Jaumave.- Toda una odisea que le ha costado miles de pesos, está viviendo el profesor Rafael Zúñiga Acuña para tratar de recuperar un terreno de una hectárea, que le están robando el ex cacique José Gudiño Cardiel y su gente.
-Es una bola de ladrones, sinvergüenzas y hasta asesinos también, manifiesta el afectado.
El calvario del maestro Zúñiga tiene ya varios años y la solución parece que va para largo, dado que sus abogados “se vendieron con el cacique”, dice, y señala como caso concreto al licenciado Rogelio Méndez Sandoval.
-A Rogelio le encargué el asunto porque se desenvolvía como si fuera mi familiar, mi vecino ahí en Nueve y Canales de ciudad Victoria.
Los gudiñistas, comandados por Ricardo Cruz, Felipe Reyes Méndez, Ignacio Uvalle y Guadalupe García, han instalado impunemente la cancha de fútbol del equipo profesional “Janambres de Jaumave”, del cual son propietarios Gudiño y otros ex presidentes municipales.
Los documentos que acreditaban a Zúñiga como propietario, al parecer fueron sustraídos de Catastro y Registro de la Propiedad.
Los malandrines señalan que el predio les fue donado por el ayuntamiento, pero en los archivos y actas de cabildo no aparece ningún apunte.
Tampoco han progresado las demandas presentadas por el afectado, porque los fiscales de la PGJE y la jueza Beatriz Reyes Vanzzini, han estado al servicio de los corruptos.
A la cancha, Gudiño y socio le invirtieron recursos provenientes del municipio, aun cuando se trata de un predio particular, que hoy se niegan a regresar.
Está tan manoseado el asunto que, en otro tiempo, intervinieron elementos como Ismael “La Magüa” Cano Galarza, entonces dirigente del Grupo García Guevara de la UAT y el notario Héctor Tejeda Rodríguez, en la elaboración de una escritura falsa.
-Y el abogado Méndez ¿qué hizo con los papales?
-Es lo que me intriga, por qué o cuanto le dieron. Me sorprendió que a la hora de la hora me dijo: Se perdió, no se pudo hacer nada.
Hoy, el profesor Zúñiga ha decidido tomar el toro por los cuernos y recuperar su patrimonio, dado que el propietario inicial del terreno, Casildo Reyes, todavía vive y está dispuesto a firmar los documentos que sean necesarios.
LA MAFIA DEL CACIQUE
El problema con el “grupo de vividores y sinvergüenzas” comenzó en 1983 cuando Rafael figuraba como candidato a la alcaldía por las siglas del PRI.
Por entonces, se unieron “el eterno cacique Pedro Serna y Raúl Uvalle, el otro político frustrado y unos cuantos más”, para convencer al Gobernador Martínez Manautou que debería postular a un candidato independiente, en este caso José Gudiño Cardiel.
Zúñiga ganó, le entregaron su constancia de mayoría por parte de la Comisión Estatal Electoral, con fecha ocho de diciembre de 1983, pero le hicieron “tablas” el triunfo en el Congreso del Estado que fungía como órgano de “calificación”.
A partir de ahí se le vinieron los dolores de cabeza al maestro Zúñiga, y todavía no terminan, porque no ha recuperado el terreno, y de eso hace ya un cuarto de siglo.
-En 1983 siendo presidente Hipólito Martínez Coronado mandé circular el terreno, con alambre de púa y postería. Entonces Gudiño llegó a la presidencia en 1984, e inmediatamente lo que hizo fue mandar que cortaran el alambre.
En seguida, el propietario mandó barbechar la hectárea, pero Gudiño, ya con el poder de los cuerpos policíacos del municipio, mandó sacar al tractorista Ramón Navarro.
Gudiño duró como cacique 24 años que han sido el dolor de cabeza para quien fue su oponente en aquellos lejanos comicios.
-Le gustó el terreno, quiso apropiarse y se lo adjudicó de pico a un club llamado Janambres, que ya tenían ellos.
Sin ser los dueños le invirtieron en vestidores, gradería y sistema de riego que por largos años estuvo pagando la presidencia municipal, hasta que ganó Ricardo Quintanilla por el PRD.
Aunque no tienen domicilio social ni otros requisitos como organización, se dicen dueños del club elementos como Epigmenio Villarreal, Ignacio Uvalle, Gudiño y Alfredo de la Rosa.
-¿Ellos tienen papeles?
-Nada, absolutamente nada.
-¿Y el municipio?
-Tampoco hay nada.
-¿Acuerdo de cabildo sobre ese terreno?
-Nada…Buscamos con los abogados que están en el ayuntamiento, como José Luis Liceaga de León, Luís Antonio Maldonado Flores, Odilón Martínez Ramírez. Están buscando antecedentes y no los han encontrado…
-¿Acta de cabildo?
-La presidencia es la autoridad máxima que puede restituirme ese terreno con los antecedentes que hay, con los testigos. Es la única porque ni el congreso ni nadie.
-Del club ¿tiene alguna demanda?
-Nada. Ese es otro asunto. No hay nadie absolutamente que tenga el valor de decir: Yo soy el dueño de este terreno…
Cabe mencionar que entre los mismos “propietarios” del club hay contradicciones, dado que en declaraciones ministeriales han mencionado, como Guadalupe García, que ese no es el terreno que les “donó” el municipio para el fútbol, sino la Unidad Deportiva que se encuentra al oriente del pueblo, la mitad de la cual fue vendida por Gudiño a una empresa sabilera.
LOS TANTACULOS…OTRA VEZ RONDA EL BUITRE
En el caso, salen a relucir personas al servicio del cacicazgo, como el fiscal identificado como Renato Castro Salazar y la jueza Beatriz Reyes Vanzzini, quien desde Tula protegió al grupo por largos años.
El profesor Rafael Zúñiga continúa.
-¿Acusó de invasión y daño en propiedad?
-Desde los Gobernadores Enrique Cárdenas González, Emilio Martínez Manautou, Manuel Cavazos Lerma y Tomás Yarrington Ruvalcaba, todos sin excepción, han sido enemigos del grupo político de nosotros. Este es un asunto de tipo político. Por eso Renato Castro les hizo caso a ellos; inmediatamente involucran la cosa política.
Inicialmente los terrenos eran propiedad de Antonio Reyes Vázquez, quien murió intestado.
Como heredero universal quedó su hijo Casildo Reyes, un profesor que vive en Altamira.
Este le vendió e hizo el traspaso al profesor Zúñiga, para lo cual promovieron juicio intestamentario civil que nunca progresó. Los papeles, los más importantes, habrían ido a parar a manos del hoy cacique derrotado.
Hay varios documentos notariados, como el del notario Villabardet y Peña Sam, ante quienes Casildo ha estampado su firma para transferir la propiedad, pero también se “perdieron” en el juego sucio del cacique.
Mientras tanto, Gudiño, El Buitre, ronda otra vez los cielos jaumavenses en busca de su tercera postulación como candidato a alcalde.