¿Es correcto que se invite a los universitarios a pertenecer a los cuerpos policíacos? ¿van a responder?. No tardaremos mucho en saberlo.
En otros tiempos se mencionaba que en el Día del Agrónomo, ciudad Victoria se quedaba sin micros porque la mayor parte de los choferes tenían esa carrera y desde estudiantes se les inculcó celebrarlo.
Igual se dice del 17 de agosto (de cada año), en que el corazón tamaulipeco se queda sin taqueros ni torteros.
¿Qué tiene qué ver esa fecha? Es el Día del Veterinario.
Quién sabe que vaya a pasar, pero nuestras autoridades policíacas emprendieron una campaña intensa para que los universitarios se den de alta en las corporaciones. Quieren muchachos de licenciatura pa´arriba, como master y doctorados.
Lo cierto es que, dentro de un año o dos, nos daremos cuenta si en realidad los universitarios (egresados de escuelas oficiales y particulares, como se les invitó) acudieron al llamado de las autoridades.
Ya veremos si las corporaciones se quedan sin elementos el 24 de febrero, que es cuando se “celebra” el Día del Agrónomo.
O si la ausencia de elementos se da el mero 12 de julio, cuando los abogados (leyes) celebran “su día”.
De ninguna manera se descarta que pudiera ocurrir, y que en la próxima celebración del Día del Trabajador Social, el 14 de agosto, las policías tengan que suspender la chamba.
Los Generalotes quieren gente preparada y amenazan con pagar hasta 12 mil chuchos por mes mientras dura la capacitación, y cerca de 20 mil cuando ya utilicen la gorra.
Todo es permitido en esta vida. Seguramente dentro de algunos años, no habrá quien diga: No me “quemé” las pestañas tantos años para ser policía. Serlo será “a mucha honra”.
Dícese que en los tiempos de Agustín Turrubiates Maldonado (regidor de policía con Enrique Cárdenas González como alcalde), no se necesitaba ni saber leer. El único requisito era darle “al jefe” alguna gallinita o cochinito, que iba a parar a su casa en el ejido La Misión (el Comandante Héctor Herón Sánchez no era el que mandaba).
Y bueno, ya podrá decir la jefa de Desarrollo Económico del gobierno, Mónica González García, que en Tamaulipas hay chamba, que sobran puestos de trabajo, que hay más de dos mil plazas de tecolote.
Los jefes de Desarrollo Económico son muy mentirosos, como ese Fortunato Martínez Farías que lo fue cuando el Gobernador Américo Villarreal, o Jorge Reyes Moreno, quien se desempeñó con Yarrington.
Esos tipos industrializaron a la mismísima luna y las estrellas.
No hay más mentirosos que los que pasan por esa área.
Pero cambiando de canal, los azules empiezan a salir de sus madrigueras y este jueves se vio por el Palacio Legislativo a la senadora Lázara Nelly González Aguilar, quien aspira al sillón que dejará “Pancho Garza de Coss” en el CDE.
Ella, junto con Teresa Aguilar Gutiérrez, andan en busca del voto de los consejeros para apoyar a la senadora de chiripa.
Los siete aspirantes (enanitos les dicen por ahí) andan encampañados rumbo a la elección interna del once de junio.
Sin embargo, parece que conseguir el triunfo es muy fácil: Si son 84 consejeros y con la mitad más uno se gana, hay que …Conseguirlos!.
¿Qué cómo? Pues está prohibida la “compra” de los sufragios ¿o no?.
Todo indica que el triunfo será para María Eugenia de León, de Valle Hermoso, quien ya fue alcaldesa y diputada local. La señora sabe cómo se hacen las cosas.
Ella pertenece a la corriente de Francisco Javier García Cabeza de Vaca, cuyos representantes –como Humberto Reynoso Ríos- andan empeñados en hacer acuerdo con otros grupos para ganar en primera ronda.
Y ahora tocaremos el tema de Alejandro Reséndez Silva, administrativo que fue echado del DIF Tamaulipas.
El contador había renunciado a la Contraloría del Instituto Electoral en los primeros del año, con lo cual metió en tremendo lío no solo al órgano electoral sino al Congreso del Estado.
Es más, todavía tienen la bronca encima y el señor Reséndez ya fue puesto de patitas en la calle allá en su nueva chamba ¿no podría regresar?.
Seguramente no, porque el legislativo ya tiene lista la tercia por la contraloría: Rachid Abraham Treviño, Angélica Gómez Castillo y Emilia Valero Salinas.
El tema no se llevó a la sesión plenaria del Congreso de este jueves, pero debe salir para la semana siguiente.
Fue tanto el escándalo por la vacante en el Instituto Electoral, que el dirigente panista Francisco Javier Garza presentó (personalmente acudió) una demanda de juicio político en contra de los diputados.
El asunto se encuentra en la sala central del Tribunal Electoral de la Federación y pronto debe solucionarse favorablemente a la 61 legislatura.
Reséndez apenas llevaba dos años en la chambilla ¿no estará arrepentido de dejarla?.
Si la orden de correrlo vino de Palacio, seguramente el muchacho no volverá a hallar nómina en la presente administración estatal. Así son los asuntos de la política, o de la grilla, como sea.
Mejor nos vamos.