Cd. Victoria.- En 1902 (hace más de un siglo), fueron colocados en el Paseo de la Reforma de la ciudad de México los monumentos de quienes hasta ese momento se consideraban los héroes tamaulipecos más destacados.
El honor recayó en Pedro J. Méndez, guerrillero en la lucha contra los invasores franceses, y Juan José de la Garza, abogado, Ministro de la Corte y seis veces Gobernador de Tamaulipas.
De los estados de la República de entonces, el nuestro fue el último en aportar su cuota de dos monumentos, según acuerdo federal tomado 15 años antes.
Por entonces al Paseo se le llamaba solo ”calzada”, y conducía desde la estatua ecuestre de Carlos V hasta Chapultepec.
La historia dice que, a la muerte de Don Benito Juárez, el presidente Lerdo de Tejada quiso adornar el camellón de la avenida con figuras de la mitología griega.
Sin embargo el proyecto de 1878 no se llevó a cabo, quedó solo en los pedestales.
Pero en 1887, el periodista y poeta Francisco Sosa, propuso al Presidente Porfirio Díez que, para honrar a los hombres de la reforma de cada estado, se pidiera a los gobernadores dos monumentos en bronce y de estatura natural.
El acuerdo surgió de inmediato y se comprometió a cada entidad a seleccionar dos personajes con la exigencia de ciertos requisitos: Deberían ser personajes muertos y de probada celebridad, para lo cual había un jurado especial para dar el visto bueno.
Las primeras se instalaron en 1889 y fueron héroes de Veracruz: Lerdo de Tejada y Rafael Lucio. Luego siguió Yucatán con Manuel Cepeda y Andrés Quina Roo, en 1990.
Así se estuvieron instalando las figuras de héroes de 16 estados y el Distrito Federal, para hacer un total de 34 hasta el año de 1900.
Los últimos en llegar fueron los de Tamaulipas: Pedro José Méndez y De la Garza.
Y hoy, 107 años después, Tamaulipas es el último en honrar a sus héroes de la Reforma, pues los monumentos aparecen abandonados y destruidos, sucios totalmente.
La obra original del escultor Federico Hondedeu, en cuanto a Méndez, carece ya de la espalda que el guerrillero extendía desde su mano derecha. Apenas tiene la empuñadura.
El bronce carece del brillo que siempre ha mantenido la réplica que se encuentra en 17 y Carrera Torres de ciudad Victoria ¿a quién le corresponde darles mantenimiento? Algunos consideran que a la representación del Gobierno de Tamaulipas en el Distrito Federal, hoy a cargo de Eloy Vega Torres.
También en situación desastrosa se encuentra el monumento a Juan José de la Garza, que fue el segundo héroe tamaulipeco de aquella época en cuanto a la reforma (debe recordarse que faltaba tiempo para que se iniciara la Revolución Mexicana). De su espada, apenas le queda la empuñadura.
A LOS 29 AÑOS SE ACABABA DE CASAR
Este 23 de enero se cumplen los primeros 143 años de la muerte del General Méndez, tiempo en el cual sus restos han andado como “pelota” por tres lugares diferentes.
Primero lo sepultaron en Hidalgo, luego se trajeron sus huesos al 17 Carrera Torres, hasta que en 1999, el Gobernador Cavazos Lerma decidió que sus restos «descansaran» en la Rotonda de los Tamaulipecos Ilustres, hoy un muladar de pandilleros que se ubica en la colonia Horacio Terán.
Con su nombre se instituyó una medalla como máximo galardón que otorga Tamaulipas, pero también tampoco se otorga desde hace años.
Pedro José Méndez murió en la batalla de Tantoyuquita, en Mante, en1866, la que fue ganada por los nacionales que se apoderaron de un cargamento de 200 mil pesos en oro que llevaban los franceses.
Por disposiciones de Pedro, el ataque comenzó al anochecer del 23 y, en las primeros intercambios él recibió un rozón de bala en la cabeza, que no fue de consideración, pero otro le dio en el pecho y lo privó de la vida casi al instante.
A la mañana siguiente, 24, fue hallado su cuerpo.
El cadáver fue trasladado a su natal Hidalgo seis días después. El cortejo fúnebre llegó a las diez de la noche, e inmediatamente lo sepultaron en la parroquia de Santo Domingo de Hoyos.
Cuando fue muerto, Pedro José apenas tenía 29 años; acababa de casar y tenía una hija con la señora María de Jesús Moncayo.
SEGURO NO DESCANSA EN PAZ
El masón Roberto Ruiz Treto dio cuenta en 1984 sobre el primer «desentierro» del cuerpo del general.
Ocurrió el 13 de septiembre de 1929 por la tarde.
Los huesos fueron trasladados al salón principal de la escuela «Emilio Portes Gil», donde se improvisó una capilla ardiente.
