Cd. Victoria, Tamaulipas.- El Partido Acción Nacional sigue cayendo en el sótano como partido político.
Desde la semana anterior fue expulsada la dirigente en Victoria, Lina Lucrecia Santillán Reyes, conjuntamente con una treintena más de militantes que le brincaron a su “líder” Pancho Garza de Coss.
Es la enésima ración de expulsados que emite la dirigencia estatal, de tal forma que, hacia el interior, hay quienes reconocen que han sido dados de baja cuando menos 300 elementos en los últimos tres años.
Con carácter provisional asumió la presidencia el secretario del comité, Luis Vanoye Carmona.
Será esta la última “gracia” del señor Coss, quien deberá entregar la presidencia el diez de diciembre, en la asamblea estatal de consejo.
Sin embargo, entre los militantes del propio partido se antoja que la asamblea será “reventada” por cualquiera de las facciones en pugna.
Es decir, por la gente de Francisco Javier García Cabeza de Vaca, o bien por el propio Garza de Coss, este para quedarse como presidente por lo menos diez meses más.
Por lo pronto, ya no son siete los aspirantes con registro a ocupar la presidencia estatal. Solo quedaron seis.
Y es que Gloria Elena Garza Jiménez no pasó el cedazo de la comisión de elecciones, porque no es militante.
Ella trabaja en la Comisión Nacional de Agua, en el área jurídica, y tiene el antecedente de haber laborado para la SEDESOL federal en los tiempos de Lucía Irene Alzaga Madaria.
La mujer no pasó la lupa de los inquisidores.
Quedan en al batalla, José Alberto López Fonseca, de Díaz Ordaz; Ruy Montelongo Coronado, de Jaumave; Eugenia de León, de Valle Hermoso; Lázara Nelly González, de Mainero; Edgar Vargas Arizavalo, de Mante y Agustín Chapa Torres, de Matamoros.
El comentario general es que, por parte de la dirigencia que termina, están apoyando a López Fonseca, miembro actual del comité estatal.
Por los que quieren arrebatar el poder, se registró la ex presidenta de Valle Hermoso, Eugenia de León, en tanto que las posibilidades reales de ganar las tiene Vargas Arizavalo.
Es el mismo que dejó una cola más larga que un tren carguero en el Fondo Nacional de Empresas en Solidaridad (Fonaes) y es gente de Angel Sierra Ramírez, pero no tiene confrontación directa con los otros dos grupos.
En fin, la cita es el sábado diez de diciembre en el salón de un hotel del centro de la ciudad, en lo que será el tercer intento por llevar a cabo la renovación de la dirigencia.
De no efectuarse por alguna circunstancia, en definitiva que ya no se haría hasta después de las elecciones.
Por tal motivo, se especula que quienes impidan la asamblea ya no serán los partidarios de Cabeza sino los de Garza de Coss.
Pero de no haber violencia, como se pronostica, entonces Garza sería llamado a la ciudad de México para formar parte del CEN al lado de su amigo Gustavo Madero.
Y es que el todavía presidente estatal, según la convocatoria expedida, no reúne los requisitos para ser candidato a diputado de mayoría ni minoría, y tampoco para senador.
Otra posibilidad es que el señor Garza deje la responsabilidad en el secretario general y no regrese más por ciudad Victoria.
Con ello habrá terminado una de las etapas más oscuras del panismo en Tamaulipas, de división interna y pérdida de clientela electoral.
Eso trajo como consecuencia que haya ratificado el “dedazo vil” para nominar candidos a senadores, diputados de mayoría y diputados plurinominales.
El motivo no fue tanto la inseguridad pública que se vive en Tamaulipas.
Para senadores, solo habrá dedazo en tres entidades: Oaxaca, Nuevo León y Tamaulipas.
Los diputados de representación proporcional también serán dedazos en: Chihuahua, Nuevo León, Oaxaca y Tamaulipas.
Y los de mayoría serán nombrados por “dedito” en: Chihuahua, Distrito Federal, Nuevo León y Tamaulipas.
En otro tema, mire que el ayuntamiento victorense le rindió homenaje post morten al ex presidente Roberto Perales Meléndez, quien lo fue en el periodo 1972-74.
El alcalde Miguel González Salum se refirió a él como “un tamaulipeco ejemplar, un distinguido victorense, hombre probo, honesto, que se caracterizó por su don de gentes y su gran oficio político”.
Y lo fue, pero a Roberto se le recordará más por el enfrentamiento político que sostuvo contra el gobierno de Enrique Cárdenas González, como asesor que era de los grupos parmistas en la entidad.
En 1974 Roberto, desde la alcaldía, quiso ser diputado local en contra de la opinión de Cárdenas, quien era candidato al gobierno.
Es más, Roberto no terminó su trienio. Dejó a su suplente Héctor Treto Cisneros.
Tres años mas tarde, ya residenciado en El Mante, Perales vio muy de cerca la muerte por las represiones ordenadas por Enrique.
Sostuvo en sus manos el cadáver todavía “calientito” de Rafael Torre Plata, uno de los insurgentes panistas de Mante, al ser asesinado a golpes y tortura en las mismas oficinas de la Policía Judicial.
Tenía las fotografías de los cadáveres, actas de defunción y toda la cruenta historia de sangre que dejó el enriquismo por diversos municipios.
Pero eso, jamás lo quiso escribir ni dio facilidades, aunque él también estuvo “en la mira”.
Un día investigadores de la UAT (de la maestría en Historia) le pidieron las graficas pero les dijo que las traía “perdidas por ahí”.
Los expedientes deben estar en algún lugar de su despacho de abogado, pero no los quiso sacar. Era institucional.
Se llevó a la tumba la historia real de esa época negra de la política en Tamaulipas.