Victoria, Tam.- La Ley dice que es «uno por uno», se corta un árbol y se siembra otro. Pero aquí es letra muerta.
-Solo sus propiedades las tiene bien cuidadas, dice un funcionario de SEMARNAT.
El señor es experto en fabricar desiertos, tumbar árboles no solo en Tamaulipas sino en Nuevo León y quién sabe dónde más.
Hoy, ilegalmente sustrae madera del llamado Cañón de la Peregrina en el municipio de Victoria, declarado por acuerdo del Gobernador Manuel Cavazos Lerma (periódico oficial 19 noviembre de 1997) como área natural sujeta a protección especial por haber plantas y animales en peligro de extinción.
Sin embargo, pese a que han transcurrido ya varios años desde que se le declaró la «protección», las autoridades permiten que se sigan tumbando árboles.
Se trata del señor Carlos Díez (Coleman) Gutiérrez, el depredador de árboles, el que puede dejar a ciudad Victoria sin agua, sin flora y sin fauna por talar en la cuenca alta de los ríos San Marcos y San Felipe.
-Ya los hemos multado, lo seguimos multando, indica el delegado de la Procuraduría Federal de Protección del Ambiente.
No se sabe cuanta madera tiene autorizado a cortar, pero en Victoria lo hace en varios frentes por el cañón de La Peregrina y en el llamado Puerto de Arrazolo, donde todos los días, principalmente en la noche, bajan camiones con cientos de metros en rollo.
La depredación de árboles no termina. El señor Díez Gutiérrez se dice dueño de las plantas, como lo manifestó en fecha reciente en reunión de cabildo.
LA “HERENCIA” DE CORTAR ARBOLES
Proveniente de una familia porfirista de San Luis Potosí, Carlos Díez ya no pide permisos forestales o hace trámites a su nombre, sino de sus hijos.
Es por eso que, la PROFEPA, tiene multas y procesos a nombre de Arturo, SeRgio Alejandro o Carlos Díez Navarro (en la práctica se imponen los apellidos Díez Gutiérrez), quienes aparecen como socios de la maderera El Roble.
Aunque la Procuraduría ha realizado 230 inspecciones en lo que va del año, la realidad es que los talamontes son los Díez y nadie más. Hay ejidos de Güémes y Hidalgo que no tienen los elementos para desforestar.
Es por eso que el delegado de la dependencia pide que la voz popular haga las denuncias, aún en contra de los Díez Gutiérrez.
Los permisos no los otorga la dependencia, sino la SEMARNAT, y existe la sospecha de que con un documento se sustraen dos, tres y hasta más veces madera de la autorizada; mientras los inspectores forestales no hagan una supervisión, «puede ser posible» como lo acepta el .
EN PELIGRO DE EXTINCION
En el 2003 se firmó el convenio estado-municipio para la conservación del área protegida «Altas Cumbres», pero nadie ha intervenido con energía.
Siguen los cortes de madera y la reserva ecológica está en peligro.
Allí se dan 154 especies animales, de las cuales 45 son mamíferos, 99 de aves, seis de reptiles y cuatro anfibios.
Pero lo más grave es que, si se sigue talando, podrían desaparecer para siempre especies en peligro de extinción, como el jaguar, el ocelote, gato rabón, loro cabeza amarilla (y roja), carpintero dorado, rana leopardo.
Además, están las áreas litológicas y de fósiles que son únicas en México y el mundo, con antigúedad de hasta mil 500 millones de años, que no se están cuidando debidamente.
El acuerdo de 1997 señalaba la necesidad de «tomar medidas para su protección», pero nadie las ha tomado.
También hay plantas en peligro de desaparecer, como el chamal, la palmilla chamaedora radicalis, el palito y otras cactáceas, «así como de algunas de interés comercial, de las cuales se ha hecho un uso irracional que hace URGENTE, tomar medidas para su protección», como señal el documento publicado en el periódico oficial.
Además, en el Cañón Del Calamaco, se han encontrado tres nuevas especies de moluscos que no se conocían, «por lo que es imperativo la conservación de esta área». Ello, además de las 22 especies que ya se conocían.
Pero la tala sigue en la Sierra Madre, sobre la cuenca alta de los ríos San Felipe y San Marcos, y en las sierras El Filo y La Melera, aun y cuando exista una superficie protegida de más de 30 mil hectáreas.
El decreto prohíbe estrictamente el establecimiento de asentamientos humanos y la tala de bosques, pues además, de ahí se extraen hasta mil litros de agua por segundo que llegan a ciudad Victoria en la red potable.
ES UN ROBO: SEMARNAT
El artículo noveno del decreto de área protegida indica que las sanciones a aquellas personas que cometan violaciones, se sujetarán a lo dispuesto por la Ley Estatal del Equilibrio Ecológico y Protección del Ambiente, así como al código penal. Los depredadores de la naturaleza, pues, no solo ameritan sanciones sino cárcel.
Mientras tanto el peligro de que la Sierra Madre se desertifique sigue latente, mientras la SEMARNAT siga permitiendo que se talen sus bosques, aun y cuando se prohíbe en el acuerdo gubernamental respectivo.
La parte cuarta del acuerdo, referente a Zona de Protección de Flora, Fauna, Cauces y Arroyos especifica.
-Queda prohibida cualquier actividad que altere sus características fisicoquímicas, patrón de drenaje, cauce y volumen, teniendo también como propósito proteger su flora y fauna acuática.
Pero eso parece poco interesarle al depredador, quien corta un árbol pero no siembra otro, a no ser que sea en parte de su rancho El Molino.