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Cuestión pública

30 octubre, 2012
in Editoriales
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Luis Lauro Carrillo.

CRITICA ARQUIDIÓCESIS A SINDICATOS

El brazo político de la iglesia católica, amparada en la impunidad, a través del semanario “Desde la Fe”, vocero de la arquidiócesis primada de México, criticó este domingo al sindicalismo mexicano y a sus liderazgos quienes amenazan con secuestrar al Estado Mexicano si éste no se alinea a sus intereses.

Cabe señalar que en el artículo titulado Sindicalismo, un llamado a su origen se lamentó que en la actualidad las organizaciones sindicales son vistas como fuerzas políticas “que se venden al mejor postor”, y que han sido secuestradas por “líderes inmorales” que han conseguido eternizarse y generar formas de poder contrarias a la naturaleza de los sindicatos.

De esta manera la  iglesia católica no solo se da el lujo de hacer política desde las casas de Dios violando la constitución, sino también a oponerse a las leyes del país como lo es la ley federal del trabajo vigente con respecto a los sindicatos y sus líderes, a sabiendas que nadie les va a poner un freno porque la constitución les vale un comino, lo mismo que las autoridades también.

Más allá de la aprobación de la reforma laboral por la cámara de diputados respecto a la democratización y transparencia sindical, los trabajadores no necesitan leyes ni abogados religiosos para regular el control, funcionamiento y desempeño de sus líderes, bastaría la movilización contra esas dirigencias entreguistas  a los gobiernos en turno, a los empresarios para librarse de ellos.  

De ahí que pudiera resultar inútil reglamentar la democracia sindical, máxime si los obreros en su mayoría carecen de conciencia proletaria hacia su sindicato y por su pragmatismo no les importa quiénes sean sus líderes y estos se eternicen en las dirigencias.

Cabe subrayar que la arquidiócesis desde su periódico hace énfasis en el sindicalismo y sus dirigentes, pasando por alto intencionalmente el fondo de la reforma aprobada en ambas cámaras, que resultó destructiva para los obreros, ya que quitó el carácter protector y tutelar de la ley laboral, no trasciende sobre la producción que será menor y precarización  de la fuerza de  trabajo.

De igual modo disminuye salarios y prestaciones, impulsa la “flexibilización laboral”, fomenta la inseguridad e inestabilidad en el trabajo, legítima el despido, la subcontratación con el “outsorcing”, convierte a  México en depósito de mano de obra barata para los grupos empresariales, nativos y trasnacionales.

Por otro lado no es el propósito de esta columna defender a los líderes sindicales venales, ya que son los trabajadores quienes deberían destituir y enterrar a sus dirigentes corruptos, sino la de objetar la acción injerencista de la iglesia católica que con ligereza cuestiona las ley laboral, a los sindicatos y a sus dirigencias, como si jamás se hubiesen separado la Iglesia y el Estado;

En vista de ello el problema no es dilucidar si la intervención injerencista de las iglesias puede cuestionar a los líderes sindicales y a los sindicatos. El problema es que la Iglesia católica no debe opinar sobre la ley laboral ni de sus instituciones, porque la libertad de expresión tiene límites para proteger el carácter laico de la vida pública.

En efecto la libertad de expresión en una democracia tiene sus límites; el artículo 130 de nuestra Constitución establece que los ministros: « Tampoco podrán en reunión pública, en actos del culto o de propaganda religiosa, ni en publicaciones de carácter religioso, oponerse a las leyes del país o a sus instituciones, ni agraviar, de cualquier forma, los símbolos patrios.

En cambio se debe indicar que los ciudadanos tienen todo el derecho de expresar su opinión, a oponerse a cualquier ley que se discuta y apruebe en este país.

En definitiva resultan atentatorias al estado laico y violatorias a la constitución las críticas al sindicalismo lanzadas por la Arquidiócesis Primada de México que constituye una intromisión  en los asuntos públicos a pesar de que les está expresamente prohibido por la ley.

[email protected]

Twiter: @luiscarrs

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Se le “guisa” aparte

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