Cd. Victoria, Tamaulipas.- Dispuesto a “quedar bien” con su gente, con quienes le ayudaron a dilapidar el presupuesto durante los tres años, el hombrecillo organizó una cena de despedida en su señora residencia.
Primero hablaron algunos miembros del ayuntamiento y funcionarios. Le reiteraron lealtad a su jefe hasta la muerte; se mostraron dispuestos a acompañarlo en cuanta nómina pudiera colocarse.
En su turno el “jefe” les agradeció su colaboración, el “sacrificio” por trabajar para el gobierno capitalino, y dijo que seguiría participando en política.
Más tarde vino la entrega de los “bonos de retiro”, o los bonos del fin de trienio que consiste en una especie de compensación por “servicios” prestados para quienes se van.
Era diciembre del 2010, corrían las últimas horas de la funesta administración. Ya Se habían entregado los bienes del municipio al nuevo alcalde, menos la chequera.
Ahí estaban Enrique Arreola Vidal, Francisco Quintero Salazar, Josefa Cárdenas Ballesteros, Jesús Uresti, Juan de Dios Zozaya, todos aquellos que cobraron tranquilamente en la nómina por ese trienio.
Los tres años se habían convertido en un auténtico festín económico.
Primero colocaron como tesorero a un Rodrigo Manautou Higuera y luego a un tal Federico González Fernández, quienes gozaron hasta la saciedad las mieles del presupuesto.
Al final, cuando ya no quedaba dinero en caja, el perverso jefe del clan decidió pedir un préstamo bancario por 50 millones de pesos. Ese dinero no se pagaría; era una herencia maldita para la siguiente administración.
Una vez que pasaron los “principales” miembros del ayuntamiento y funcionarios, aparecieron a escena los segundones que querían su parte del festín.
-¿Cuánto queda en Tesorería? Preguntó el gran jefe talabosques al responsable de las finanzas.
-300 mil pesos –le contestó algo inhibido el aludido-.
-De ahí hay que darles. No vamos a dejar nada –ordenó el patrón.
Los que estuvieron presentes calculan que la segunda “tanda” de “bonos” fue por una suma de 150 mil pesillos más y el jefe financiero guardó para si mismo el resto, o sea otros 150 mil del águila.
El festín ya casi terminaba. Cada cheque iba firmado por el mero jefe y el tesorero y las pólizas por el síndico. Todo dentro de la “legalidad”.
Testigos del aquel dispendio indiscriminado de los recursos públicos, que en realidad nadie sabe cuántos millones fueron (hay quienes dicen que a lo mejor los 50 que habían pedido prestados), los meseros y personal de servicio también exigieron su “bono” del trienio.
Ante ello, Federico, Avila Hinojosa y otros de “primera línea” del equipo se comprometieron con los señores a entregarles en ese momento su parte del botín reclamado.
Pero es fecha que siguen esperando. El hombrecillo que repartió “resorterazos” se metió a sus habitaciones personales y jamás volvió.
Habían cerrado con precisión matemática un programado “Año de Hidalgo”…
La siguiente administración empezó a pagar al banco el aquelarre gangsteril de aquel grupo insaciable de dinero. Lo seguirán pagando varias administraciones más.
Por eso hoy, sin duda, es satisfactorio escuchar de voz del alcalde Miguel González Salum y sus colaboradores que no habrá “bono de retiro” para el equipo que sale de la administración.
Es reconfortante saberlo, cuando además sabemos que las finanzas del municipio, aunque saludables y con liquidez para salir de los compromisos, andan bajas por cumplir con el despilfarro de aquellos facinerosos.
No hay Ley que diga que se les tiene que “dar” dinero a los regidores y síndicos que se van.
Esa ha sido una práctica corrupta de las administraciones del PAN. A finales de 1995 en el municipio de Victoria, la alcaldesa en funciones Teresa Aguilar GUTIERREZ hizo otro gran festín con el erario público cuando entregó “bonos” a diestra y siniestra.
Cuando ya había entrado la siguiente administración y las chequeras habían sido cerradas, todavía Teresa y su Tesorero Benjamín Prieto Treviño estaban cobrando cheques que se giraron ellos mismos por montos económicos bastante altos.
Al ver que los panistas no querían terminar con el aquelarre presupuestal, el alcalde Pascual Ruiz García ordenó que el área jurídica y de sindicatura presentaran una demanda penal en la PGJE en contra de Prieto y Aguilar, pero desafortunadamente jamás “avanzó” en la dependencia.
Al parecer el Gobernador Manuel Cavazos Lerma había decidido “perdonar” los delitos de los panistas que estuvieron al frente de los destinos de la ciudad capital.
Hoy, hoy, vemos que la administración del PAN en Tampico ya decidió regalar 50 mil pesillos a los integrantes del cabildo antes que se vayan en septiembre. De seguro también habrá para la alcaldesa Magdalena Peraza Guerra y colaboradores.
Variando, este jueves y viernes el Gobernador Egidio Torre Cantú realizaría una gira de trabajo por los municipios de Mante, Ocampo y González, como parte de una jornada estatal que realizará antes que culminen las presentes administraciones locales. Recorrerá los 43 municipios.
En el evento de esta semana, el ejecutivo inauguraría importantes obras, empezando por Mante a las seis de la tarde en la colonia Enrique Cárdenas donde se ha instalado un parque de barrio.
Para finalizar, hay que decir que el Congreso del Estado que comanda Carlos Solís Gómez, exhortó a los ayuntamientos a cumplir en tiempo y forma el proceso de entrega recepción a los sucesores.
Deben entregar la chequera con suficiente lana para que los nuevos alcaldes paguen cuentas hasta diciembre ¿lo harán? Solo se necesita un escarmiento y los alcaldes se pondrán dóciles, gastarán solo lo programado y no harán el “Año de Hidalgo”…
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