“PRIVILEGIOS DE MARÍA…”
Lic. francisco Javier Álvarez de la fuente
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María ocupa un lugar clave en toda la historia de la salvación, no sólo por ser la Madre de Dios, sino por su íntima comunión y activa participación en el misterio de Cristo.
En frase del Vaticano II, densa y rigurosa: “Así María, hija de Adán aceptando la Palabra divina, fue hecha Madre de Jesús y, abrazando la voluntad salvífica de Dios, con generoso corazón y sin impedimento de pecado alguno, se consagró totalmente a sí misma, cual esclava del Señor, a la persona y a la obra de su Hijo, sirviendo al misterio de la Redención con Él y bajo Él, por la gracia de Dios omnipotente. Con razón, pues, los santos Padres estiman a María no como un nuevo instrumento pasivo, sino como cooperadora de la Salvación humana por la libre fe y la obediencia” (Lumen Gentium, n. 56).
¡Qué hermoso texto! Los verbos en gerundio ponen de manifiesto la actitud de María.
· Aceptando la Palabra de Dios: actitud de fe y confianza.
· Abrazando la voluntad salvífica de Dios: actitud de disponibilidad y de amor.
· Sirviendo al misterio de la Redención: actitud de obediencia y humildad.
De todo esto deducimos que María en la historia de la salvación no es el centro, pero está en el centro. No se colocó a si misma ahí, ni la colocaron los hombres sino que fue Dios quien la puso. Y su puesto está en relación única y llena de sentido con la Persona de Cristo y su obra redentora.
¿Qué rasgos tenemos de María, extraídos de los textos bíblicos?
a) En el Antiguo Testamento:
· María es la Nueva Eva, antítesis de la primera Eva; Nueva Eva unida al Nuevo Adán, su Hijo.
· María es la Virgen que concibió al Emmanuel, de la que habló el profeta Isaías.
· María es la Madre que dio a luz en Belén, que ha de dominar en Israel, como dijo Miqueas.
· María es esa hija de Sion, con la que Dios se desposó en amor exclusivo y la que nos engendró en el dolor para transformarnos en el Nuevo Pueblo de Dios.
b) En el Nuevo Testamento: ¿Qué rasgos deducimos de María?
· María es la Mujer Elegida por Dios, no por los hombres. Y con la elección le vinieron todos los privilegios que pronto veremos.
· María es el Nuevo Arca de la Alianza porque en su seno se hizo realidad el “Dios con nosotros, el Dios encarnado”
· María es la Virgen oyente de la palabra de Dios, escuchada en el interior de su corazón y trasmitida por Dios a través del ángel.
· María es la Virgen creyente, al dar su consentimiento en la fe y con la fe al Plan de Dios.
· María es la Virgen servicial, que sirve a su prima Isabel, y en ella a toda la Iglesia. Siempre atenta y fina.
· María es la Mujer evangelizadora, porque es a Cristo a quien lleva y trasmite en la casa de su prima, y todos quedan llenos de la alegría del Salvador.
· María es la Virgen orante, por eso entona su oración de alabanza y gratitud a Dios, ante los piropos que le lanzó su prima.
· María es Belén es la Virgen Madre que aprieta en sus brazos a su Hijo y lo amamanta con sus pechos. Madre tierna, contemplativa, generosa.
· María es la Virgen oferente, cuando acude al templo para ofrecer a su Hijo a Dios y a ofrecerse a sí mismo.
· María en Caná es la Virgen confiada y sobre todo intercesora y mediadora. No hace el milagro, pero lo provoca con su influencia moral y su intercesión.
· María en Caná comienza a vivir la Maternidad universal, al interesarse de nuestras necesidades.
· María en la cruz es de nuevo la Virgen oferente, que entrega a su Hijo al Padre para la Redención de la humanidad, y se entrega a sí misma en obediencia. También en la cruz ¿no será María la corredentora?
· Pero sobre todo es en la cruz donde ya María queda convertida en Madre de la Iglesia.
· Y en Pentecostés, María es el Alma y el Aliento de la Iglesia naciente y evangelizadora.
· Y finalmente en el Apocalipsis María es la triunfadora, la vencedora del mal, la que pisó la cabeza de Satanás. Y con ella, triunfaremos también nosotros.
Así las cosas, desde éste espacio seguiremos escribiendo sobre nuestra religión Cristiana Católica como en este caso sobre la Madre de Dios, y madre nuestra, y para ello… ¡Aquí estamos!