Luis Lauro Carrillo.
¿Porque en México no se cumple la ley?
Se ha definido a la Ley como una regla social obligatoria, establecida en forma permanente por la autoridad pública y sancionada por la fuerza en caso de de inobservancia o incumplimiento.
Viene cuento lo anterior porque en México la ley prácticamente ya no se cumple ni se respeta, a causa de la impunidad, la violencia delincuencial, la inseguridad pública, el desacato y la corrupción, dando como resultados que las instituciones políticas estén en riesgo de quedar al margen de la legalidad.
Cabe subrayar que ante el clima de impunidad que prevalece en el país, la ciudadanía se siente rehén de la delincuencia organizada, y de los propios políticos y gobernantes. De ahí que una política sin ética es sólo la continuación, por otras rutas del delito.
Por tanto la falta de cumplimiento de las leyes radica inicialmente en lo mal que fueron hechas. Son ambiguas, profusas y oscuras que propician actos de corrupción e impunidad. Su complejidad las hace difíciles de interpretar y provoca contradicción de criterios.
Además también son inequitativas, quien cuenta con más recursos financieros y puede pagar un buen abogado, logra evitar que se le cobren impuestos o se le envíe a prisión tramitando un amparo. Quien no, acaba pagando el impuesto, la deuda o termina condenado a compurgar una pena corporal.
Conviene señalar que hay un comportamiento reiterado de rechazo a la obligación que impone vivir en un estado de derecho, observar las normas en vigor y aceptar que su incumplimiento da lugar a sanciones.
Está visto que la violación a los reglamentos y el incumplimiento de la ley hace cada vez más frecuente el recurso a la represión, que se supone debe utilizarse en última instancia para someter a grupos radicales al acatamiento de las leyes prescritas y decisiones administrativas.
Así pues, el incumplimiento de obligaciones legales y la falta de respeto a la ley, deriva a otros ámbitos delictivos: el desacato, la ocupación de espacios públicos, el vandalismo, la extorsión, el secuestro, la trata de personas, el tráfico de drogas, la venta de mercancías robadas o piratas y la corrupción de funcionarios.
Tengamos presente que la ausencia de estado, la ingobernabilidad en regiones del país, la falta de eficacia y eficiencia, observada en los tres órdenes de gobierno, la grave descomposición de las instituciones, horadadas de tal forma por la corrupción que impiden al Estado cumplir sus fines, está el origen de las causas de incumplimiento de la ley
De igual modo se carece de una cultura de la legalidad, que haga evidente la convicción para asumir su observancia en forma espontánea y no existiendo temor por el riesgo de la sanción correctiva, las posibilidades para que prevalezca el fenómeno jurídico son escasas en el mejor de los casos y nulas en el peor.
No cabe duda que la abundancia de trámites también genera todas las condiciones para que gobernantes, legisladores y presidentes municipales cobren por su agilización. La profusión de nuestras normas deviene en procesos larguísimos, rezago y más corrupción.
Se debe indicar que la carencia de legitimidad de la ley trae como consecuencia su incumplimiento, por la falta de aceptación y reconocimiento de la ciudadanía, que rompe el equilibrio entre la legitimación del ordenamiento jurídico y la aplicación de sanciones por parte de la autoridad.
Por consiguiente la ley se considera un instrumento de los privilegiados, donde los ciudadanos piensan que pueden desobedecerla porque es injusta, porque no responde a las garantías que se esperan de la actuación de la autoridad.
Por otro lado se puede decir que las pocas leyes que se cumplen son aquellas donde el estado ejerce su facultad coerción para imponer sanciones a aquellos que no acaten las disposiciones legales. El mejor ejemplo es el cobro de impuestos como el ISR y otros, a los contribuyentes registrados en el SAT.
En definitiva la realidad es que existe un numeroso sector en el país que de manera sistemática infringe de manera cotidiana leyes y reglamentos, ante este escenario, el Estado mexicano debe enfocarse en hacer que crezca la confianza, la prevalencia del derecho, vencer la corrupción en las instituciones políticas, lograr que los mexicanos confiemos mas en ellas y entre nosotros mismos.
Twitter: @luiscarrs
