Luis Lauro Carrillo
LA MUERTE DE BLAKE MORA
La muerte del secretario de Gobernación, José Francisco Blake Mora, al desplomarse el helicóptero en el que viajaba junto con otras 7 personas, que conforme a lo expresado por Dionisio Pérez Jácome, titular de la SCT, la aeronave no sufrió ataque o atentado alguno, sino un “lamentable accidente».
A unas horas del percance aéreo en el que perdiera la vida Blake Mora, las especulaciones sobre el siniestro no se hicieron esperar: accidente, negligencia o atentado. Hasta ahora de acuerdo con el informe de la SCT todo hace suponer que se trató de un accidente, que la autoridad persiste en que así sea.
Como en el caso de la Muerte Juan Camilo Mouriño, la muerte de Francisco Blake están envueltas en un «Misterio», difícil de resolver, por azares del destino ó tal vez por algún acto sin explicación alguna. En aquella ocasión la SCT explicó que «las partes del avión, como las turbinas y el fuselaje, están completas; todo indica que se trató de un accidente«. La verdad oficial fue de que se trató de un accidente.
Se recordará que en el caso de Muriño, nadie creyó que el incidente de debió a la impericia de los pilotos o que el mismo Mouriño llevaba el control de la nave y que en pleno vuelo se le acercaron demasiado a un avión muy grande, lo que ocasionó que la turbulencia los lanzara inevitablemente hacia tierra. Fue la versión oficial.
En ambos casos, la sociedad mexicana no cree las versiones oficiales, según el decir de muchas personas estos accidentes presuntamente pudieron haber sido provocados por los cárteles del narcotráfico o por otros actores políticos.
¿Se sabrá algún día exactamente lo que sucedió? Tal vez, pero lo que queda muy claro es que la muerte de los dos Secretarios de Gobernación está rodeada de coincidencias ó enigmas que nadie comprenderá ni mucho menos se resolverán.
En el mismo tenor la muerte de José Francisco Blake Mora, ha impactado al gobierno del presidente Felipe Calderón en dos sentidos:
Por las especulaciones que alimenta el que sea el segundo secretario de Gobernación del actual sexenio que fallece en un accidente de aviación y el tercer miembro del gabinete de seguridad en situaciones similares, en los últimos seis años; y, por el hueco dejado en Gobernación un puesto central para la gobernabilidad de la republica en momentos críticos que padece el país.
De ahí que el control de las especulaciones y el clima de inseguridad no es el único reto que el presidente Calderón, tiene que enfrentar, sino la designación del nuevo Secretario de Gobernación, porque ya no le quedan más amigos para incorporar a su equipo de trabajo y, por lo mismo, ahora tendría que rotarlos.
En definitiva la muerte de Francisco Blake pudiera para muchos interpretarse como un mensaje de la delincuencia directo al presidente Felipe Calderón, para que deje en paz a Michoacán, que se olvide del 2012, que ya entregue la plaza, ojala no sea ninguno de ellos. Para los mexicanos es más rudo: nadie está a salvo, el presidente que inició sin credibilidad terminó peor y rodeado de temor.
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