Por; José Luis Ávila.
Los caprichos de Eduardo Alvarado
1.- Evitemos en estos días caer en pecado, aunque la palabra dice que no se puede evitar que haya incitaciones; pero ¡ay del hombre que haga pecar a los demás!
Pero en verdad todo ello con algunos políticos se va a la borda, un ejemplo muy cercano de esto es nada menos Eduardo Alvarado, alcalde de Padilla.
Primero pide licencia para abandonar este responsabilidad para entrar, según el al quite, en las elecciones internas del PAN en busca de una diputación local, pero al ver que el barco de Gustavo Cárdenas cada vez se iba hundiendo no solamente él saltó sino también hasta el actual regidor del ayuntamiento local, Arturo Gutiérrez Pérez.
Del primero en mención, Eduardo Alvarado, lo justifica con el hecho de que el Partido Acción Nacional presentó candidatos débiles y que a partir de ahí habría pocas esperanzas de llegar.
Pero la verdad es que el alcalde es una persona que siempre ha caído en el “valemadrismo”, palabra que caracteriza aquella persona que le vale madres determinada situación y acción, y ello le facilita olvidos para evitar preocupaciones innecesarias.
Y así como se retiró del ayuntamiento ahora vuelve y a nadie le avisó de la decisión asumida, él mismo lo confiesa, y todo ello trajo una serie de labores y trabajo arduos hacia el interior del Congreso del Estado a tal grado que primero durante una sesión llena de polémicas por parte de la fracción panista y a través del diputado local Manglio Murillo Sánchez, en el sentido de quien habría de ocupar la responsabilidad del alcalde que sin mas Eduardo Alvarado había para entrar a una contienda.
Lo digo porque de inmediato se tuvo que hacer todo el proceso legislativo para
designar a un substituto que cayó en la persona del priista José Carlos García Nava, para que este asumiera el cargo lo más pronto posible
Fue el tema de mayor interés de la sesión ordinaria de ese jueves; sin embargo precisamente ese jueves Eduardo Alvarado decidió renunciar a la candidatura para diputado local y se regresó igual al ayuntamiento como si nada hubiera pasado, es decir sin pena ni gloria.
Yo le pregunto como lo calificaría usted, como una irresponsabilidad o como un valemadrismo, con todo respeto para mi sería lo segundo, pues puso a trabajar la maquinaria del Congreso Local en dos ocasiones y más al Presidente de la Junta de Coordinación Política de este poder, Diputado Local Carlos Solís Gómez.
Porque luego de elegir a José Carlos García Nava para substituir a Eduardo Alvarado, este último decide regresar y el poder legislativo es quien enfrenta esta postura.
Por lo que el Diputado Local Carlos Solís Gómez con absoluto respeto primero determina que los ayuntamientos son autónomos, y que además no pasa nada porque Alvarado esta en sus facultades de regresar y reincorporase al ayuntamiento de Padilla.
Aunque el comunicado de este decisión llegó tarde y será hasta la próxima sesión del Congreso Local cuando se dará a conocer la decisión del aun alcalde, para así dejar sin efecto el acuerdo anterior donde se postulo a José Carlos García Nava como el substituto pero que nunca llego a calentar la silla por el valemadrismo de Eduardo Alvarado.
Con esta postura es muy claro su significado y no requiere de muchas explicaciones, pues simplemente cuando algo no te importa, te desagrada o te es indiferente, un “me vale madre” sintetiza todos estos pensares, cuando una madre es lo más grande, admirado así como respetado para todos, porque todos tenemos madre aunque algunos en cierto momento les digan ¡Qué poca madre!. oK. Así las cosas, ya veremos los resultados. Correo electrónico; [email protected]