Cd. Victoria, Tamaulipas.- Si Luis Donaldo Colosio no hubiera muerto, ahora tendría 64 años y sería abuelo. Su consuegro sería (es) de Tamaulipas, concretamente de San Fernando, Tamaulipas.
De no haber muerto ese 23 de marzo de 1994, Colosio hubiera llegado a la Presidencia de México y ahora estaría recibiendo su “jubilación “ como ex jefe del estado mexicano.
Yo no se, querido lector, si a Luis le surgieron cualidades a partir de su fallecimiento o las tenía cuando vivito dirigió la SEDESOL federal y el PRI.
Mucho se ha escrito del sonorense. En los últimos 20 años han surgido diversas versiones sobre el asesinato, de los autores intelectuales y sobre todo de las causas.
Se habla de aquel memorable discurso en que dijo:
-Veo un México con hambre y sed de justicia, de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la Ley quienes deberían de servirla, de mujeres y hombres afligidos por abusos de las autoridades, o por la arrogancia en las oficinas de gobierno.
Si Donaldo no estuviera muerto, su esposa Diana Laura sí. Se fue al cielo un poquito después del homicidio.
Ahora bien, si no hubiera sido baleado ¿qué hubiera pasado en Tamaulipas en cuando al destino político? Sin duda aquí trajo consecuencias; el escenario, la historia cambió de la noche a la mañana. Por aquel entonces eran otros los actores.
Querido lector ¿se ha puesto a pensar quien de sus amigos (de él) hubiera sido Gobernador de Tamaulipas? ¿quién alcalde de ciudad Victoria?.
Todo indicaba que el de Sonora daría continuidad al poder presidencial de imponer a los candidatos a Gobernadores. Así lo perfilaba en sus acciones.
Si las elecciones iban a ser en julio de ese 1994, Luis había realizado ya una gira de proselitismo por nuestra entidad. Nadie la entendió o le encontró sentido.
No se entiende por qué llegó a la zona sur de la entidad, Tampico, y de ahí le programaron su actividad hacia el norponiente. Estuvo en González, Mante, Ocampo, Tula, Jaumave y hasta llegar a Victoria. ¿qué caso tenía?.
Da al impresión que los programadores no querían que el candidato conviviera con el grueso de los tamaulipecos. En todo caso debió haber tocado las grandes ciudades como en fecha reciente lo hizo Enrique Peña Nieto, quien estuvo en Tampico y Reynosa.
¿Qué caso tenía ir a Ocampo y Jaumave donde apenas había, hay un puñado de electores? A 20 años los que conocen del tema o le encuentran sentido. Anduvo “ranchando”, como se dice en el medio rural.
Ahora bien ¿quiénes eran los responsables de la gira del candidato? En Tamaulipas uno de quienes dijo haber llorado por su muerte, Oscar Luebbert Gutiérrez, era el presidente estatal del PRI ¿tuvo que ver en ese itinerario? ¿acaso Ramón Durón?
El más tarde presidente de Reynosa decía que él era amigo del candidato y sería el próximo Gobernador.
Sin embargo los indicios señalaban que el siguiente hombre en Palacio podría ser Javier Cervera, un empresario victorense que ya para entonces tenia hueso por disposición del candidato: Era el presidente del Comité de Financiamiento.
Lo más lógico era hacerlo senador o diputado federal y de ahí encaminarlo rumbo a la gubernatura.
Transcurridos los funerales y el dolor partidista, Cervera se retiró del mundillo político y, a 20 años, es fecha que no reaparece.
Decían que fue –y él se dejaba querer- compañero de Luis Donaldo en el Tecnológico de Monterrey; compañeros “de banca” y de casa de asistencia.
Se recuerda también que el paisano Ramón Durón Ruiz, entonces residenciado en el Distrito Federal, ya andaba montado en la campaña de Luis Donaldo. Estaba en giras y hasta escribió un libro después del homicidio.
Como si fuera ayer, se cumplieron los primeros 20 años del asesinato del candidato presidencial, y de una cosa sí estamos seguros: Se le recuerda más, en su persona y sus ideales, que al mismísimo Alvaro Obregón, el otro candidato asesinado.
Este sábado 22 los priístas de Tamaulipas, con su dirigente Rafael González Benavides a la cabeza, rendirán homenaje y recordarán al sonorense con motivo de su fallecimiento.
La cita es a las diez de la mañana en la explanada del CDE, donde tomarán la palabra el propio González Benavides y el presidente de la Fundación Colosio, Eduardo Hernández Chavarría
Si cambiamos, el Gobernador Egidio Torre Cantú y su esposa María del Pilar González de Torre, encabezaron este viernes el evento del 208 aniversario del natalicio de Don benito Juárez García.
Los organizadores dieron un giro a la celebración y por primera vez se realiza en una comunidad ejidal. Fue precisamente en el ejido que lleva el nombre del Patricio, en el municipio de Victoria.
Es algo de resaltar porque los eventos siempre se habían realizado en la plaza Juárez (Palacio de Gobierno), o bien en al hemiciclo que está en el Palacio de Justicia.
Más tarde el Gobernador y su esposa se trasladaron a las instalaciones de la Cruz Roja donde pusieron en marcha la gran colecta 2014 y entregaron cuatro ambulancias de la institución que darán servicio en Madero, Tampico, Mante y Victoria. También presente el alcalde Alejandro Etienen Llano y su esposa Katya Salinas.
Nos vamos en sabadito a la “Carrera del Agua” allá en el Parque Bicentenario y nos vemos el domingo (y lunes) en este mismo espacio.
