Cd. Victoria, Tamaulipas.- Nuevas caras, nuevas figuras políticas empezaron a construirse en los principales partidos políticos de Tamaulipas, PRI y PAN, a partir de la elección del domingo siete de julio.
Desde esta fecha y en sus nuevas posiciones, por lo que pudiera ofrecerse dentro de tres años, ellos estarán en las primeras planas de los periódicos y espacios de los medios electrónicos.
Hace apenas unos cuantos meses, Alejandro Etienne Llano era el presidente del Tribunal de Justicia. Su ciclo como magistrado vencía hasta el 2014, pero aceptó el reto de vivir la aventura de la política, la política pura, y hoy lo tenemos en un lugar privilegiado en la escena tricolor.
Le puso kilos a su campaña y, aunque no sacó los 86 mil votos de su antecesor Miguel González Salum, el nuevo panorama tripartidista le concedió más de 51 mil que son bastante aceptables.
Venció con holgado porcentaje a un enfurecido Gustavo Cárdenas Gutiérrez, quien “chapulineó” del PAN hacia el Movimiento Ciudadano pensando que barrería los votos para su causa mercantil.
Mesurado, no serio pero tampoco relajo –como dicen las nuevas generaciones-, sin duda Etienne encabezará uno de los grupos hacia la sucesión estatal del 2016.
Bueno, a menos que se encierre a meditar en el viejo edificio del 17 Hidalgo, lo que no se cree. Es más, hasta podría recibir aliento del Palacio del 15 y 16.
Hasta antes del proceso electoral solo un miembro del grupo compacto, Homero De la Garza Tamez, tenía el visto bueno para moverse por toda la entidad con el sueño esperanzador de ser la cabeza de la siguiente elección tricolor.
Así como Rodolfo Torre Cantú recibió el banderazo de promover su estructura política propia, así Homero ha construido el esquema que lo podría llevar a una candidatura ya no tan lejana.
Después del siete de julio, Homero ya no estará solo. Los ojos también estarán puestos en Etienne y, según el desempeño que demuestre desde la alcaldía de la capital, podría ser el boleto que se le conceda para la rifa de la sucesión.
Ellos estarán jugando por el equipo local, o sea del establo de Egidio y, llegado el momento, con todo derecho podrán reclamar lo que les corresponde al esfuerzo realizado.
Al jefe del equipo, a ellos mismos, no les fue mal en la entrega de cuentas: Salvaron 35 alcaldías, las mismas que ahora tienen, y solo dejaron ir seis escaños en el legislativo.
Esto les dará el derecho a proponer, a exigir si es necesario, que solo el grupo local estará en condiciones de sacar adelante la elección del 2016 sin contratiempos, o sea en favor de su partido, el PRI.
Con la carta de los resultados electorales en mano, Egidio y los suyos podrían evitar la llegada de un forastero, o sea un tamaulipeco residente en el Distrito Federal.
Está por verse si, en el Nuevo PRI, ya no intervendrá la pesada mano del Presidente de la República en su calidad de priísta.
Esto lo veremos cuando, en el 2015, se de la renovación de las gubernaturas de Colima, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí y Sonora.
En Baja California, el primer estado con elecciones de Gobernador en la era tricolor en Los Pinos, quedó demostrado que las fuerzas locales se llevaron la candidatura. Lo más probable es que el fenómeno se siga dando.
En el 2014 habrá otras elecciones, aunque locales, en Baja California, Hidalgo, Nayarit, Guerrero, Coahuila y Michoacán, de diputados y alcaldes, lo que será otra prueba para el PRI.
Por lo que hace al Partido Acción Nacional, las nuevas figuras son Leticia Salazar Vázquez, quien ganó la alcaldía de Matamoros, y Carlos Cantú Rosas Villarreal, que se llevó la de Nuevo Laredo.
Para el partido son sangre nueva, joven y menos viciada que el tristemente célebre Francisco Javier García Cabeza de Vaca o el negociante (político) Gustavo Cárdenas Gutiérrez.
De haber seguido en el PAN, y si hubiera conseguido la alcaldía de la capital, el mismo Gustavo ya estaría pensando en su tercera candidatura al gobierno de Tamaulipas.
Para nadie es un secreto que Cabeza de Vaca sueña, se siente ya el abanderado azul al gobierno. Lo ha intentado en dos ocasiones sin resultados.
Esta vez perdió en Reynosa, su casa, su centro de operaciones, su “caja chica” que pensaba manejar para un largo proceso de precampaña.
Cárdenas cavó su tumba política. Se creyó necesario e indispensable como su padre Jorge, quien fue dos veces alcalde de Matamoros por partido diferente. Le erró en el cálculo.
El barrendero, escobero y patrón negrero, difícilmente podrá levantarse de su cumba y andar.
El muchacho perdió hasta en su propia casilla, en su sección, y eso es vergonzoso.
Se trata de la casilla 1593 básica rural ubicada en Felipe de la Garza 1234, fraccionamiento Las Palmas, o sea en la Universidad Pedagógica Nacional.
Ahí, los datos dicen que Tavo, apoyado por el MC, alcanzó 119 sufragios, en tanto que el priista Alejandro Etienne se llevó 221 y el panista Arturo Soto 75.
Ahí mismo perdió la mesa contígua con 143 sufragios frente a 221 del partido tricolor y 70 del azul.
En cambio, el chavo de la colonia Azteca, Arturo Soto, se alzó con el triunfo en su seccional de la calle Soto la Marina, en la colonia Liberal -casilla básica y cinco contínuas-, con la suma de 905 sufragios en contra de 589 del PRI.
Y bueno, luego le comentamos cómo quedaron en sus respectivas casillas Blanca Valles Rodríguez y el jovenazo Ricardo Rodríguez Martínez, candidatos a diputados tricolores.
Nos vamos.
