Cd. Victoria, Tamaulipas.- Todavía no regresa el PRI a “Los Pinos” y ya empiezan a tejerse historias ¿quién será el siguiente Gobernador? ¿volverán los “dedazos” desde la Presidencia?.
A finales de la administración de Enrique Cárdenas González cundían los rumores de que el viejo bronco y entrón, grosero y “chicharronero”, formaría un partido político alterno al PRI si el elegido para sucederlo o era su primo Morelos Canseco González.
Al fin mortal, Enrique le tuvo miedo al Presidente López Portillo y dobló las manos, aceptó el dedazo a favor de Emilio Martínez Manautou para sucederlo.
En voz del politólogo de Carlos F. Salinas, el periodista José Angel Solorio Martínez escribe en su obra “Grupos de Gobierno” sobre el “destape” del entonces Secretario de Salud.
El Presidente Portillo se habría entrevistado con Don Emilio, a quien pretendía convencer de venirse de candidato a Tamaulipas en 1980.
-A ver doctor ¿cuáles? (precandidatos) el Senador Canseco (Morelos) lo conozco, fue mi alumno; el Subsecretario Villarreal Guerra (Américo), si no pudo triunfar con sus compañeros en las elecciones para el Colegio de Ingenieros Civiles ¿cómo quiere usted que lo envíe a otra elección con esa imagen de perdedor? no doctor, no; Arguelles (Oscar), no voy a hacer candidato a gobernador a alguien que entra a mi casa por la puerta de servicio; Miguelito Treviño (Amparam), es un buen amigo, pero hasta ahí; no doctor, no hay buenos prospectos, usted debe ser por el bien de Tamaulipas.
Al día siguiente, el médico victorense era el candidato al gobierno de Tamaulipas por las siglas tricolores.
Seis años después, el Presidente Miguel de la Madrid habría llamado a su dirigente nacional del PRI, Adolfo Lugo Verduzco, a quien le pidió informes sobre la situación en la tierra cueruda.
Era la noche del 30 de julio en la residencia oficial de Los Pinos.
-Señor –dijo Lugo Verduzco- las condiciones que…
-Arregle todo para el senador Américo Villarreal Guerra.
Unas horas después Américo llegaba como precandidato “amarrado” y presidía un evento masivo en las calles del 20 Hidalgo, frente al viejo edificio priísta.
El procedimiento siguió con el gobierno de Carlos Salinas de Gortari. Los gobernadores eran impuestos desde la Presidencia y no fue la excepción con Manuel Cavazos Lerma
Las cosas cambiaron a la salida de Cavazos y en el mandato de Ernesto Zedillo Ponce de León.
Le apostaban al “dedazo” elementos como Marco Antonio Bernal Gutiérrez y Diódoro Guerra Rodríguez, pero las condiciones habían cambiado: Ahora el dedazo vendría del Gobernador en turno, en ese caso el hombre del sombrero.
De esta forma se sacaron la lotería Tomás Yarrington Ruvalcaba, si no el más consentido de Cavazos, sí el mejor alumno, el orador, economista, disciplinado y ordenado.
Eso ocurría cuando el PRI todavía no era echado a patadas de Los Pinos, como lo había pronosticado el botudo Vicente Fox al llegar a la presidencia en el año 2000.
En el 2005, con mayor razón, el procedimiento tricolor para nombrar candidato siguió inviolable con Eugenio Hernández Flores y el malogrado doctor Rodolfo Torre Cantú.
Pues bien, faltan dos meses para que se instale Enrique Peña Nieto en la presidencia y en el PRI ya se habla abiertamente del procedimiento para nombrar al sucesor de Egidio Torre Cantú.
Para los de viejo cuño, el Presidente regresará al dedazo vil que jamás falló. Nunca perdió un candidato, nunca alguien se rebeló y se fue con las oposiciones.
Para los más “modernos”, el presidente dejará que el Gobernador siga imponiendo a uno de los suyos, ya sea por el apantalle de la consulta a las bases o mediante convención de delegados.
Si es así, el Gobernador Torre deberá tener a la mano sus opciones, cuando menos dos por si le ponen “peros” en los Pinos (PRI y la Presidencia es lo mismo).
En este escenario ¿a quién está proyectando Egidio? Si ya lo hace, hasta hoy sus actividades deben ser muy simuladas, no se ven mucho.
Pronto pasarán los primeros dos años de ejercicio y no se ve muy claro si alguien está despegando con “luz propia” como se dice en el argot.
Por lo demás, para el 2013 veremos cuál es el procedimiento preferido por Peña Nieto para con los candidatos a gobernadores. El primer turno será para Baja California.
Si la decisión es por dedazo, habrá que ir viendo quién es el tamaulipeco mejor amigo del Presidente Peña.
Por ahora no se sabe mucho como en su tiempo lo gritaba a los cuatro tientos el entonces senador echeverrista Enrique Cárdenas González, quien incluso inició su campaña un año antes del cambio de gobierno y mantenía “azorrillado” al Gobernador Manuel A. Ravizé.
También en su turno, Manuel Cavazos Lerma llegó con la bendición de Salinas a amedrentar al Gobernador Villarreal Guerra. Pero esta vez ¿quién es el amigo de Peña en Tamaulipas?.
Ya lo iremos viendo. Muy pronto sabremos si Bernal Gutiérrez se “placea” por el estado girando instrucciones o lo hace Cruz López Aguilar o Paloma Guillén o alguien más que llegue al gabinete.
Nos vamos y le seguimos a la siguiente.
www.janambre.com.mx