Treviño Zapata fue un represor…Muerte y cárcel para sus anemigos

Llera.- Manuel Gutiérrez Garza se salvó aquella noche  “de milagro”, porque su destino ya era la cárcel por instrucciones del Gobernador.

Pertenecía al grupo llamado entonces “Los Janambres”, por aguerridos en la política.

De sus compañeros, 17 sufrieron las represiones del Gobernador Norberto Treviño Zapata. Fueron encarcelados por espacio de casi un año en  el penal estatal de ciudad Victoria, junto con su dirigente Guadalupe Arcos.

Ellos no perseguían otra cosa mas que la democracia, que se respetaran las decisiones del pueblo, manifiesta muchos años después Don Eulalio Maldonado Martínez, quien fue presidente municipal y sigue gozando de una estimación general.

En 1957, cuando las represiones del médico matamorense, Maldonado era el primer regidor del ayuntamiento.

CREYO QUE HABIA BAILE

Gutiérrez fue quien pudiera considerarse “brazo derecho” del dirigente del grupo de liberales de este municipio, “Lupe” Arcos.

No estaba en el pueblo cuando aquella noche las policías estatales, al mando de los jefes Abdón Trejo Nava y Santiago Pérez Rincón, tomaron por asalto el ayuntamiento por mandato del Gobernador.

-A mí no me agarraron porque andaba en Tampico dejándole una ropa a mi compadre Lupe Arcos, que ya estaba preso -diría al reportero.

Se lo había pedido su comadre.

Venía en un autobús procedente de Tampico y se bajó en la “Y” que venía de El Mante. Le pareció extraño que hubiera tanto movimiento de vehículos en el pueblo.

“Seguramente hay baile”, pensó.

Se asomó entonces a la presidencia municipal, donde había una enorme lámpara de mano, de esas de cinco pilas, alumbrando todo el movimiento.

-Ya no llegué, me regresé a la carretera y en la mañana esperé la camioneta del periódico El Sol, porque yo era corresponsal, y le pedí que me llevara a ciudad Victoria.

En la capital de Tamaulipas estuvo oculto varios días escondido de la persecución policíaca desatada por Treviño Zapata.

FUE UNA PERSECUCION VIOLENTA

Maldonado Martínez indica que todavía tres años después, cuando buscaba la candidatura a la presidencia municipal, fue a la Procuraduría a pedir la carta de no antecedentes penales, pero se la negaron.

-Entonces me di cuenta que era de los señalados para encarcelar. Me dijeron: No te podemos dar la carta porque aquí tienes un pendiente.

Pero más tarde, por intervención de Emilio Villarreal Guerra se la dieron y sería alcalde una vez que salió Treviño Zapata, quien se alejó de Tamaulipas para no regresar jamás.

El grupo de Los Janambres era alemanista, en tanto que Treviño Zapata llegaba al poder con todo el poder del presidente Ruiz Cortines, de quien era su médico particular.

Fallecido el ex Gobernador, los historiadores comenzaron a escribir el juicio inapelable. Algunos protagonistas de aquellos hechos todavía viven.

EN LA CASA DE ALEMAN

No se explica nuestro entrevistado cómo es que cambió sus actitudes Norberto Treviño Zapata.

El Grupo Libertador fue de los primeros que le dio su apoyo cuando se supo que sería el candidato del PRI a la gubernatura.

Los principales asesores, abogados y dirigentes eran Don Lauro Rendón Valdez, Juan Guerreo Villarreal y Roberto Perales Meléndez, en ciudad Victoria.

En Nuevo Laredo apoyaba la familia Longoria, de rancia aristocracia, y en Reynosa estaban los Garza Zamora-González. En Tampico eran los Aragón.

Era un grupo poderoso, que había conquistado los ayuntamientos y puestos clave durante el alemanismo.

El mismo Manuel Gutiérrez había sido presidente municipal en 1953, por ser suplente.

Figuraba como titular Heladio Castro, pero el mismo se ahogó en el río Guayalejo a los pocos meses de tomar posesión, y Manuel terminó el periodo.

-Eramos muy amigos de Miguel Alemán, lo visitábamos en su casa de Polanco, recuerda.

Lo habían conocido en una gira como candidato por Tamaulipas, en un ejido y les dijo:

-No tengan cuidado, cuando yo sea presidente los voy a ayudar.

Y los ayudó, el grupo ocupó la presidencia municipal.

La amistad se estrechó con el Secretario de Agricultura, Gilberto Flores Muñoz, a quien saludaban cada que venía a Tamaulipas, a donde fuera.

Precisamente el día que se ahogó Heladio Castro, Manuel se hallaba en México comisionado por el grupo y su patriarca para llevarle una carne seca y unas asaderas.

De esa manera le refrendaban la amistad.

NO CONFIES EN LA NARIZ DE GANCHO

José Angel Solorio, autor de Grupos de Gobierno, establece lo dicho por Arcos.

-Nunca confíes en un hombre que tiene la nariz de gancho, ni en alguien que, cuando habla contigo,  no te mira a los ojos. Por eso nunca confíe en Treviño Zapata.

Así diría el viejo luchador social de Llera, quien sufrió las represiones del entonces Gobernador.

Pero no solo eso.

Treviño impulsó la violencia en Nuevo Laredo para imponer a su candidato a alcalde, Luis Treviño Peña, médico también igual que él.

El abogado Juan Guerrero Villarreal, ex Secretario General de Gobierno, ex Gobernador Interino de Tamaulipas, escribió:

-Ajeno a  las luchas que aquí se habían librado, sin sensibilidad para entender y valorar las corrientes ciudadanas que se manifestaban en su estado, calcando la seca y a veces dura postura del señor Ruiz Cortines, el doctor Treviño Zapata dio la espalda e ignoró a grupos y personas que lo habían apoyado, a quienes le formaron el cuadro humano que suavizó su caprichosa designación.

La historia dice que el más descarado fraude electoral se realizó en Nuevo Laredo, por cuenta de Treviño Zapata, para imponer  Treviño Peña.

Para ayudarle, envió a gente, obreros de Matamoros, bajo la dirigencia de agapito González Cavazos.

Los  testigos dicen que hay una fotografía en que El Tallarín se está robando una urna.

Y Treviño se sentía orgulloso de aquella agresión que costó un muerto en Nuevo Laredo.

Solorio le atribuye estas palabras en que el ex Gobernador se jactaba de las agresiones.

-Desde ese momento las gentes, los factores de presión, empezaron a sentir que el Gobernador tenía decisión, como parte de sus deberes y responsabilidades. Tal vez no pocos pensaron que me equivoqué, pero cartucheras al cañón…

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