EN LOS ULTIMOS 50 AÑOS HA ESTADO CERCA DE OCHO GOBERNADORES
Ubicado por el boulevard Fidel Velázquez, el bar «Puerto Escondido de Chamoy» tiene una peculiaridad: Una colección de cientos de fotografías de políticos de los últimos 50 años y cuadros y caricaturas que se refieren a temas mundanos e inclusive del Filófoso de Quemes, que toca lo obvio y lo necio.
Su propietario, Ramón Guerra Vargas, tiene muchas razones para tratar el tema de los funcionarios: En los últimos 50 años ha estado muy cerca de ocho Gobernadores del Estado como servidor de la administración estatal.
El permiso para el funcionamiento del mismo bar le fue otorgado por el Gobernador Emilio Martínez Manautou quien, antes de fallecer, estuvo en el negocio por tres ocasiones para saludar a su amigo.
Uno de los principios de la vida de Guerra, mejor conocido como Chamoy es la amistad y la lealtad, de tal forma que, como servidor de intendencia y elevadorista de Palacio de Gobierno, siempre tuvo tiempo para ir a visitar a sus amigos tamaulipecos al Distrito Federal y llevarles un regalito de acá de la tierra nuestra: Mezcal de San Carlos, chorizo, carne seca y chile piquín.
Y ellos, los que viven, siguen con su amistad sin condiciones, porque él tampoco pide nada a cambio, pues el permiso del bar no se lo solicitó a Manautou, salió del mandatario en los últimos días de su administración.
Allí tiene las fotos de todos de los últimos gobernadores, desde Treviño Zapata a Eugenio Hernández Flores.
También la de 75 ex Gobernadores, partiendo de Juan S. Molano que lo fue entre 1833 y 1834.
Y no se escapa la del temible Charles Dupin (dopán) que estuvo entre 1864-66, cuando la invasión francesa.
En una gráfica aparece con Luís Echeverría cuando era candidato a la Presidencia de la República, aunque también tiene las figuras de Zedillo, de López Portillo y de Fox.
Algunas gráficas contienen sus leyendas:
-Colosio: Mi muerte fue el cambio del PRI.
-Enrique Cárdenas, Chamoy y T. Zapata: Tres hombres y un destino.
-Cárdenas González: Y sigo siendo el Rey.
-Villarreal Guerra: Aquí no hay novedades, todo sigue siendo igual.
-Cavazos Lerma: Me quedó muy chico el sexenio para cumplir con todo.
-Martínez Manautou: Yo quería por un capricho la grande.
-Fox y Yarrington: En tu partido y el mío hay muchas cosas que debemos superar, pero no me estés copiando la prueba.
Y lo cuadros:
-Solo dos inventores merecen la fama: El que inventó el vino y el que inventó la cama.
-Me chingo mucho, gano poco, pero al menos para los frijoles saco.
-Fox: Yo soy México cabrones.
-No hay pedo que dure cien años ni borracho que los dure.
Del filósofo de Guemes:
-No te me adelantes pendejo… Primero es el uno y después el 2, pero en el 21 se chinga el uno.
CON MARTINEZ MANAUTOU
Chamoy está jubilado del gobierno desde1990, aunque sigue teniendo mucha relación con los gobernadores y los políticos.
Y recuerda muy bien a Don Emilio, a quien conoció en palacio de Gobierno cuando a Ramón le propusieron que manejara el elevador más tiempo del ordinario, cuando menos hasta las tres o cuatro de la mañana.
-Si él me hablaba le contestaba…La gente dice que era muy borracho, pero para hablar, creo que se necesita conocer a las personas.
Y al término de la administración, como el 18 de enero, Emilio subió una vez más por el aparato de sube y baja.
-Güero, ya me voy a ir ¿qué se te ofrece? Me voy para México…Bueno, luego me dices.
Al Chamoy le cayó por sorpresa la manifestación, pero una vez más, a su regreso, Manautou le volvió a recordar.
-¿Siempre qué es lo que quieres?.
-Una patente de vinos y licores, señor.
«Oye, es muy cara, le respondió el médico en son de broma, para luego reiterarle»: No´mbre cuenta con ella», y le dio una palmada en la espalda.
