La historia la cuentan los historiadores.
-¿Con qué derecho se mete a mi habitación?
-Con el mismo que usted me ataca ¡Y vengo a matarlo!.
Y le dio un tiro en la cabeza.
Esto habría ocurrido en el cuarto No. 208 del hotel Sierra Gorda, precisamente el 31 de marzo de 1947.
El escueto diálogo entre dos hombres: Vicente Villasana González, el periodista asesinado, y Julio R. Osuna.
Villasana era el director de El Mundo de Tampico y su asesino el director general de Policía y Tránsito del estado.
Así lo manifiesta Ciro R. de la Garza en su obra «Tamaulipas, Apuntes Históricos», cuya edición data de1956.
Osuna andaba borracho -«eufórico», como dice el autor-, y para cometer el asesinato, primero llamó a la puerta haciéndose pasar como personal de servidumbre que llevaba unas toallas.
Pero como no le habían pedido nada, no se le abrió la puerta.
Entonces, Osuna fue con el elevadorista y le exigió la llave «maestra» para poder entrar a la habitación, como lo hizo.
Nadie le podía negar algo, era el titular de policía en Tamaulipas.
Después de cometido el homicidio, el jefe policíaco se fue a la casa del Gobernador, quien era inyectado en esos momentos por el doctor Carlos Canales, y le contó lo sucedido.
El Gobernador Hugo Pedro González no hizo nada por detenerlo.
Acto seguido, Osuna concurrió todavía al hospital civil para confirmar que Villasana estuviera muerto.
Más tarde se dirigió a su rancho La Diana, y no fue sino hasta tres días después cuando se presentó con el nuevo jefe de policía, Tomás Reséndez, a quien entregó el arma homicida.
Fue el principio de los sucesos que cambiaron la historia de nuestra entidad…
Para el nueve de abril, del mismo año, habían desaparecido los poderes de Tamaulipas.
Es la primera vez que se da dado tal hecho, pues antes hubo «desconocimientos» y luchas armadas, pero no decretos.
Son los hechos que cambiaron la historia de Tamaulipas de la noche a la mañana.
DESNUDOS EN LA CAMA
Don Ciro R. de la Garza, no menciona en sus obras a una misteriosa mujer que presuntamente vino con Villasana a ciudad Victoria, desde Tampico.
El Director de El Mundo estaba aquí por una cita en la Junta de Conciliación, por un problema laboral de sus trabajadores.
Según José Angel Solorio Martínez, en su obra «Grupos de Gobierno, Tamaulipas 1919-1992)», el señor Villasana llegó acompañado de una mujer, una profesora.
«Luego de su registro en el hotel, caminando, siempre con la dama a un lado, se dirigió a comer al restaurante Florida; minutos más tarde regresó de igual forma», establece.
La dama era una profesora de primaria en el puerto, de nombre Hortensia de la Torre.
Dice el autor Solorio:
-Abrió la puerta (Osuna) con la llave de la administración y encontró al Director de El Mundo y a la profesora, desnudos sobre la cama. Disparó sobre Villasana. Osuna tenía muchos años de policía y sabía de armas y de balas: No falló; no podía fallar.
El Diario La Tribuna, de Tampico, en un extenso reportaje, dio a conocer datos que a su juicio explicaban el hecho: Aseguró que la profesora que acompañaba a Villasana en Ciudad Victoria, «había tenido y tenía relaciones con Julio Osuna, y daba pruebas que propalaban su hipótesis», dice Solorio.
El fiscal investigador, nunca ahondó en las presunciones de que fue un crimen pasional.
Tampoco se pudo confirmar, nunca, que el Gobernador haya ordenado el homicidio.
VILLASANA ERA NAZISTA
Establece De la Garza, que Osuna había comenzado a tomar en una comida que ofreció Benjamín López, en su casa, que era el jefe del Departamento del Trabajo, a donde también asistió el Gobernador y el Secretario General, Tristán Canales.
El propio gobernador depuesto, Hugo Pedro González, establece en uno de sus libros intitulado «Portesgilismo y Alemanismo en Tamaulipas», lo siguiente.
«… El editor (Villasana, obviamente) era muy materializado, debe haber recibido algunas sumas para seguir agitando en el papel».
