Cd. Victoria, Tamaulipas.- Las campañas políticas están en todo su apogeo. Candidatos y partidos luchan por llegar a las alcaldías y escaños en el Congreso, a lo que cabe preguntar ¿es negocio ser presidente municipal o diputado?.
Le echamos lápiz a los números y se nos hace que quienes buscan las chambas de elección le apuestan a la deshonestidad para recuperar lo que están invirtiendo.
Vamos: No es negocio, en términos de inversión, ser alcalde o legislador.
De acuerdo con el Instituto Electoral de Tamaulipas (Ietam), los siete partidos políticos autorizados tienen el visto bueno para invertir hasta mil 233 millones de pesos en las campañas, adicionalmente a lo que se les concedió en las precampañas, y que suma 305 millones.
El dato dice que se gastarán en las campañas hasta un 55 por ciento del salario mínimo en la región, que vienen siendo 32.49 pesos.
La cantidad es de acuerdo al padrón electoral de octubre del 2012, cuando se levantó el análisis para fijar los topes de las prejornadas.
Por el lado que se le vea, querido lector, está cañón invertirle a una “empresa” cuando no se va a recuperar ni la inversión ¿así de sacrificados son los candidatos?.
Desde estos modestos comentarios pronosticamos que, a como están las cosas, ningún aspirante que gane y se instale en la chamba ejercerá con honestidad.
Para las precampañas de alcaldes se autorizaron 21.5 millones de pesos y otro tanto para los diputados.
De las campañas la cifra es de 88.07 millones, multiplicada por dos (presidentes y diputados de mayoría) y por los siete partidos.
Así las cosas, el de la pluma tiene la ligera ”sospecha” de que nadie que juega es honesto.
Mire usted por ejemplo, de acuerdo con información de la presente legislatura, un diputado se lleva mensualmente la suma de 70 mil del águila que, multiplicados por 36 (tres años), da la irrisoria y despreciable suma de dos millones 500 mil pesillos.
Pero da la casualidad que, en el siguiente ejemplo, los candidatos por el distrito de Reynosa Sur tienen autorizado invertir cinco millones 50 mil pesos (en la práctica doblan la cifra)
No se entiende, porque los señores diputados no tienen “pastel” que repartir, o sea de donde “arañar” para salpicar a quienes aporten para el proselitismo.
En cuanto a los alcaldes, siguiente ejemplo, los aspirantes de Matamoros pueden invertirle al negocio hasta 13.5 melones.
En otra situación parecida, si el alcalde reynosense tiene autorizado un sueldo de cien mil mensuales, en los tres años se chupará 3.6 millones.
La inversión puede ser pagada por el propio candidato –que es lo que debe estar sucediendo-, o bien a través del subsidio oficial que es muy bajo.
Pero mejor dejemos esto que no conduce a nada y no queremos pensar ahora mismo que los alcaldes que queden van a crear empresas fantasmas, o al vapor, para quedarse con la lana de las obras estatales y federales que se realicen.
Los ayuntamientos –hay que entenderlo- no tienen recursos para hacer obra directa; las pavimentaciones, cordones y banquetas son dinero que viene de la federación, por ejemplo.
¿Cuál es el negocio de los presidentes? Bueno, hay varios, como decía el inolvidable maestro de la política don Héctor Treto Cisneros, y el principal consiste en llevar una doble contabilidad.
Por igual se otorgan recibos firmados y sellados por la Tesorería, pero los falsos no entran a las cuentas del Congreso del Estado.
El otro “negocito” son los disimulos para los giros de alcoholes, o sea la ampliación de los horarios o el adelanto de las aperturas en días “secos” y así por el estilo.
Con toda sinceridad el de la pluma afirma que, si no fuera negocio, no hubiera tantos individuos buscando ser alcaldes y diputados y apostándole al Demonio con tal de alcanzar su objetivo.
En otros tiempos las campañas eran financiadas principalmente por las cervecerías de cada región; no había topes de gastos y cada candidato podía regalar no solo despensas sino hasta becerras y marranos.
Ahora es más difícil, aunque no imposible superar los límites que fija el Instituto Electoral.
Lo dejamos por la paz con un criterio generalizado: Nadie que gane administrará con honestidad los recursos públicos… A menos que nos demuestre lo contrario (pudiera haber su excepción).
Y precisamente si hablamos de diputados, mire que el jefe de la legislatura, Carlos Solís Gómez, tiene trabajando a las comisiones y es así que este miércoles se reunirán las unidas de Justicia y Estudios Legislativos, a las nueve de la mañana, y el jueves a las once es la plenaria.
Aparte, mire que otro tamaulipeco empezó a brillar a nivel nacional. Es Adrián Gallardo Landeros, de Matamoros, quien acaba de recibir provisionalmente la dirigencia de la Fundación Colosio, del PRI.
Es licenciado en Economía por el Tec de Monterrey (1987); campeón nacional de oratoria y ex dirigente estatal y nacional del Frente Juvenil Revolucionario.
Las malas lenguas dicen que, cuando el cavacismo, Adrián fue echado en corrida de Tamaulipas. Se refugió en el DF y allá empezó a hacer carrera de nuevo.
El dato agrega que tiene una maestría en Políticas Públicas por la Universidad de Columbia, lo cual habla de sus méritos académicos y tablas.
Y el ayuntamiento capitalino que preside Miguel González Salum realizó este martes sesión de cabildo. Solo entró una petición de donación de terreno por parte del DIF estatal, además de dos documentos en lectura de correspondencia. La siguiente reunión será el 18 de junio.