Cd. Victoria, Tamaulipas.- Joven y con inquietudes, prometía mucho en la política panista tamaulipeca, pero de la noche a la mañana fue arrumbado a un rincón de la burocracia federal.
Hay varias preguntas que surgen, pero las principales son ¿qué se comió? ¿lo hizo solito? ¿no repartió?.
Abelardo Perales Huerta se desempeñaba como jefe del Jurídico de la delegación de SEDESOL federal, donde a la vez fue delegado interino a la salida de Lucía Alzaga Madaria.
Como sabemos, todas las posiciones en Desarrollo Social son propiedad del jefe de la CORETT, Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
De pronto, el señor Perales fue nombrado “delegado” de Gobernación en Tamaulipas, una chambita que no existe ni en el papel ni en la práctica.
Mas bien se trata de una representación de la Dirección de Juegos y Sorteos de Gobernación, la que no tiene ninguna función dado que los permisos se otorgan en la ciudad de México.
Tampoco hay vigilancia sobre eventos autorizados porque no tiene personal. Solo cobran una secretaria y el “delegado” y hay un vehiculo viejo disponible.
Sale lo mismo si funciona o no esa representación… o sirve para maldita la cosa.
Más bien los “delegados” se dedican a la chambita de espías para cierto grupo político, como se dio el caso de Alejandro Rosas González y Humberto Reynoso Ríos.
Diríase que el joven catedrático de la UAT fue enviado al cementerio de los elefantes.
En tema aparte, y cuando está próxima la postulación de candidatos a la presidencia de México, habría que preguntar ¿a quién conocen más los tamaulipecos?.
Mire usted, querido lector, por lo que nos informan, el que más ha trascendido por estas tierras del Seno Mexicano es el señor López Obrador, del PRD.
En los últimos seis años ha visitado nuestro terruño cuando menos una vez por año.
La última fue el uno de septiembre del presente a Tampico, y de ahí partió a San Luis Potosí.
Pero tres días antes había recorrido toda la frontera chica, desde Nuevo Laredo a Matamoros.
También ha estado en varias ocasiones el ex Gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto. La primera ocasión el 19 de junio del 2010 para apoyar a su amigo Rodolfo Torre Cantú como candidato del PRI a la gubernatura.
Y estuvo más tarde, en los mismos funerales del malogrado médico victorense.
Otro priísta, Manlio Fabio Beltrones, vino a promoverse como precandidato el 25 de octubre del 2010 cuando se reunió en el teatro de la UAT con la comunidad universitaria y políticos de todos colores y sabores.
La panista Josefina Vázquez Mota pisó tierras de la capital cueruda el 13 de mayo del 2011 luego de haber estado en Matamoros.
Ahora se anuncia que el 19 de noviembre andará por Nuevo Laredo, Reynosa y Río Bravo, promocionándose.
Todos llegan con cuentos de su chamba pero en general vienen a la grilla y, siempre, invariablemente, se entrevistan con la prensa para pedir difusión como a ellos les gusta: ¡De gorra!.
También del PAN, y hoy en caballo de hacienda por el dedazo presidencial, el joven Ernesto Cordero Arroyo no ha venido a Tamaulipas pero se entrevistó con tamaulipecos.
El hombre exigió la presencia de los paisanos azules en la ciudad de México y fue así que se reunió con algún centenar el 26 de septiembre de este año.
Por estas tierras, el chulo no ha venido siquiera de vacaciones o de paso hacia la “chiveada” en la frontera.
Los que de plano se olvidaron de la paisanada son el perredista Marcelo Ebrard y el señor Creel.
Bueno, este ultimo sí conoce algunos municipios fronterizos, sobre todo cuando vino a la cabalgata fronteriza como jefe de Gobernación.
La gente solo tiene noticias de él por su paternidad irresponsable, o sea, dejar hijos regados por donde quiera.
Del señor Ebrard, sus promotores dijeron que se descolgaría por septiembre, pero ha pasado el tiempo y nada que viene a que los ciudadanos de perdido lo conozcan.
Alguien por ahí mencionó que visitaría Tampico el 19 de noviembre, pero quien sabe, oficialmente nada.
Una vez que pierdan la interna de sus respectivos partidos, no se volverán a acordar de esta región. Tenga usted la seguridad de que así será.
Ahora que, si hablamos del PRI, corre la versión que por fin será echado de la nómina Homar “El Jumento” Zamorano Ayala, quien cobra como jefe de la Fundación Colosio en la entidad.
El hombrecillo del ejido Santa Irene, municipio de Matamoros, cobra en el erario público desde los tiempos en que allá por 1992 era el cargamaletas de Manuel Cavazos Lerma como delegado de Solidaridad.
Brincó de un sexenio a otro hasta que, al final de la administración geñista, fue enviado a la Colosio donde tiene la honorable función de no hacer nada.
Pero ¿quién viene en su lugar? La versión dice que un tampiqueño de apellidos Hernández Chavarría.
Seguramente, ahora sí, Don Homar (con H) regresará a Santa Irene a cuidar el rebaño de chivas que abandonó por allá.
Pero mejor nos retiramos no sin antes mencionar que ese viernes arrancará la Feria Tamaulipas, allá por el Parque Bicentenario, de lo cual nadie se ha encargado de enviarnos siquiera un programa.