Y es que, por esa época, El Mundo mantenía una intensa «campaña» de desprestigio en contra del gobierno del último de los portesgilistas.
Acusaba por ejemplo, que un hermano suyo, abogado de Nuevo Laredo, defendía a un traficante, y que seguramente era parte (el Gobernador) del negocio.
Dice Pedro González del periodista:
-Había sido un furibundo germanófilo (se decía que la maquinaria de su periódico había sido regalo de Hitler), y era el motivo para que no contara con grandes simpatías entre sus colegas.
Y hay otro dato interesante que nos dice De la Garza, sobre el posible homicidio:
-Aunque Villasana había derivado hacia Acción Nacional, no fue su postura política la causa de su muerte, sino que antes había atacado a Osuna durante su actuación como jefe de policía en Tampico y Nuevo Laredo.
En otras palabras, el periodista era panista, nazista, y también franquista, como lo dice el propio ex Gobernador en una de sus obras.
Villasana recibió un lugar preponderante en la Falange Española.
CAYO A LOS 38 AÑOS
Hugo Pedro González dejó el poder a los 38 años.
Había llegado a la gubernatura el cinco de febrero de 1945, y lo dejó el nueve de enero de 1947. Tal vez ha sido el gobernador más joven de Tamaulipas; llegó a los 36.
Era el último reducto del portesgilismo.
En su obra «Historia de Tamaulipas», Juan Fidel Zorrilla manifiesta:
-La desaparición de poderes decretada, discutible a la luz de nuestro Derecho Constitucional, dio lugar al nombramiento del General Raúl Gárate Legleu como gobernador interno, para el efecto de convocar a elecciones, lo que no hizo, pues el Congreso Local, en una resolución anticonstitucional, lo designó gobernador substituto y cubrió a Gárate el resto del periodo hasta 1951.
Sobre los hechos hay mucha literatura.
Por ejemplo, obras del abogado Juan Guerrero Villarreal, quien fue el Secretario General de Gobierno de Gárate.
Inclusive, Guerrero fue gobernador interino en lugar de aquél, entre el 16 y el 25 de agosto de 1950.
PORTES MATO AL PADRE DE ALEMAN
Juan Guerrero dice que Hugo «fue víctima de las circunstancias y viraje de la política nacional».
Pero hay otro dato interesante del protagonista Hugo Pedro González, ahora en otra de sus obras, «Un Mucho de mi Vida y un Poco de Política».
Analiza las posibles causas de la venganza de Miguel Alemán Valdez, el presidente, en su contra.
El hecho es que, cuando Portes Gil era Presidente de México, en 1929, ordenó, o «felicitó» a quienes fusilaron al ex General Miguel Alemán, en Veracruz, «por traidor» (padre de Alemán el presidente).
Hasta su muerte, Hugo Pedro siempre acusó que fue venganza de Alemán, aunque el presidente en alguna ocasión le dijo que lo destituyó «para tener buena prensa».
Son hechos que no se podrán analizar en esta colaboración.
Reitera Hugo Pedro González.
-Acepto también que entonces me dolió profundamente mi separación constitucional del gobierno.
Acababa de cumplir los 38.
Más tarde Alemán lo hizo titular de Almacenes Nacionales de Depósito. Luego sería embajador en varios países.
La historia completa no está escrita. La viuda contrajo nupcias inmediatamente después de la muerte del director, con un argentino -con el que al parecer ya tenía una relación sentimental-, quien se hizo propietario del medio impreso y creó otros por el centro del país.
Pero esa, esa claro que es otra historia
como puedo obtener el libro del señor de los Reyes
En Matamoros se ha estado presentando una obra buenísima que data y narra estos hechos, la recomiendo ampliamente si llegan a tener oportunidad de verla, si la vuelven a poner en escena… Se llama «El gruñido del cerdo».
EN LA LIBRERÍA «OCHOA». GRACIAS POR SU INTERÉS.
Que tal, supe que presentó recientemente el libro en SLP, donde podría conseguirlo en esa ciudad, gracias
HISTORIA DE DOS CRÍMENES, que presentaré en el Club de Periodistas de México, A.C. el miércoles 12 de mayo de 2010, es la historia escrita de aquel asesinato. Posteriormente lo presentaré en Tamaulipas.