Cd. Victoria, Tamaulipas .- Moralizar el sistema educativo en Tamaulipas no es tarea fácil como seguramente lo cree el señor Diódoro Guerra Rodríguez, el jefe del sector.
Anunció que mandará a chambear a los “comisionados”, que parece que son algunos miles (lo son).
Se nos hace que se anda metiendo en camisas de once varas, en un asunto donde el que manda no es el jefe sino los empleados, el gremio sindical.
Pero bueno, el señor ya sabe a lo que le tira en su aventura. Si sale trasquilado, será su culpa.
Todo indica que Diódoro ya tiene los resultados preliminares ordenados por la Auditoría Superior de la Federación en cuanto al ejercicio 2010, que se practicó durante el mes de mayo al gobierno del estado y algunos municipios.
El dato dice que se programaron 18 auditorías, entre ellas la del Fondo de Aportaciones para la Educación Básica y Normal, donde tiene vela el señor Guerra.
El gobierno federal ya estaría cansado de pagarle a aviadores como si estuvieran frente a grupo. Ya no está dispuesto a seguir manteniendo un barril sin fondo.
Tan solo para tantearle el agua a los camotes, veamos los resultados de la ASF correspondientes al ejercicio 2009.
En ese ciclo, en el nivel básico y normal, se ejercieron diez mil 596 millones de esos, de los cuales la federación pagó ocho mil 223 melones, o sea el 80 por ciento.
La alta afluencia de pesos federales es el motivo del por que se audita.
El informe de la ASF dice que en el sector se les paga a 57 mil 579 empleados, pero de ellos apenas 36 mil 933 agarran el gis en el aula (o en teoría se supone que lo agarran).
Y de esa cifra, Doña Fede le paga a 26 mil 361.
Sin embargo da la casualidad (según la auditoría realizada en el 2010) que el 0.6 por ciento se dedican a otras actividades diferentes a la educación, y el 0.5 por ciento están comisionados al sindicato (sección 30 el SNTE).
Hubo tanto despilfarro en ese 2009 ¿habrá cambiado algo en el 2011? Que la Auditoría Superior le tuvo que cobrar a la SET (gobierno estatal) la suma de 71.7 melones de pesillos que se destinaron a fines distintos a los que estaban etiquetados.
Esa lanita (federal) se la embolsaron los “comisionados” y la tuvo que pagar la secretaría de Finanzas del Gobierno del Estado para evitar que los funcionarios que permitieron la fuga fueran demandados penalmente.
Parece que es la lana que quiere evitar pagar el señor Guerra, pero ¿qué consecuencias le puede traer?.
El dato agrega que tan solo de ese 1.1 por ciento de los miles de elementos “comisionados” pagados por el gobierno federal (ubicados que no hacen nada), 211 están metidos en la sección 30 del magisterio.
El año anterior, la SET tuvo que pagar con dinero estatal 56.4 millones, más 2.9 melones de intereses (casi los 60), por esos 211 comisionados en la sección 30.
Solo para tantearle, hay que especificar que la Auditoría solo se fija en el personal que cobra con recursos federales, y no del estado ¿cuántos mas habrá que cobran en la nomina local?.
Lo más probable es que los resultados de la auditoría que se acaba de terminar, respecto al ejercicio 2010, no han variado mucho.
En esa fecha los auditores hicieron “muestreos” aleatorios y encontraron a cientos de profesores que no estaban en el centro de trabajo asignado, y ni los conocían los jefes.
Sin embargo, por esa magia que suele aparecer en las siglas del SNTE, a nadie se castigó y menos se le despidió.
Preocupa a la Cámara de Diputados que en Tamaulipas permanentemente cobran 41 mil 893 cráneos adscritos a cuatro mil 201 centros de trabajo, pero miles de ellos andan “desaparecidos”.
Ahora que, si vienen los castigos desde el DF, nuestro terruño podría sufrir las consecuencias en el ramo educativo, pues el 91 por ciento de los profesores son pagados de la nómina federal.
Vamos a decir que una tercera parte del presupuesto de Tamaulipas viene de la Secretaría de Hacienda para pagar al sector educativo.
Nos dicen que sí, que puede haber miles de “comisionados”, todos los que quieran los funcionarios del gobierno del estado, siempre y cuando aterricen en la nómina estatal.
Hacienda y la ASF solo se meten donde hay pesos federalizados.
Se nos hace que allá por noviembre o diciembre, el doctor Guerra acabará por doblar las manos y dirá que no pudo.
Personalmente puede revisar que miles de secretarias y mecanógrafas (capturistas) cobran tiempo completo como si estuvieran frente a grupo.
Y hay también cientos de maestros cuya “chambita” es no hacer nada, o “cuidar” las cooperativas (ya quisiéramos ver los resultados de la auditoría al ejercicio 2011, que ya le tocan al señor Guerra).
Pero bueno, hay que reconocer que Diódoro le echa ganas, cuando menos en sus declaraciones. El hombre sabe utilizar los instrumentos mediáticos; no es un improvisado en esos quehaceres.
Desde esta modesta colaboración le deseamos suerte al torero, que la va a necesitar, y mucho.
Ah!, pero ¿cuáles son las otras auditorías que se realizan a los municipios? Para comenzar (casualmente) en los municipios de Nuevo Laredo, Matamoros, Xicoténcatl, Aldama, Reynosa y ¡Victoria!.
Pero ese es un tema del que luego hablaremos (porque además ahí empieza a oler a cárcel).