Cd. Victoria, Tamaulipas.- A 25 kilómetros de Victoria, rumbo a Matamoros, hay un pueblecito que hace años fue conocido en México y otras fronteras gracias al genio del profesor padillense Ramón Durón Ruiz, ahora fallecido.
Las frases de lo necio y obvio siguen circulando por los rincones de la Patria, aunque a veces con sarcasmo, pesando que ahí no hay inteligencia.
Pero los residentes de Guemes tienen lo suyo, son unos genios. Cuando otros van, los de allá vienen. Si otros duermen, los de ahí no pegan pestaña.
La semana anterior el Procurador del Consumidor, Ricardo Sheffield Padilla, frente al Presidente López y en el marco de una “mañanera”, le concedió al heroico pueblo un espacio nacional en los inventos para defraudar con la venta de combustibles.
Dijo que en la gasolinera de la comunidad, que alberga a no más de tres mil almas, fue detectado un nuevo sistema para dar litros de menos.
Remarcó que ya no se trata del viejo “rastrillo” que se colocaba en la tarjeta madre del equipo computarizado, sino en un “diablito” que va por otro lado, pero que sigue proporcionando menos combustible.
Pues bien, esta no es la única primicia nacional de la región en que “todo lo que sube tiene que bajar, a menos que se quede arriba”.
Hay otra innovación y es en las campañas políticas (que ahora deberían ser precampañas), y el “invento” es de Don Javier Grimaldo Torres, para atraerse clientela rumbo a las elecciones ¡del 2021!. Quiere ser presidente municipal a como de lugar y anda en pleno proselitismo. Es más, hasta parece el alcalde.
Trae una auténtica campaña y es raro que nadie haya presentado denuncias ante la autoridad, en este caso el IETAM.
Pero volvemos. El método revolucionario para atraer simpatizantes es único: La brujería.
Se trajo de Nuevo León, donde ha vivido los últimos años y se dedica a la construcción, a una chamana que genera consultas gratuitas en El Carmen y anexas, la región donde él nació.
Ella cura malas vibras, salaciones, aleja los espíritus malignos y trae suerte. Hasta se da encuentros con el Demonio cuando este trata de posesionarse de cuerpos terrenales.
Grimaldo anda con el último alarido de la creatividad. Es un genio para sacarle beneficio a todo.
Para empezar supo escapar a la Auditoría Superior neoleonesa que le reclamaba (a él y su socia Patricia Alvarez González) una buena lana por construcciones deficientes en la realización de obras públicas para el Gobierno del Estado, según el expediente 8293/LXXIII.
Dejó “hebra” en varias escuelas en que la “bruja” lo supo salvar: Jardín de niños Francisco de Quevedo y Villegas, y primarias Félix U. Gómez, Francisco González Bocanegra, 16 de Septiembre, Abimael Mascareñas Valadez y Ezequiel M. Elizondo Lira.
Cuando lo traían de la cola en Nuevo León se acordó que existía Guemes y se vino a hacer la campaña para edil. Y vaya que tiene cabeza para el tema. Le entiende.
Anda como Santa Claus por comunidades repartiendo lo que encuentra a la mano. Por ejemplo, compró cubetas de plástico (amorenadas) del número 16, les puso 15 naranjas y se fue a repartirlas entre la raza de los ejidos.
Mandó instalar una fábrica de cubrebocas y ya lleva regalados más de diez mil, personalmente y de mano.
Aunque estamos con la crisis de la pandemia, el ingeniero por la UANL anda encarrerado por los ejidos asistiendo a graduaciones. Como “padrino” agarra parejo. Lo hizo el fin de semana en los preescolares de El Carmen y Guadalupe Victoria.
Lo malo es que él y su joven y adolescente mujer en turno se pusieron cubrebocas, pero no le dieron a las decenas de niños. Obsequió a cada “ahijado” una mochila para útiles y cuadernos.
Aparte de la bruja que trajo, decíamos, es una campaña política de innovación permanente.
Para este Día del Padre (de sabadito lindo a domingo) Don Javier organizó una rifa sui generis: Una hielera repleta de cerveza, un paquete de cinco kilos de carne para asar, y la bocina para la música. Solo faltaron las bailadoras.
Los requisitos políticos: Colocar el nombre del papá y ejido de procedencia, ser de Guemes y compartir la publicación en la página de Grimaldo.
Es un genio para el diseño. Ya maneja su logotipo y lema de campaña y gobierno: Sigues!.
El proselitismo le cuesta miles de pesos. En fecha reciente regaló en varios ejidos motores y bombas para fumigar contra los zancudos.
Como hacen los candidatos, ya se fue a los pueblos de la Sierra Madre y en Los San Pedros, además de cheve para los adultos, presentó una función de payasitos para los niños.
Para el Día del Estudiante rifó tabletas bajo la misma mecánica de darle “me gusta” a su página de “feis”, y decir el año que cursan y escuela.
El Día del Albañil también regalos y, en el del Niño, fueron miles los juguetes en concentraciones ejidales pese a que están prohibidos los eventos masivos.
Regala parrilladas, cenas, albercadas, encabeza mítines, cabalgatas, aniversarios ejidales y es padrino de bautizos.
Por la temporada abundan los regalos de frascos de gel, guantes de látex y miles de cubrebocas. Todo a discre.
Don Javier hace honor a una de las frases del filósofo: Camarón que no duerme no se lo lleva la corriente ¿y el INE apá? ¿y dónde el IETAM?.
Se aprovecha que hoy Guemes no tiene alcalde. Don “Erick” anda de farra por el territorio.