HOMOSEXUALES QUE QUIEREN DEJAR DE SERLO
Lic. francisco Javier Álvarez de la fuente
En México y principalmente en el Distrito Federal donde gobierna el Partido de la Revolución Democrática, a través de quien ahora se está publicitando para ser el candidato de “la izquierda mexicana” a la Presidencia de la República, como también lo fueron yá sus antecesores, Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador, Marcelo Ebrard Casaubon, se ha favorecido el homosexualismo político, o sea el apoyo no solo en forma personal a los homosexuales sino en la propia legislación y en la cual solamente se puede estimular la conversión de personas heterosexuales a homosexuales, pero no la contraria. Es decir, si una persona se siente poco a gusto con su heterosexualidad es aplaudido por buscar ayuda de amigos, psicólogos, médicos, etcétera, para pasar a tener relaciones con personas de su mismo sexo. ¿Es así al revés?
Sin embargo, cabe preguntarse en qué lugar está escrito que la homosexualidad sea la situación estable de la humanidad. Desde el punto de vista de la biología evolutiva la situación estable de la humanidad es la heterosexualidad y la inestable es la homosexual puesto que de lo contrario y a muy largo plazo la especie caminaría progresivamente a su extinción.
Por lo tanto, desde un punto de vista científico-materialista el estadio normal de la humanidad es la heterosexualidad, según la teoría evolutiva.
Cabe poner el acento en que la afirmación es sobre el estadio normal de la humanidad, no de la persona, en el sentido de que es aquel en que la población puede reproducirse, lo cual es el fin de toda especie.
Por otro lado, si el heterosexual constituye el estadio estable, ¿por qué el homosexualismo político pretende que una persona solamente pueda cambiarse de heterosexual a homosexual y no viceversa? Es decir, el cambio de lo estable a lo inestable. Este hecho que pretenden estos grupos de presión homosexuales vulnera y es contrario a cualquier principio científico.
Hay que recordar que los procesos físicos y biológicos evolucionan de estadios inestables a estables, ¿y cuál es el estadio estable?, la heterosexualidad.
La ley que regula los cambios de estado es la segunda ley de la termodinámica que afirma que todos los procesos naturales son irreversibles y tienden a lo estable. El hombre no escapa a esta ley en su condición sexual.
La enseñanza católica respecto de la homosexualidad está resumida en tres artículos del Catecismo de la Iglesia Católica; 2357, 2358 y 2359.
En estos artículos la Iglesia enseña que: Los homosexuales “deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta”.
La homosexualidad, como tendencia es “objetivamente desordenada”, que “constituye para la mayoría de ellos (los homosexuales) una auténtica prueba”.
Apoyado en la Sagrada Escritura la Tradición ha declarado siempre que “los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados”, “no proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual” y por tanto “no pueden recibir aprobación en ningún caso”.
“Las personas homosexuales están llamadas a la castidad” y “mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana”, concluye la Iglesia.
Por ello es necesario que haya una opción para aquellos que por alguna situación se vieron orillados a refugiarse en el homosexualismo sean hombres o mujeres, y puedan recibir la ayuda de amigos, psicólogos, médicos, etcétera, para dejar de serlo, como lo hace en España concretamente con la iniciativa del obispo de Alcalá de Henares de prestar ayuda a homosexuales que quieren dejar de serlo.
Sabemos que éste tipo de iniciativas enciende a los grupos del lobby gay que quieren implantar su artificio ideológico en la sociedad al margen de la naturaleza humana, sin embargo para apoyar este tipo de iniciativas …¡Aquí estamos!.