Transcurrieron los días y como el 26 de enero, el Tesorero Jaime Villarreal Elizondo pasó a acuerdo con el ejecutivo, pero antes le dijo a Guerra.
-Te espero a las once de la mañana en mi oficina.
Y fue y se topó con que, en la antesala, había varios periodistas de los más destacados, quienes se trataron de burlar de Chamoy.
-¿Y a qué vienes a verlo?, no te a recibir, nosotros tenemos aquí varias horas.
-A mí sí me va a atender porque no soy periodista, les contestó.
Y dicho y hecho, se fue directo con el entonces Tesorero General del Estado.
Lo quería para que aportara el domicilio del negocio, allí donde sigue desde hace aquellos años.
Pero antes las palabras enviadas por el mandatario: «Me dijo el Gobernador que cuidara mucho esta patente y que si la iba a vender que fuera a él, y que lo invitara a la inauguración.
ENTRE EL PODER DE PALACIO
Chamoy nació en Jaumave pero se crió en la colonia La Peña, municipio de Miquihuana.
-¿Allá también hay güeros?, pregunta el reportero.
-De vez en cuando… allá anduvieron los españoles.
Ingresó al gobierno a los 16 años, «cuando a la gente la mandaban a hacer méritos».
Se jubiló en 1990 después de 32 años de servicios junto con otros 40 servidores, de lo cuales ya fallecieron 34, dice con nostalgia.
En intendencia comenzó por barrer el agua que se juntaba en la azotea del edificio del poder ejecutivo, que incluía el aseo en todas las escaleras.
Luego le dieron el aseo del área de prensa y relaciones públicas, a donde llegó en 1959.
Un día se topó con el Gobernador Treviño Zapata, quien le preguntó qué hacía y cuánto ganaba.
-Le contesté que también estudiaba y que no ganaba nada porque no había presupuesto.
Agrega: «Me llevó a la oficina suya y en la particular ordenó que me hicieran un recibo por seis meses, los que tenía trabajando, razón de diez pesos diarios», los que le pagaron…No sin antes descontarle 20 pesos por mes para el PRI.
Fue el primer descuento que le hicieron para el tricolor.
En la administración de Praxedis Balboa se fue a trabajar con Alberto Burgos, quien era el chofer del Gobernador, y con el Secretario General de Gobierno, Morelos Jaime Canseco.
Pero un día Morelos se fue para la ciudad de México y dejó a su amigo.
-Se dice que «lo fueron» por besarle la mano al Obispo Tirado y Pedraza ¿así es?.
-No. La foto era del doctor Montemayor, quien se había vestido de Caballero de Colón, y se parecían.
Por entonces la masonería era muy fuerte y dos periodistas (uno todavía vive) comenzaron a manifestar que era Morelos Canseco el que fue a recibir a Tirado Pedraza al aeropuerto junto con el yerno de Balboa.
Al despedirse en el aeropuerto, cuando ya se iba, Morelos le dijo a Chamoy que volvería, como aquel general Mc Arthur, y en efecto lo hizo.
Y regresó con Enrique Cárdenas González como Secretario General de Gobierno otra vez.
Entonces, Morelos hizo jefe de intendencia de palacio a Guerra Vargas.
Las historias de Chamoy son muchas, como su amistad con el doctor Pedro G. Zorrilla Martínez, quien fue secretario general de gobierno con Ravizé.
En alguna ocasión, Chamoy fue a visitar a Zorrilla a Gobernación en la ciudad de México, donde laboraba, y le llevaba un litro de mezcal «de pura flor».
El tamaulipeco recibía a un grupo de funcionarios de la embajada de Italia, a quienes ofreció algunas copas del San Carlos.
A los italianos tuvieron que ayudarles a salir a retirarse porque el vino les pegó fuerte.
En su tiempo Chamoy fue monaguillo de la iglesia católica y muy amigo del Obispo.
Por eso algunos masones, incluyendo un ex presidente de Victoria, le pidieron que llamada a su amigo el Obispo para que les impartiera los santos óleos en el lecho de muerte.
Pero dio la casualidad que ese ex alcalde se recuperó y sanó y después se hizo muy amigo del Obispo.
Y hay otras, muchas otras, pero ¿por qué Chamoy?.