Cd. Victoria, Tamaulipas.- Desde candidato (del PRI) se sabía que es un enemigo de Tula, el enemigo número uno.
Por eso, a los vecinos no les extrañó que, en fecha reciente, el alcalde René “El Perfumado” Lara Cisneros se negara a proporcionarle al gobierno del estado un terreno para ubicar un cuartel miliar.
Si el alcalde actuara con responsabilidad, a estas alturas un terreno de 40 hectáreas fuera ya del gobierno federal y la SEDENA para ubicar la sede de los militares.
Los responsables de seguridad pensaron en Tula como uno de los accesos a Tamaulipas y cruce hacia el lado gringo, por donde pueden fácilmente ingresar estupefacientes
Pero no contaban con la astucia de El Perfumado, el enésimo del clan Lara que llega a la alcaldía.
El negocito del ayuntamiento viene desde que Simón “Pisaflores” Lara Gallardo llegó a la presidencia en los tiempos de Enrique Cárdenas.
Todo estuvo en que los panaderos ingresaran a la política.
A la fecha han pasado por la alcaldía el Pisaflores y uno de sus hijos, Rodolfo, además del sobrino René, quienes han colocado en la nómina a toda la parentela.
Por ahora, los proveedores del municipio son nada menos que Rodolfo y Rigoberto, los primitos del alcalde René.
Y para que el nepotismo apriete, el tío, Lara Gallardo, es el jefe de asesores del alcalde.
Los progresos de René (a quien apodan El Químico) como presidente municipal ya están a la vista. Se ve que avanza aceleradamente.
En su casa de la calle Allende No. 1 desaparecieron las ventanas de cartón para tener un zaguán eléctrico acabado en finas maderas.
Eso, y los vehículos último modelo, es lo que la ciudadanía ve que se están construyendo y comprando, pero de uso común no hay ni una sola obra y menos unidades para los servicios públicos.
Los últimos alcaldes han sido auténticos bandidos, como es el caso de Saúl Muñoz Vallejo, a quien sus partidarios bautizaron como “El Gallo de Tanque Blanco”, cuando pensaban que respondería como presidente.
Sin embargo, la comunidad ve de reojo que el señor ex presidente ya es dueño de un restaurante exclusivo y detenta caballos finos que se hizo traer de la Unión Americana.
Se ha vuelto (Saúl) un próspero agricultor; compró tierras y maquinaria agrícola.
Claro que adquirió una “modesta” casita en ciudad Victoria.
El chisme dice que tanto ha cambiado Saulillo en su forma de pensar, que hasta le dio la espalda al partido que un día lo postuló para alcalde, el PRI.
Presuntamente, Muñoz es ahora uno de los benefactores del Partido Acción Nacional en Tula y la región.
Y no es de extrañarse que, en los próximos meses, pudiera ser candidato a algún puesto de elección por las siglas azules.
De los Lara no se extraña nada. Han sido una fauna nociva para el pueblo tulteco.
Se recuerda, todavía con indignación, cuando Rodolfo Lara Castillo (ahora proveedor del municipio con su primo), siendo jefe de la COMAPA, se embolsó miles de pesos a través de “convenios” que firmó con los dueños de las gasolineras del pueblo, que son de origen potosino.
A 64 días de irse –trabajaba para el alcalde Juan Andrés Díaz-, el 26 de octubre del 2004, “El Chichimbré” Lara les cobró por adelantado 75 mil pesos a los gasolineras de Servicio 2000 y Servicio Tula, y les conectó directamente las mangueras para que se robaran el agua.
El cobro adelantado fue por varios años, pero los nuevos jefes de la COMAPA descubrieron el robo.
Las corrupciones se entrelazan.
Los Lara siempre han estado pegados a la ubre gubernamental y así se recuerda que en el ayuntamiento que presidió “El Pitayero” Cuz Walle, le pagó más de 32 mil pesos a Rigoberto Lara Castillo por concepto de pan en la empresa Panificadora Lara, S.A.
La gente comentaba que, si realmente se hubiera surtido el producto pan, todo el pueblo hubiera alcanzado cuando menos cinco bolillos.
El “enjuague” se conoció porque la Tesorería le pagó a Rigoberto con cheques de hule.
Nota: El Chichimbré es el mismo al que una auditoría federal durante el 2009 descubrió que cobraba al municipio con facturas falsas, o sea no autorizadas por Hacienda.
La fama que tienen es la de depredadores del presupuesto.
Cuando Walle fue alcalde, René era el secretario del ayuntamiento y, como tal, le otorgó chamba a Don Raúl Lara Gallardo como jefe de la “casa de la cultura”.
Y en tema aparte ¡Santo Dios!, el médico pediatra Carlos Castro Medina fue nombrado como jefe del Colegio de Bachilleres de Tamaulipas ¿qué sabe de eso este pobre hombre? (si fuera chamba de elección popular, seguramente la perdería).
En contraparte, todo un lobo de siete suelas fue colocado como jefe de los CONALEP ¿a quién se le cerró el mundo? Comentaremos.