Cd. Victoria, Tam.- Le dimos una leída al decreto gubernamental que crea el Instituto Tamaulipeco para los Migrantes, y mire que para ser titular del mismo no se necesita ser tamaulipeco, y menos mexicano.
Según la publicación en el periódico oficial, solo se necesita tener más de 30 años (de edad) y, si se es de otros países, tener una residencia mínima de tres en la tierra cueruda.
Según dicho ordenamiento, se vale pues que el señor José Carmona Flores ocupe la titularidad del organismo, aunque sea gringo y hasta haya sido congresista de los USA.
Tampoco se trata de invertir en los migrantes o transmigrantes, sino de pura gestión.
Pero no dice el decreto si el jefe deba radicar en México. Así que puede vivir donde le de su regalada gana.
En otro tema, mire que el proyecto que ya está en marcha no es nada malo. Al contrario, es bastante interesante.
Si las cosas le salen bien, antes de cumplir los 60 de edad estaría dirigiendo los destinos de los tamaulipecos.
Hoy está por cumplir los 54 y trae las mejores recomendaciones, inclusive una condecoración del gobierno de Inglaterra con la Orden Victoria en grado de Miembro de Quinta Clase, que recibió allá por 1985, cuando apenas era un mozuelo.
Es que se desempeñó como agregado cultural de la embajada mexica en la Gran Bretaña.
Aunque nació en el Distrito Federal, quiere seguir la misma ruta que llevaba su padre pero que se frustró en el último paso, en el último eslabón.
Para nadie es un secreto que Morelos Jaime Carlos Canseco Gómez quiere ser senador de la República. Y la estatura la tiene, tiene la experiencia que lo haría ser el favorito del egidismo rumbo a la todavía lejana sucesión.
Y es que no hay otro ¿cuáles?, se preguntan elementos cercanos al ex partidazo, o se el Revolucionario Institucional.
Su padre, Morelos Jaime, brincó de la General de Gobierno a una senaduría (1976-82) apoyado por el Gobernador en turno, su primo Enrique.
Hombre de un carácter de los mil demonios, los colaboradores de Cárdenas sentían temor de mencionar cuando menos su interés por la chambita de elección popular.
Aunque su carácter es diferente, en el presente hay quienes sienten temor y prefieren hacerse a un lado de los intereses futuristas de Jaime Carlos.
Además de su padre, seguiría la misma ruta de Laura Alicia Garza Galindo: De la general al Senado.
Entre los colaboradores de Canseco se acierta a decir que el hombre ya teje su futuro con persistencia.
Por lo pronto, como segundo en el mando, tiene en un puño a sectores y organizaciones no solo oficiales sino de la sociedad civil.
Es de entender que las candidaturas (fórmula al Senado) se definirán en un perfecto equilibrio entre la influencia local (egidista) y los grupos que pesan desde el centro.
En ese tenor le tocaría estar en la fórmula, con el agregado de que, si va en primer lugar, y si pierde el PRI, de todas maneras cumpliría los sueños centenarios.
Su tatarabuelo Manuel González –aunque de triste memoria por lo rapaz- fue Presidente de México, y nadie duda que un día a descendiente se le ocurra el mismo proyecto.
En su ambición personal, Morelos solo tiene un tropiezo de costo político: Abandonó la diputación federal que le heredó el doctor Rodolfo Torre Cantú, hoy muerto pero muy querido y recordado por los tamaulipecos.
Pero bueno, ya habrá manera de contratar publirrelacionistas que superen ese escollo de imagen.
Mientras tanto, la curul 1-130 permanece vacía. Los victorenses no tienen representación en la cámara.
Nació el 22 de septiembre de 1957 en el Distrito Federal, hijo de Morelos Jaime Canseco González y María Antonieta Gómez Lemus, esta licenciada en Letras Hispánicas.
Está casado con Elizabeth Soto Medellín, quien también es abogada de la Escuela Libre de Derecho del Distrito Federal.
Antes de venirse a ciudad Victoria como Oficial Mayor del Congreso del Estado, allá por el 2001, era el jefe del despacho jurídico Canseco y Asociados, S. C., que seguramente le reditúa más ingresos que la nómina de la General de Gobierno.
“Los sueños se acarician en privado”, decía (dice) Manuel Cavazos Lerma en sus tiempos de Gobernador.
Pero no, los colaboradores de Canseco dicen que él no sueña en privado sino que lo maneja en público. Y debe tener una base, una esperanza.
Fogueo político lo tiene: Director General Adjunto de Gobierno y Director General Jurídico de la Secretaría de Gobernación, funcionario en Relaciones Exteriores, Oficial Mayor del Senado y “talacha” en el PRI nacional.
Chambita detrás del escritorio, hasta que, al lado del malogrado Torre Cantú, se dio baños de pueblo en la campaña por el V distrito.
Protestó como diputado el 23 de febrero del 2010 y abandonó el sillón el cinco de enero del 2011 (le concedieron licencia indefinida).
No está nada mal, pero ¿y los otros?.
Usted, querido lector, debe tener su opinión ¿o no?.