Se le rindió homenaje toda la noche con guardias de honor que cambiaban cada diez minutos hasta terminar a las nueve de la mañana del 14. Tal vez el más grande homenaje que se le haya rendido al héroe desde su muerte.
De ahí, los huesos fueron trasladados en un automóvil a Estación Cruz, municipio de Hidalgo, para luego subirlos en el carro express del ferrocarril que venía de Monterrey con destino a ciudad Victoria.
Los restos eran custodiados por los diputados José R. Puente (segundo distrito) y Brígido Maldonado (séptimo distrito), quienes habían presentado la iniciativa de abrir la tumba.
El tren llegó a la capital a la una con veinte minutos. Recibieron los huesos, en la estación del tren, el Gobernador Francisco Castellanos y representantes de los poderes Legislativo y Judicial, estudiantes, burócratas, pueblo en general.
Acto seguido, los restos se llevaron al recinto del Congreso del estado, en 8 y 9 Morelos, donde se instaló otra capilla ardiente hacia el interior del salón de sesiones. Otra vez se montaron guardias de honor.
LA PROFANACION DE CAVAZOS LERMA
En 1922, el Gobernador César López de Lara acordó erigir un monumento al guerrillero en las calles 17 y Carrera Torres, mismo que permanece.
Pero los restos no estaban ahí. Fue en 1929 cuando se le quitaron al pueblo de Hidalgo, a iniciativa de los diputados aludidos y con la aprobación del Gobernador Castellanos, quien decidió que se hiciera un hueco en el pedestal para depositarlos en una especie de urna.
Antes de la inhumación, se realizó un evento luctuoso, donde hizo uso de la palabra el profesor Martín Herrera, para resaltar la figura del guerrillero que combatió a los franceses.
También habló el bogado y profesor Fidencio Trejo Flores, entonces director de la Normal y Preparatoria.
Se dijo que los huesos del general descansarían para siempre en la base del monumento.
Pero no tomaban en cuenta que 70 años después llegaría un Gobernador con extraños actuares, Manuel Cavazos Lerma, quien autorizó que en la clandestinidad, en la madrugada del 29 de enero de 1999, sin honores y con el auxilio de las fuerzas policíacas, la tumba se profanada.
Se dijo que los huesos de Pedro José Méndez Ortiz fueron trasladados a una rara construcción a la que llamaron Rotonda de los Tamaulipecos Ilustres, lo que a nadie le consta.
Luego de la tercera tumba surgen preguntas ¿cuál será la tercera? ¿por qué no se le dejó descansar en su natal Hidalgo?
Y TANTA DEMAGOGIA
La demagogia oficial comenzó el 25 de enero de 1868, dos años después de la muerte del general cuando, a iniciativa del diputado Manuel María Canseco, se le declaró BENEMERITO DEL ESTADO DE TAMAULIPAS. Era lunes por cierto.
En 1922 quedó el monumento en su honor en 17 y Carrera Torres.
El Gobernador Magdaleno Aguilar Castillo hizo que el 29 de abril de 1944 el Congreso del Estado emitiera el decreto número 323 para obligar a que, en todas las salas de cabildo de los ayuntamientos de Tamaulipas, se colocara en lugar visible, por siempre, la efigie de Don Pedro José ¿En dónde estarán que no se ven?.
Don Praxedis Balboa Gojon también puso «su granito de arena» e hizo que el legislativo emitiera el decreto No. 7 del diez de enero de 1966, para instituir la medalla «Pedro J. Méndez» como el máximo galardón otorgado por el pueblo de Tamaulipas a sus hijos ilustres, que ya tampoco se otorga.
Y, esta vez, ¿se le irá a rendir homenaje al héroe en el aniversario de su muerte? Se puede esperar que no, dado que el Congreso del Estado anda otorgando reconocimientos “García de Arellano”, alguien que ni siquiera fue tamaulipeco.
Hola. Desde la capital del estado de Tamaulipas, les envio un cordial saludo.Soy profesor de una escuela de cd. Victoria, la cual lleva el nombre del ilustre general, y estoy realizando una investigación de su vida ya que preparo una asamblea para rendir homenaje el próximo 23 de enero de 2010. Asi es como usando el buscador di con esta página la cual me ha dado información valiosa para ser usada en mi trabajo. A la vez que aprovecharé la atención que pudieramos tener en dicha conmemoración para hacer un llamado a las autoridades estatales para que hagan algo respecto a la estatua que se encuentra en la cd. de México, aunque debo advertir que hace mas de 30 años que la estatua de don José de Escandón ,primer coloniozador de Tamaulipas desapareció de esta cd. y nadie sabe en dónde esta.pero seguiremos insistiendo, algo bueno debe surgir de esto.
Luyago:
La estatua de Escandón se encuentra en la casona de Jiménez, ahí donde vivió el explotador de indios y blancos.
FELIPE M. CHAVEZ