ENTRE EL “CHACOTEO”, DIPUTADOS CAMBIAN SEDE DEL CONGRESO
CD. VICTORIA.- Entre el relajo, el chacoteo que se cargan en cada sesión; sin atención a los oradores y sus directivos, los diputados locales aprobaron el cambio de recinto del Congreso del Estado, al nuevo edificio que está por concluir.
Ni por ser un acontecimiento que se da cada 25 o más años, los legisladores de las dos bancadas, PRI y PAN (más los que no alcanzan a ser fracción), mostraron comportamiento de altura frente a un hecho que quedará guardado para la historia. Las reuniones legislativas se han convertido en un mercado.
En alrededor de un mes, los diputados deberán estrenar su casa en Boulevard Praxedis Balboa No. 3100, un moderno edificio construido por el ejecutivo en un tiempo récord.
Los diputados aprobaron un hecho histórico al que tomaron con poca seriedad, ya hablando por celular, almorzando en la cafetería que tienen hacia el interior del salón de sesiones, “comadreando” entre ellos y ellas.
Con ausencia de Eugenio Zermeño y Humberto Flores Dewey, de Mante, y Diana Chavira Martínez, apenas sistieron 29 legisladores. Algunas resoluciones se fueron con 27 votos, porque no son pocos los que ni siquiera concurren a votar, se salen del salón.
En la historia republicana, el Poder Legislativo de Tamaulipas ha tenido muy escasos recintos parlamentarios permanentes.
El actual Palacio Legislativo data de julio de 1984, cuando los legisladores de entonces decretaron.
-Se declara residencia y recinto oficial, en lo cual ocupa el edificio ubicado en Juárez y Privada Zaragoza, Díaz Mirón y López Velarde, del plano oficial de la ciudad.
Pero las instalaciones no fueron ocupadas de inmediato, sino tres meses después, cuando fue cambiado el mobiliario desde Palacio de Gobierno, donde funcionaba la sede.
El edificio fue construido a lo largo de tres años. La primera piedra se colocó el 20 de agosto de 1981.
Hoy, el nuevo, el que será la nueva sede, comenzó a construirse el tres de marzo del presente y quedará listo en escasos días.
RINDEN HOMENAJE A FORASTEROS
Este miércoles, entre su chacoteo con los compañeros de bancada, la diputada panista Leonor Sarre Navarro parecía orgullosa, por ser una de las pocas ocasiones en que la coordinación del Congreso la toma en cuenta para presentar iniciativas de punto de acuerdo. Felipe Garza Narváez le incluyó en la histórica propuesta.
Tal vez por eso, el cambio del recinto mereció la aprobación por unanimidad. De las pocas ocasiones en que los panistas no se oponen a una resolución.
Ella no escucha la lectura del acuerdo por estar en el relajo con Díaz Casillas, con Cabeza de Vaca, por andar aquí y allá, pero ya firmó que el cambio del recinto va con documentos, gráficas y objetos históricos que hoy se resguardan allí.
A tanto llega el relajo y desmadre, que el diputado Efraín De León León, de Valle Hermoso, tuvo que votar dos veces. En la primera “se equivocó” y le dio su apoyo a una iniciativa del PAN.
El mismo desorden lo propicia el pastor, Felipe Garza Narváez, quien se levanta, entra y sale del recinto; se distrae en el celular, platica con los suyos y los de oposición.
Y pensar que sus nombres, de la presente legislatura, quedarán grabados para la posteridad en el nuevo edificio de prolongación Praxedis Balboa.
Y como siempre, la plenaria comenzó tarde; 50 minutos de retraso.
Nadie fue para recordar que más antes, el recinto permaneció por espacio de 34 años en el Palacio de Gobierno, segundo piso.
Fue desde 1951, fecha en que se inauguró el edificio, sede todavía del poder ejecutivo.
Más antes, en ciudad Victoria también, la casa de los diputados fue instalada en lo que hoy es la Presidencia Municipal, que se llamaba Palacio del Ejecutivo (ahí vivía el Gobernador).
Alojó a los diputados desde el 10 de febrero de 1920, por lo que ahí permaneció la sede por espacio de 31 años.
Una sede más, en la capital, fue el palacio de gobierno ubicado en lo que hoy son las calles Ocho y Matamoros.
Fue recinto desde el 26 de septiembre de 1887, en total 37 años.
Ahora, en su chacoteo, los diputados autorizaron que se cambien las imágenes de siete “tamaulipecos distinguidos” que han merecido la medalla “Luis García de Arellano”, lo mismo que las vitrinas y otros muebles donde se guardan documentos históricos.
Y fueron más allá, como el traslado de las letras de color oro de 32 “próceres” a los que se rinde homenaje permanente.
El acuerdo de colocar sus nombres fue tomado el dos de julio de 1984, pero fue hasta el 18 de septiembre cuando se instalaron.
Ocho son constituyentes federales, 15 locales y nueve “próceres libertarios”.
Pero hoy, como en 1984, en su chacoteo permanente, Martha Guevara de la Rosa, Dueñas Pérez, Sarre, Díaz Casillas, Enrique Blackmore, Gamundi y otros, no se dieron cuenta que le rinden homenaje a “constituyentes” que ni siquiera eran de Tamaulipas, y ni conocían nuestra entidad, sino que fueron enviados de relleno.
-Este congreso rinde merecido homenaje a quienes por sus eminentes servicios prestados a la causa de la libertad merecen que se perpetue su memoria.
De los constituyentes a los que se rinde homenaje en Tamaulipas, entre otros, Pedro A. Chapa era de Doctor Arroyo, N. L.
Emiliano P. Nafarrate nació en El Fuerte, Sinaloa.
Juan Echeandia, nació en España.
Pero ¿quiénes fueron ellos? seguramente ni lo diputados lo saben.