LA RAZON Y LUCHA DE “LUPE” ARCOS
Por: Felipe Martínez Chávez
Llera.- El diálogo se da a principios de 1981 en el despacho del Gobernador Emilio Martínez Manautou, en ciudad Victoria.
-¡Eres un maricón!
-No me digas así ¿por qué soy maricón? –respondió el Gobernador-.
-Quedamos en que me ibas a dar la Oficina Fiscal, la Agencia del Ministerio Público y…
-Espérame, espérame… Señorita, comuníqueme con el Procurador y el Tesorero…
Y asunto arreglado, los nombramientos se otorgaron. Así era la forma práctica en que Guadalupe Arcos Acuña, líder de Llera, hacía las negociaciones políticas con gente del poder.
Fue el último gran luchador social en Tamaulipas, pero las autoridades lo tienen olvidado. Inclusive un alcalde, Mauro Camarillo Velázquez, mandó quitar de la plaza principal una placa metálica que recordaba la lucha cívica de 1947, del 12 de marzo, en que fue tomada la Presidencia Municipal para echar al alcalde tirano, que ya nunca regresó ni siquiera a Llera.
La historia reciente de Llera no podría escribirse sin mencionar a «Lupe Arcos», como le decían todos.
Jamás hizo dinero ni ambicionó ser presidente municipal. Apenas llegó a síndico, en sus comienzos de la política, allá por 1933, cuando era Gobernador el doctor Villarreal y alcalde Raúl Balboa.
-Después ya no quiso nada, dice uno de sus grandes amigos y seguidores, Cornelio Echavarría Quiroz.
Arcos nació el 12 de diciembre de 1909 en San Isidro y falleció el 20 de noviembre de 1992. Siempre vivió en el ejido San Juan, aproximadamente a seis kilómetros de la cabecera municipal, donde se reunía la gente a hablar de política o pedirle apoyos.
CONTRA CACICAZGO DE PORTES
Líder nato, Lupe se opuso siempre al cacicazgo de Emilio Portes Gil, quien fue el jefe máximo en Tamaulipas por espacio de más de 20 años, además de él mismo dos veces Gobernador, una interino y la otra constitucional.
En realidad, el Grupo Cívico «Francisco Villa», como lo bautizaron, siempre estuvo enfrentado con el gobierno del estado y sus alcaldes.
-Solo estuvimos con Gárate, Balboa y Ravizé, y con Terán, pero nos falló, dice Cornelio.
Tampoco fueron buenas las relaciones con Enrique Cárdenas González, por lo siguiente:
Enrique llegó como candidato a senador y pretendía hacer un evento en el ejido Pedro J. Méndez, y Arcos era el líder local del PRI, a lo que le indica a quien luego sería Gobernador.
-No´mbre cabrón, aquí lo vamos a hacer, en la cabecera, como vas a disponer que se haga en el ejido si aquí nosotros somos los que mandamos.
Recuerda Echavarría: «De ahí, como que ya no se llevaron bien, aunque sí se hablaban. Además, Lupe le dijo que él apoyaba a Filiberto Bernal Mares para la gubernatura».
En el sexenio de Balboa, Lupe fue el Jefe de Casetas Fiscales, único cargo que aceptó en el gobierno, y ayudó a muchos paisanos. Al menos ingresaron 50 llerenses al gobierno, y algunos de ellos ahí siguen.
Y, aunque no figuró como autoridad municipal, siempre fue el jefe del grupo político de aguerridos, bragados como ellos solos.
Así se recuerda que, desde la caída del portesgilismo en 1947, hubo hegemonía con alcaldes como Octaviano Carreón, Andrés Mendoza, Heladio Castro (coronel), Manuel Gutiérrez Garza, y luego en la época de estabilidad, Teodoro Sierra y hasta Lalo Maldonado, José Gutiérrez, René Olvera, Carlos Flores Sánchez.
En los tiempos de Treviño Zapata sufrieron la represión de las armas y la cárcel.
CAYERON POR LA LUCHA SOCIAL
José Guadalupe Arcos Cavazos, hijo de Lupe, señala que su padre fue un luchador aguerrido.
-Desde que estuve pequeño la percepción que tenía, lo que veía en la casa, es que asistía gente de diferentes estratos, con problemas, que el hijo, que el padre en la cárcel. Llegaba gente de todo tipo con muy diversos problemas. Mi padre tenía influencias y relación, acceso con el mismo Gobernador del Estado.
Expresa: «A lo mejor no me queda decirlo, pero considero que no ha habido un luchador de esas características aquí en Llera, y que rebasó las fronteras del municipio».
La actividad política de Lupe se remonta a muchos años atrás, cuando en 1926, bastante joven, participó con un grupo de llerenses que echaron en corrida a los diputados locales que pretendían reunirse para desaforar al Gobernador Portes.
Luego, el coronel Heladio Castro, que era diputado local, llegaría como alcalde (murió ahogado en su caballo en el río Guayalejo).
Siempre en la oposición, llegó un momento en que Lupe y su gente andaban huyendo en la sierra por las represalias de Hugo Pedro González Lugo.
Pero la suerte también andaba con el grupo.
El 12 de marzo de 1947 tomaron la presidencia municipal.
Por entonces no encarcelaron a Arcos, pero sí a Eusebio Ruiz y Guadalupe Villarreal.
El 31 de marzo el jefe de policía, Julio Osuna, mató al periodista Vicente Villasana y, para el nueve de abril, el Congreso de la Unión desapareció los poderes del estado y cayó el gobernador González Lugo, de corte gilista.
Los presos de Llera salieron inmediatamente en libertad.
Pero luego vendrían otras luchas. En 1958 hubo dos alcaldes, Rómulo Osorio (de El Guayabo), apoyado por el pueblo, y Luis Montoya, que tenía el visto bueno del Gobernador Treviño Zapata.
Más antes, en 1951, con Horacio Terán, también hubo dos candidatos a la alcaldía, Juan Urbina y Héctor García Herrera, pero ninguno fue reconocido. El alcalde saliente, que terminaba en 1951, le siguió en su chamba hasta agosto de 1952.
Entonces, el Gobernador Terán mandó a José María Casas, que era de los que pedían que Portes Gil fuera Gobernador por tercera ocasión.
Pero Casas solo duró dos meses porque lo tumbó el coronel Castro (se ahogó en 1953).
Y LOS TRES MUERTITOS
Don Lupe tuvo 12 hijos y, al fallecer, no dejó fortuna.
Uno de sus apoyos a nivel nacional fue Gilberto Flores Muñoz, entonces secretario de agricultura y quien aspiraba a la Presidencia de la República.
En una ocasión, los de Llera fueron a verlo para que diera arbitraje sobre la alcaldía.
-Ahora sí la chingamos, la presidencia municipal de Llera está más peleada que la Presidencia de la República, les comentó a son de broma.
El acuerdo que se tomó fue que Teodoro Serna fuere el alcalde, pero alguien preguntó ¿y sabe leer?.
-No le hace, le enseñamos!, dijo otro.
En 1958 sufrieron las represiones de Treviño Zapata.
Por entonces todavía se recordaban los tres muertos en la toma de la Presidencia Municipal en 1947l: Manuel Estrada, Manuel Morado (policía) y Cleofas Chávez (este último mató a Estrada y luego a él lo mataron en la plaza, frente al kiosko).
Intervino el Ejército y en total hubo 17 detenidos, entre ellos Arcos.
La historia todavía no se escribe. Arcos necesita un biógrafo.