Cd. Victoria, Tamaulipas.- Cuando uno cree que en política lo ha visto todo, hay sorpresas todos los días y el venero es interminable.
Este mismo martes Don Alejandro Rojas Díaz Durán, embajador en Tamaulipas del aspirante presidencial Ricardo Monreal Avila, volvió a sus andadas y tajante afirmó: “En 2022 voy a ser Gobernador de Tamaulipas”.
Ya casi nadie arquea la ceja porque los jugadores del arte de la grilla saben que hay que tomarlo por el lado cómico, más que el trágico, pero las bases que se exponen a mensajes por redes se muestran extrañadas. Son las emociones anónimas por las que han ganado algunos candidatos a puestos de elección.
Sin cargo dentro del partido, Rojas anticipó que su Morena barrerá en las elecciones del 21´ y él llegará como mandamás del Palacio estilo militar del 15 y 16 Juárez, ciudad Victoria, en el 2022.
Ahora que están de moda las encuestas, ya se mandó hacer la suya y le quedó muy bien. Aventaja con 16 puntos a su más cercano competidor (interno), en este caso José Ramón Gómez leal, a quien le concede once puntos. Atrás quedan Américo Villarreal y apenas el nueve por ciento es para “Don Guasón” Garza González.
Son las encuestas “patito” que andan por ahí, de las cuales hablábamos en la última colaboración. Algunas son imaginarias pero pueden llegar a causar daño a quienes juegan a la democracia.
Lo raro es que el joven lo dice en serio. No le asoma sarcasmo de que está vacilando a los tamaulipecos.
Ya dijo en otras ocasiones que será diputado federal plurinominal por Tamaulipas, lo cual no se descarta porque su partido, Morena, elabora las listas en base a sorteos o “volados” de “águila o sol”. El que gana gana.
Es el método de la “casa”. Así lo hicieron en el 2018 para decidir la lista plurinominal de diputados y regidores. Por tal razón llegó una persona de 84 años a la 64 legislatura.
Por “volado” precisamente se está decidiendo quien entra a las Universidades Benito Juárez de Aldama, Hidalgo y San Fernando, donde sobran aspirantes. No hay examen de selección.
Es una pena meter a los inteligentes con los “burros” pero así es. Interesados hay muchos porque la carrera es gratis y se otorga una suculenta beca mientras se estudia. Tampoco les costará la titulación.
Bueno, la segunda sorpresa es la declaración de Don Manuel Andrés López Obrador, también este martes, de que no va a permitir que en la elección del 2021 se den los fraudes, ni por parte de funcionarios federales ni Gobernadores. Lo dijo tan serio como si fuera a cumplir.
Según él, no dejará que se de “la compra del voto, acarreo y dádivas” por parte de funcionarios y candidatos, cuando en los hechos las precampañas son un auténtico tianguis en que los ciudadanos son cómplices del mejor postor. Se han acostumbrado a recibir mucho a cambio del sufragio.
Da risa porque los precandidatos de varios partidos peregrinan como Santa Claus con el costal de regalos en ocasión de la pandemia de coronavirus.
De su misma organización andan “a todo lo que da” repartiendo a diestra y siniestra sin que la autoridad lo regule, ya sea por vía tope de aportaciones de militantes y simpatizantes o actos anticipados de campaña.
“No creo que haya fraude porque antes se promovía desde el poder”, dijo inocentemente el Presidente en la más reciente de sus “mañaneras”.
Da pena su inocencia, como aquella promesa de campaña de que no habría fiscalización de parte de Hacienda porque los causantes pagarían voluntariamente sus impuestos. La verdad es que los evasores tratan de evadir más y debe “jalárseles” con el brazo de la Ley.
Volviendo con la selección de aspirantes en Morena sería muy lamentable que la candidatura en Reynosa, donde juegan dos prospectos con bastante popularidad, Rigoberto Ramos Ordóñez y Javier Zertuche Zuani, se decidiera “a mano alzada” o por encuestas “patito”. El primero es diputado local, el segundo federal.
Tienen carreras profesionales muy dispares. Rigo es licenciado en Comercialización Agroindustrial por la UAT, en tanto que Zertuche licenciatura, maestría y doctorado en Psicología Gestalt por Jalisco y Nuevo León.
En Reynosa, como decíamos en colaboración anterior, se dará la madre de todas las batallas en Tamaulipas entre los principales partidos contendientes, Pan y Morena. Estará en juego el poder estatal mismo.
Los dos nacieron en Tamaulipas. El primero el 20 de junio de 1968; el segundo el 27 de noviembre de 1957.
Dejamos el tema para decir que, este martes y miércoles se reúnen los diputados locales. El interés está en el proyecto de Impuesto por Emisión de Gases a la Atmósfera anunciado por el Gobernador Francisco García Cabeza de Vaca.
De autorizarse no será nuevo en el país. Por ejemplo, hay un decreto que el pasado abril hizo aprobar el Gobernador morenista de Baja California, Jaime Bonilla Valdez, en que se autorizan cobros a las fuentes de contaminación que “tengan fuentes fijas en las que se expendan al consumidor final bienes o productos que generen emisiones”.
Al igual que en la entidad del noroeste, se va a cobrar por litro o kilogramo de CO2 emitido al medio ambiente por quemar gasolina, diesel, gas natural y gas LP. Como siempre el pagadero será el cliente.
Si en Tamaulipas se da lo mismo que en Baja California –igual que los automóviles “chocolates-, el 80 por ciento del nuevo impuesto será para el gobierno estatal y el resto para los municipios.
Luego viene el impuesto a las casas de empeño, cuando vendan los productos pignorados, el impuesto para transporte (taxis) por aplicación y el impuesto a la educación superior, que ya se cobran en California.