Cd. Victoria, Tamaulipas.- En los siguientes días habrá novedades por el municipio de El Mante relacionadas con el retorno del ingenio a los cooperativistas.
La empresa cumple sus primeros 80 años de vida con una agenda de corrupciones que espantan.
Y fueron precisamente los enriquecimientos personales los que llevaron a los obreros y ejidatarios, a ser objeto del despojo por parte del gobierno federal y en particular de Carlos Salinas de Gortari, entonces presidente.
No salen bien librados “paisanos” como Florentino Aarón Sáenz y Leticia Camero Gómez, que desde diversas posiciones aventaron leña sobre la cooperativa.
Los primeros actos de corrupción se dieron allá por el 14 de enero de 1930 cuando el cacique y Jefe Máximo de la Revolución, Plutarco Elías Calles, se autorizó créditos para la construcción de la planta azucarera.
Lo hizo amafiado con uno de los hombres de su confianza, Aarón Sáenz Garza.
El ingenio arrancó operaciones en marzo de 1931, para lo cual el Jefe se mandó construír la vía férrea desde Estación Calles (en su honor) a Mante, pasando por Xicoténcatl.
En el primer acto de venganza en contra de Calles, en tierras tamaulipecas, en julio de 1939 el Presidente Lázaro Cárdenas expropió la factoría para cederla a un promedio de tres mil obreros y ejidatarios.
Nació así la cooperativa, pero siempre con la mano del gobierno sobre ella.
En agosto de 1939, la federación nombró como primer gerente general a Nicolás Moreno, quien permaneció hasta 1947.
Lo suplió en el cargo un hombre que haría historia en el municipio por gastar lo que no era de é, José Chang Ramírez, un chino proveniente de Veracruz.
Duró en el cargo once años, tiempo en el cual vivió como mago en residencia exclusiva que se mandó construir hacia el interior de las instalaciones azucareras.
Tenía albercas y un zoológico particular, en cuyo entorno ofrecía las más extravagantes pachangas a políticos y artistas.
Gastaba el dinero de los cooperativistas en campañas políticas y decenas de pistoleros que lo protegían, aunque también gastó en obras con dinero ajeno.
Así pasaron otros vivales como Manuel Zorrilla Rivera, Jesús Cárdenas Martínez, Gonzalo Hernández, Adolfo López Romero, Jesús Cárdenas, Jesús Cervantes Gudiño, Vicente Chi Ríos y Juan Manuel Gómez (el último príncipe).
Fuera de Chí Ríos, nadie es (fue) originario de la región.
De 1980 en adelante arreciaron las pugnas internas por la designación de los titulares de los consejos de administración y vigilancia, de tal suerte que en no pocas ocasiones la planta se vio paralizada.
Y 60 años después de la expropiación, los Sáenz volvieron a quedarse con la factoría.
Fue el dos de julio de 1991 cuando las instancias federales “arreglaron” la quiebra de la cooperativa para entregarla a los antiguos propietarios.
La maniobra fue complementada por el entonces Gobernador Américo Villarreal Guerra y la lideresa de un grupo de cooperativistas, Leticia Camero Gómez.
Los Sáenz no pagaron nada de su bolsa. El gobierno hizo un avaluó por 59 millones de pesos, que liquidaron con miles de toneladas de azúcar, melaza y alcohol que había en las bodegas.
Eran 22 mil toneladas de dulce, casi un millón de litros de alcohol y dos mil 800 toneladas de mieles incristalizables.
El 28 de septiembre del 2008, los socios nombran como su apoderado general a Joel de la Rosa González para gestionar el reintegro de la planta y sus propiedades.
Lo lograron el 27 de septiembre del 2011.
La resolución de un Juez de la ciudad de México reintegra a la cooperativa la planta y propiedades; ordena que los Sáenz paguen el usufructo por espacio de 20 años, más los intereses.
Cabe preguntar ¿qué es lo que va a suceder? Los obreros y ejidatarios ya no quieren el ingenio.
En este tenor, pueden suceder dos cosas: Que los Sáenz Couret regresen las propiedades a los cooperativistas. Después de todo, a ellos no les costó nada y ganaron por espacio de 20 años.
Y una segunda: Que se adelanten y lleguen aun acuerdo con el grupo de mantenses antes de una apelación, que es lo que parece va a suceder.
Los Sáenz tienen un socio británico que les estaría exigiendo estabilidad en el negocio.
Y bueno, ya veremos la cifra millonaria que el grupo azucarero desembolsa para seguir operando el Ingenio El Mante, el cual poseen junto con Tamazula (Jalisco) y Xicoténcatl (Tamaulipas).
Por cierto, el Gobernador Egidio Torre Cantú visitó el miércoles este último municipio donde se reunió con los sectores activos y el alcalde César Augusto “El Truco” Verástegui Ostos.
El presidente panista le pidió a Egidio la mitad del costo de una barredora y la aportación de un peso para obras educativas, por cada peso del ayuntamiento y otro de los profesores.
Pero el Gober no se anduvo por las ramas y le ofreció darle el ciento por ciento de la máquina barredora, y dos pesos por cada uno que pongan los maestros y el municipio.
Y se los va a cumplir, porque a la administración no le gusta que la gente ande a la vuela y vuelta “como mulas de trapiche”, como lo dijo el propio panista.
Los azules son muy raros en sus acciones como gobernantes, y más parece serlo “El Truco”, quien por segunda ocasión llega a la alcaldía.
Pero mejor luego continuamos con estos comentarios.