a diputada por el XII distrito (González) a Doña Romana Flores Rivera, esposa del temible Juan Genaro de la Portilla.
De la noche a la mañana, la señora fue sustituida por Pedro Carrillo Estrada, quien era el suplente de Romana.
Pero a la vez el PRI, en Coalición con Nueva Alianza, llevaba como suplente por la alcaldía a Pedro Carrillo Estrada y lo sustituyó por Delia Calles Badillo.
En ese miso proceso, los partidos y coaliciones hicieron seis sustituciones de mayoría relativa; cinco de representación proporcional; seis presidentes municipales, cuatro síndicos y 27 regidores.
No hay duda que cada proceso es un botín.
Este jueves se reunió el Instituto Electoral, donde el consejero Gerardo Carmona dio a conocer la sustitución de representantes partidistas ante las casillas ¿Cuántos se irán a dar en las planillas de ayuntamientos y diputaciones? Seguramente ahora serán cientos, más que en el 2007 cuando llegaron a 52 los indeseables.
Y bueno, la noticia de la reunión del instituto es que se permitirá que voten los portadores de credenciales terminadas en el 03, o se que tenían vigencia hasta el 2003.
Asistieron representantes de instituciones como la Coparmex, Canaco y el Colegio de Contadores, invitados para que conozcan cómo funcionan las sesiones del IETAM.
Ahí mismo, Carmona dio a conocer que no es tan crítico el asunto ese de que la gente no quiere aceptar los cargos de funcionarios de casilla.
Según su dato, hay una cobertura del 97.91 por ciento de las casillas que se instalarán el cuatro de julio. El resto será pan comido.
Otra consejera, Concepción Elizondo, también “rindió” un informe, pero en el mismo expuso que llevó agua, refrescos y café a las sesiones del IETAM.
Por otra parte, mire que siempre no, el PAN no dio a conocer en los primeros días de la semana las candidaturas que le faltan por las alcaldías, como es el caso de Victoria.
Lo cierto es que en varios lugares, como Matamoros, se están dando decenas de deserciones de las filas azules para ingresar a las del PRD, como es el caso del ex diputado Enrique Dueñas Pérez.
Pero en Victoria, el grupo (de docena y media) de expulsados del PAN por el “jefe” Garza de Coss, liderados por Julio Meade Perales, en lugar de irse con los amarillos se unieron a Ricardo Rosales Villavicencio, quien al parecer será el candidato por el Corazón de Tamaulipas.
Nos vamos.