Cd. Victoria, Tamaulipas.- El mismo día que Humberto Moreira presentó su renuncia a la dirigencia nacional del PRI, en ciudad Victoria un aspirante al senado sostenía una reunión con simpatizantes en su domicilio.
Alrededor de 60 personas se habían dado cita allá por la carretera a Monterrey para escuchar sobre el tema. Vinieron representantes de diversos municipios, en apariencia miembros del llamado “Clan Cárdenas”.
Enrique les hizo saber que ya había realizado los contactos necesarios “donde tenía que hacerlos”, es decir en la ciudad de México y no en Tamaulipas.
Al instante sostuvo comunicación con varios “pesa´os” del priísmo nacional como el diputado Emilio Chuayffet Chemor.
-Ahora solo habrá que esperar –le decía a “su gente”-
Ahí mismo anunció otras reuniones por aquello de la posibilidad de sacarse la lotería.
Que se sepa, Enrique Cárdenas Jr. es el único que ha tomado muy en serio sus aspiraciones de llegar a senador. Actúa en los hechos y no solo de lengua.
Pero ¿tiene la bendición del jefe político estatal? Parece que no, aunque seguramente le corrió la cortesía –como ya lo dijo- de avisarle que anda en movimiento.
Por lo demás, en el Partido Revolucionario Institucional todo es quietud, disciplina ante la postulación de candidatos a senadores y diputados.
Son decisiones que en apariencia ya están tomadas, si el registro de los precandidatos deberá hacerse en menos de 20 días ¿quiénes van en la lista?.
Se sabe que la propuesta local no es precisamente Enrique Cárdenas, aunque sigue en movimiento. Envía representantes a los diversos eventos partidistas y de gobierno que se realizan en la ciudad capital y otros municipios.
Tiene su grupo, heredado de su padre, y no hay duda que es el más cohesionado.
A 20 días ¿Quién no sabe que no será candidato a senador o diputado? A menos que tengan influencia nacional y de última hora se hagan reacomodos.
Recuérdese que Gonzalo Alemán Migliolo, de Aldama, “le ganó el mandado” al Gobernador Tomás Yarrington Ruvalcaba, y con el apoyo de Roberto Madrazo fue candidato por el Séptimo Distrito.
Mientras que en otros partidos sus militantes se dan hasta con la cubeta, hay que admirar la disciplina de los tricolores.
Dícese que están acostumbrados a que se les de línea, haya o no Presidente de la República tricolor. Es la costumbre de más de 70 años a ser pastoreados; solo saben sumarse a la estampita de los búfalos.
Lo que sea, cierto es que son sufridos y leales hasta la ignominia. Lo aprendieron desde la época del poder presidencial omnímodo.
Para el 23 de enero, en cada estado –donde está Tamaulipas-, el PRI debe hacer el registro interno de los últimos “palomeados”.
Aunque en política “los escenarios cambian a cada instante” –como decía el ríobravense Juan Alonso Camarillo- se presume que lleva mano el Gobernador.
Los jerarcas nacionales del tricolor delegarán la responsabilidad de los triunfos en los jefes políticos locales. A cambio, se postulará a sus recomendados.
Una vez tomadas las decisiones no habrá derecho de pataleo. El registro solo será de siete horas, de las diez a las cinco de la tarde.
Aunque prácticamne falta una quincena para arrancar formalmente el proceso de registro, no se sabe que en el PRI estatal se hayan nombrado a los responsables de llevarlo adelante.
De acuerdo con la norma, debe haber un “enlace” estatal; un órgano responsable de llevar los trabajos a nivel estado y enlaces en cada uno de los distritos.
Parece que los jerarcas no llevan prisas. No hay “olas” hacia el interior, no hay Mauricios Cerdas ni otros que en su tiempo exigieron la democratización del partido, una elección abierta de los candidatos.
No habrá más registros que los que van a ser postulados.
Para el 23 de enero la comisión estatal de Procesos Internos debe tener el proyecto de resolución sobre los aspirantes que se registren, y la decisión final la dará el CEN el 26 de enero.
La convención para senadores será el 15 de febrero.
Tampoco está lejos la postulación de los candidatos a diputados. El registro interno está previsto para el 27 de enero.
Fuera de Mante, donde grupos campesinos han expresado sus inquietudes, además de José Manrique Villarreal, todos callados, nadie dice que quiere.
Para el 18 y 19 de febrero, las asambleas distritales aclamarán a los mejores hombres tricolores para llevarlos al Congreso de la Unión.
Mientras tanto, los amarilloso y azules siguen con problemas internos, golpes bajos y agandalles.
Este martes trascendió que la senadora Lázara Nelly González Aguilar le agarró sabor al caldito, y ahora se resigrará en la interna para ocupar la candidatura a la diputación por el V distrito por las dos vías, de mayoría y minoría.
A estas últimas todos le tiran, como el mismísimo Ramón Antonio Sampayo, quien se hizo registrar con el apoyo del comité de Matamoros.
Es raro, suena raro decir que Sampayo y su esposa Sandra Luz irán al proceso, él para diputado y ella para senadora suplente de Cabeza de Vaca.
Pero ¿Por qué no jugar de mayoría? Sampayo fue candidato a la alcaldía matamorense en el 2010 y, aunque no ganó, obtuvo buena votación.
Por mayoría, no hay duda que sería buen contrincante para tricolores como César González García.
Mientras tanto la actividad sigue en las instancias públicas y es así cono el alcalde victorense, Miguel González Salum, entregó este martes un espacio cultural y deportivo en la colonia Casas Blancas.
Como en la obra tuvo participación la Sedesol federal, ahí estuvo el delegado Luis Alonso “Loncho” Mejía, invitado por las autoridades municipales.
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