Cd. Victoria, Tamaulipas.- La Revolución Mexicana ya no existe, fue un sueño que se diluyó en el transcurrir de un siglo. Es un mito en el que vivieron nuestros antepasados pensando en que un día podrían vivir como los hacendados.
Por disposiciones del Presidente Enrique Peña Nieto esta vez no habrá desfile cívico militar en la ciudad capital, aunque sí en la mayor parte de las entidades federativas.
Es la revolufia fallida a la que el ex Presidente Vicente Fox le dio el primer “descontón” al suspender los eventos conmemorativos en el año 2006. Luego vendría otro agravio en el 2007 con Felipe Calderón. La puntilla se la da el señor Peña.
¿Para qué desfilar? ¿para que recordar? Es algo abstracto que acabó de sepultar el tiempo y la demagogia de quienes se dijeron revolucionarios e hincharon sus bolsillos de dinero a costillas del erario.
Este columnista ya lo había propuesto: Que se deje de engañar con el cuento de la Revolución (¿todavía con mayúscula?).
Da pena decirlo pero así es. Por casi un largo siglo los sedicentes héroes del movimiento social engañaron a los mexicas como se engaña a los niños con Santo Clos o los Reyes Magos.
El tiempo nos da la razón. Ya no hay razones de celebrar ¿el ejido? Ese ya se privatizó, ¿créditos para el campo? ya no existen, ¿repartir la tierra? ya se acabó también.
Yo, este columnista, felicita al Presidente Peña y a sus colaboradores por hablar con la verdad a sus paisanos, ya no engañarlos con el cuento de la reivindicación de los derechos, de la justicia social y de otros lenguajes trillados.
Hay que decir que el primer desfile oficial fue un acuerdo del Senado de la República en 1936 y de ahí continuaron los eventos ininterrumpidamente hasta que en el 2006 el botudo Fox terminó con la fiestecita.
Dícese que el primer “festejo” de los revolucionarios tuvo lugar en 1917 (en el Distrito Federal), pero fue hasta 1941 cuando Avila Camacho encabezó el primer evento formal. De ahí los presidentes siguieron con esa tradición, o costumbre ¿sentimientos? ¿principios?…
De Tamaulipas no tenemos datos pero suponemos que la conmemoración tiene una trayectoria similar a la del evento nacional.
Además, en este 2013, en nuestra tierra sí habrá ceremonias y hasta desfiles. Es decir, aquí no se verá interrumpida la tradición, y hasta podríamos presumir que aquí sí somos revolucionarios.
Hay quienes afirman que la Revolución duró “apenas” 90 añitos y a su nombre se cometieron crímenes que hoy da vergúenza contarlos, aunado a que el movimiento armado hizo milagros: Muchos ricos de la noche a la mañana.
La revolución ya no existe y no pasará nada si no se “celebra” su inicio. Lo que hay que festejar ahora es su fin.
Yo por eso, como mexicano, pido y exijo que desaparezcan, que se cambien los nombres de “Emiliano Zapata” a los 15 ejidos que lo llevan en Tamaulipas; también los ocho de “Venustiano Carranza” y los cinco de “Francisco Villa”.
También que desaparezcan del lenguaje comunidades como Redención Campesina o Justicia Agraria y Mártires de Chinameca que vienen siendo un insulto a las buenas costumbres.
Los presuntos revolucionarios vivieron como millonarios, desde Madero, pasando por los líderes del movimiento y hasta nuestros cueruditos como Alberto Carrera Torres, que terminó siendo millonario y disfrutada de un automóvil Cadillac que, cuando fue capturado, le decomisó el gobierno.
Los automotores eran raros en México, solo poseían los millonarios. Y el bizco de Bustamante tenía uno.
Por eso yo exhorto a las autoridades educativas a que terminen con la farsa de disfrazar a los niños como Maderos y Zapatas, y a las mujercitas como Adelitas o Valentinas.
Ya no queremos ejidos con nombres de oportunistas y prófugos del arado como Silva Sánchez, Magdaleno Aguilar, Marte R. Gómez, Juan Báez Guerra o gente parecida.
Después de todo, el general Lucio Blanco, cuando repartió la hacienda Los Borregos en el municipio de Matamoros, andaba hasta atrás de borracho y posiblemente hasta bajo los influjos de sustancias prohibidas.
A las nuevas generaciones a quienes quieran saber algo de esos sedicentes revolucionario, yo les recomiendo que vean alguna de las siguientes películas: Viva Villa, Vámonos con Pancho Villa, La Adelita, Viva Zapata, la Soldadura, La Valentina y Los Dorados de Pancho Villa.
Si cambiamos de tema, el Gobernador Egidio Torre Cantú anunció en conferencia de prensa, en pleno día festivo, que el Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio 2014 registrará un crecimiento extraordinario del 32 por ciento en relación al año inmediato anterior, o sea el presente 2013.
El gasto federal crecerá en mil 763 millones de pesos y es resultado de la gestión del propio ejecutivo y de los diputados federales que representan a nuestra tierra.
Pues bien, si en los primeros tres años de la administración el gasto fue encaminado a la seguridad, esta vez se privilegia lo social y la infraestructura para el desarrollo.
La misma tarde del lunes, Torre Cantú y sus colaboradores partieron hacia Miquihuana para poner en marcha la continuación de la carretera que va para Mier y Noriega y Matehuala, en Nuevo León.
Antes de irnos, fue un éxito el stand que montó el municipio de Guémez, encabezado por el alcalde Julio César López Walle, en la Feria y Exposición Tamaulipas 2013. Se mostró el avance de sus productos como la citricultura. Ahí estuvo el presidente con su esposa Amelia Margarita Acuña Hernández, quienes le dieron la bienvenida al Gobernador Egidio Torre Cantú y su esposa María del Pilar González de Torre.