Cd. Victoria, Tamaulipas.- Lo que ya se esperaba, Don Miguel Salman Alvarez dejó la Auditoría Superior del Congreso del Estado. Sin duda con él se lleva valiosa información y “secretos” del gobierno egidista al que fue enviado a proteger.
Hay varias preguntas al hilo ¿por qué hasta ahora renunció? ¿para “sanear” las cuentas públicas de sus protectores? ¿hacer trabajo sucio?.
La dimisión fue confirmada en boletín oficial del Poder Legislativo. Dice que “solicitó la conclusión anticipada de su encargo que vence en abril del 2018”. ¿Las razones? “Estrictamente personales”, según el mismo documento.
Sin embargo hay sospecha. Salman tiene el antecedente de haber “centaveado” al Gobierno de Eugenio Hernández Flores, cuando este y su gente le pidieron la renuncia como Subsecretario de Ingresos de la Secretaría de Hacienda, donde había permanecido largos años.
Por esos días se habló de cinco millones de pesos con que transó para no seguir adelante una presunta demanda laboral que había presentado ¿hoy también sacó su moche?.
Agregan los datos que el funcionario firmó renuncia “luego de una profunda reflexión y consultar a su familia”. Aquí cabe otra pregunta ¿cuándo un funcionario renuncia a la ubre del presupuesto? Nunca por voluntad.
Las crónicas del seis de abril del 2011 dan cuenta de una escandalosa sesión del Congreso en que Miguel fue nombrado Auditor. Decenas de colonos invadieron galerías para tratar de romper el “dedazo” de Egidio Torre Cantú.
Dirigidos por Martín Enríquez, Herlinda Verdines, Celia Cruz y Adrián Villanueva gritaron a los diputados en plena sesión.
-¡No voten por él, los ciudadanos estamos en contra de él!. ¡Es una persona que nos ha robado!.
Los diputados no les hicieron caso. El nombramiento fue aprobado por unanimidad (PRI, PAN, PRD, PT, Verde, Panal) para darle chamba por siete años y la posibilidad de reelección por otro tanto.
La organización del “circo” en el Congreso fue atribuida a la gente del ex Gobernador Eugenio Hernández Flores, que sabían que Miguel los había “centavedo”.
Más gritos:
-¡Que regrese (Salman) los cinco millones de pesos que le sacó al gobierno!.
No se les escapó al momento de rendir su protesta como Auditor Superior:
-¡Que pase el desgraciado!.
Esta vez no se cree que el contador se haya retirado “limpio” sino “forrado” de billetes. Su nombramiento vencía hasta abril del 2018.
Así como llegó Miguel Víctor Salmán Alvarez a la ASE así se ve, entre la sospecha y el escándalo.
Y entre el escándalo también “renunció”, casi a la misma hora el Subsecretario del Medio Ambiente Roberto Salinas Salinas, “acusado” de conducir en estado “burro” un vehículo oficial, chocar una camioneta particular, huir y volcarse en el Libramiento Naciones Unidas con la destrucción total de la unidad pública.
Dos “renuncias” casi simultáneas aunque por causas diferentes y de partidos políticos encontrados. Don Migue es tricolor; Don Roberto Ciriaco azul.
Solicitar el retiro inmediata del Subsecretario, sin vacilaciones, es una buena decisión del Gobernador Francisco García Cabeza de Vaca. Es un escarmiento para otros funcionarios que empinan el codo.
La salida es también una pérdida para el PAN. El caguamero ingresó al partido el uno de junio de 1986. Como pocos en esta tierra cueruda, está por cumplir 31 años como militante.
En la época se dio de alta su mujer Teresa Aguilar Gutiérrez, ahora diputada local. El Registro de Militantes dice que ingresó al partido en noviembre de ese mismo año.
Toda su vida ligado al partido.
En febrero del 2015 Roberto se incorporó como Secretario de Acción Gubernamental al lado de César Verástegui Ostos (ahora Secretario General de Gobierno) en el CDE del Partido Acción Nacional. Ahí estuvo hasta el 15 de noviembre en que los vientos del cambio le dieron la Subsecretaría.
Entre 1995 y 1998 Salinas Salinas fue dirigente estatal del partido. Era una delegación que había creado el CEN para superar diversos problemas de “venta” de las siglas.
A finales del gobierno de Manuel Cavazaos Lerma, militantes panistas “descubrieron” que su presidente estatal, Gelacio Márquez Segura, estaba al servicio –y no gratis- de la administración priísta.
Una delegación es una representación directa del nacional. No valen consultas ni asambleas y menos elección de dirigentes. La administración es directa.
Es el fin de la historia política de quien pudo haberle “rendido” más a su partido. En las elecciones del 2018 fácil ganaría la diputación por el Distrito Sur de Victoria en lugar de Tere su mujer. Por la borrachera lo perdió todo.
Para aquellos priístas que esperan la convocatoria para renovar la dirigencia estatal, hay que decirles que por fin el CEN abrió los procesos.
Expidió la convocatoria en Guerrero donde este lunes se hará el registro de fórmulas a presidente y secretario general. Pero como solo habrá una, ese mismo día se les hará ganadores.
El requisito principal es “haber desempeñado algún cargo partidista”, algo que seguramente los aspirantes tamaulipecos reúnen de sobra.
Como es costumbre en los partidos, lo más seguro es que la convocatoria de allá se repita en Tamaulipas. Solo cambiarán las fechas y los nombres de las ciudades.
Antes de expedir la convocatoria deberá reunirse el Consejo Político Estatal para acordar el procedimiento de la elección de los dirigentes, es decir, por asamblea de delegados.
Nos vamos, no sin antes comentar que los diputados locales regresan de sus vacaciones. Este domingo comienza el segundo periodo ordinario de sesiones de la 63 legislatura. Es a las once de la mañana. Antes, el sábado, es la última jornada de la Comisión Permanente.