Cd. Victoria.- Nacieron para ser mercenarios y así se quedarán.
El gobierno los inventó, les dio vida y, cuando ya no le sirvan, el mismo estado los desaparecerá como una media de profilaxis social.
Mientras tengan alguna función, deben acostumbrarse a servir al amo en turno sin chistar, tragarse el orgullo si es que algo les queda.
Así como llegó a la dirigencia estatal del Partido Verde Ecologista, así se fue René Castillo de la Cruz. Sirvió a la administración anterior pero los nuevos ya no lo quieren, y lo desecharon.
Es el proceso de “descacharrización” de lo que huela al anterior sexenio y en particular a Ricardo Gamundi Rosas, alias El Negro, entonces operador no solo del PRI sino de los demás partidos, los del “chiquitiaje”.
El nuevo gañán es menos rudo pero no deja de ser eficiente en lo que le encomendaron. No es abogado pero sabe manejar el esmeril de dentista.
Castillo de la Cruz fue echado el fin de semana en asamblea del Verde en la zona sur de la entidad.
Provenía del Partido Acción Nacional cuando se incorporó al ITAVU durante el anterior sexenio. Ahí estuvo manejando discretamente negocios sobre bienes raíces.
Pero al final de la administración, en octubre del 2009, en una perfecta maniobra gamundiana, Castillo fue nombrado Secretario de Organización del CDE del PVEM.
A los siguientes días presentó su renuncia el presidente eterno de ese partido, Jesús González Macías y, por lo que los tricolores llaman “prelación”, René subió a la dirigencia.
Los tricolores le hicieron la campaña, le pagaron sus gastos (a través de un coordinador general) y elaboraron la estrategia electoral para el día de los comicios.
Nada del otro mundo. Como dice El Filosofo de Guemes: “Todo lo que sube…Baja”.
El pinochetazo perfecto, como lo fue el que tumbó a Jesús Lavín Santos del Prado desde el máximo pedestal de la UAT.
No les dieron tiempo ni de aletear.
Bien dicen que el que paga manda y así quedó demostrado con la salida del diputado por el VI distrito local electoral (Victoria Sur), quien recibió la chambita en una aparente indemnización por sus servicios prestados al gobierno.
De esos aquelarres de la nómina sabe muy bien el cacique del Verde, Jesús González Macías. Por algo está en la cúpula desde el 2002.
Sabe que los amos cambian cada sexenio.
Cuando le pidieron la presidencia del partido, que más tarde le daría fuero a Castillo, aceptó por un sueldillo de poco más de 60 mil pesos mensuales como director de una fantasmal Dirección de Vinculación con Organismos Ambientales, adscrito a la Agencia Ambiental de Tamaulipas.
Pero el hombre se dejó querer todavía más: Se fue de vacaciones a Europa comisionado a realizar “estudios” de quien sabe qué temas.
Después de todo, Macías también fue enlistado en la plurinominal; ahora cobra como legislador.
Si el que paga manda, es el mismo camino que va a seguir el doctor Sergio Flores Leal, ahora presidente estatal de Nueva Alianza, o PANAL para los amigos, aun cuando tenga intenciones reeleccionistas.
Son los partidos paleros del sistema, o del PRI, y deben bailar al son que se les toque.
De los perredistas, Mario Sosa Pohl dejó de ser útil y fue echado a la jaula de los leones sin miramientos, aun cuando sus servicios prestados “a la causa” fueron de admirar (evitó en Tamaulipas la alianza demoniaca PAN-PRD).
En cuanto a los del Partido del Trabajo, ahí no hay quien grite ni quien quiera la presidencia. Los hilos de control los sigue teniendo Alejandro Ceniceros Martínez, y seguramente todavía es útil al sistema después de diez años de manejar la concesión en Tamaulipas. Si no, ya no estaría ahí.
Los azules, los del PAN, viven hoy un proceso de renovación de su dirigencia, donde al parecer los tricolores tienen interés en poner “su granito de arena”.
Esta “ayudadita” sería a través de dos aspirantes: Rolando González Tejeda y Jesús Tapia Fernández (el que llegue primero, si es que llegan).
A ellos se les acusa de estar ligados con operadores del gobierno del estado y por tanto su triunfo representaría la continuidad.
Sin embargo, a los operadores del PRI, a esos que meten la mano en los asuntos de los partidos de oposición, hay que recordarles que, aún con todas sus alianzas y amasiatos, ellos, los tricolores, son las tercera fuerza electoral en la elección presidencial.
Y no, no se avizoran muchos cambios en el resultado electoral del 2012.
Este lunes falleció el ex presidente municipal de Victoria, Magdaleno Mata Blanco. Dirigió los destinos de la capital de 1975 a 1977, cuando fue electo diputado local.
También fue Director General de Policía y Tránsito (lo que ahora es la Secretaría de Seguridad Pública) en los tiempos del Gobernador Enrique Cárdenas González.
A su familia, a sus hijos, le deseamos una pronta resignación.
Nos vamos.