Cd. Victoria, Tamaulipas.- La fiesta está por comenzar. Faltan espectadores pero ya están invitados. Algunos llegarán tarde por broncas domésticas, pero al final estarán ahí.
Oficialmente las campañas políticas arrancan el 30 de marzo y ese día empieza a correr desde las cero horas.
Los priístas son los que no van a perder su tiempo, no lo han perdido en broncas estériles y tienen todo preparado: Comenzarán su jornada en el primer minuto del viernes 30, tal y como lo autoriza la Ley.
Mientras los demás partidos andan “despescuezados”, los del PRI tienen su cita en el Centro Cívico Gubernamental de la ciudad capital para recibir el banderazo de “salida”.
Habrá un enlace de video con el candidato a la Presidencia, Enrique Peña Nieto, quien estará iniciando su campaña en Guadalajara, Jalisco. Todo en sincronía con los 300 distritos y las 32 entidades y a la hora precisa.
Ahí estarán los ocho aspirantes a la cámara baja y las dos fórmulas del Senado. También los dirigentes priístas, líderes de sectores y organizaciones, los delegados y todo aquel que quiera ver arrancar a los “gallos” de su partido.
Esto será en conjunto y, ya por la mañana, cada quien en sus distritos (y los senadores a nivel estatal) realizarán sus correspondientes actividades.
Así por ejemplo, Enrique Cárdenas del Avellano, del V distrito, Victoria, tiene programada una conferencia de prensa en el edificio del PRI municipal en 20 Hidalgo.
Mientras tanto en frente, en lo que es el PAN, hay tantas broncas que sus líderes no han pensado siquiera en las campañas.
Este miércoles los 650 panistas de Victoria (y 800 del distrito) amanecieron con la novedad de que sus jerarcas les quitaron a su candidato Eugenio Peña Peña y en su lugar registraron a Lázara González Aguilar, la misma que hoy cobra como senadora y también va en la lista plurinominal con un lugar seguro para la nómina de la cámara baja.
Y en el sur, en el VII distrito, fue echado de un plumazo el candidato Alejandro Felipe Martínez Rodríguez, que para dar paso a la equidad de género en la personita de Marcelina Orta Coronado, la hotelera de Aldama.
No todo termina ahí, sino que hay otros impedimentos para que los del PAN inicien sus campañas, y que no es precisamente la desorganización permanente que se traen, sino los pleitos y odios y rencores acumulados con los años.
Por ejemplo en Reynosa, el PAN no confirma candidato y la decisión la tendrá que tomar el TRIFE en sesión de este jueves.
En apariencia un proceso interno llevó a la candidatura a un tal Humberto Prieto Valenzuela, a lo cual impugnó su contrincante Raúl López López alegando “marranadas” de parte de aquel y de la gente de Francisco García Cabeza de Vaca.
Tampoco está definido quien ocupará las candidaturas al Senado porque hay un juicio en el TRIFE.
Otra inconformidad que definirán los tribunales es la de Francisco Javier Garza de Coss, quien se quejó ante la Sala Superior de que lo mandaron hasta el número 20 de la posición plurinominal donde no alcanza escaño regalado.
Una más es la que presentó el candidato a diputado por Mante, Francisco López Reyes, porque también fue despojado para dar paso a Virginia García Pedraza con el cuento de la equidad de género.
Y el candidato por el IV distrito, Matamoros, Carlos García González, enfrenta un juicio sancionador promovido por el PRI por efectuar actos anticipados de campaña a través de una revista llamada “Conexión, la maquila y su gente”, en su edición No. 37 del mes de marzo, en un artículo escrito por José Luis Montemayor.
En este primer asunto sancionador que maneja el IFE la decisión seguramente se tendrán la semana entrante, aunque el caso de seguro terminará en el TRIFE.
Total que hay broncas en el PAN y los demás partidos “chiquillos” donde no se ponen de acuerdo ni ellos mismos.
Aunque con sus problemas lógicos, los del Instituto Electoral también están enfiestados porque casi ponen a funcionar su maquinaria si escatimar esfuerzos.
Este miércoles se reunió el Consejo Electoral y se ventilaron algunos “asuntillos” que se les puede ver como vaso “medio vacío” o “medio lleno”, según el ojo.
De la insaculación (sorteo) de aproximadamente 250 mil ciudadanos que nacieron en diciembre y enero para ser funcionarios de casilla, han sido notificados 150 mil.
De ellos, la notificación no les llegó a 15 mil 800 porque ya cambiaron de domicilio; mil 450 no fueron hallados por “mal referenciados”; a dos mil 724 no los conocen en el domicilio; mil 200 no se localizaron y más de 700 ya murieron.
Total que la bronca para nombrar funcionarios de casilla es grande porque los señores notificadores encontraron tres mil 400 domicilios deshabitados o lotes baldíos y más de mil 400 que viven en el extranjero.
Esto solo es una muestra, la punta del iceberg de lo que sucede con el padrón electoral de Tamaulipas, donde la gente solo se empadrona para conseguir una identificación y no para votar.
De paso está la inseguridad que las autoridades del Instituto quieren ocultar en cifras.
Los consejeros sesionaron sentados en los documentos para que no se enterara la prensa, pero así pudo saberse que de cuatro mil 388 casillas que se instalarán, hay alerta roja en 978 de ellas por grados de violencia (califican en dos grados).
Según las claves que maneja el IFE, la bronca más grave está en 639 casillas a las que se les asignó un calificativo de “especiales” por haber en torno gente armada, pandillerismo y hechos delictivos, aunque hasta ahora no se ha decidido si no serán abiertas el uno de julio.
De los presuntos funcionarios de casilla invitados por el IFE, 327 ya dijeron que definitivamente no van a ir por temor a la violencia.
Los consejeros y el delegado del IFE, Arturo de León Loredo, se sentaron en los documentos pero el asunto es grave.
Mejor luego seguimos, porque 978 casillas vienen siendo casi el 25 por ciento de las previstas para instalarse.