¿LA MARCHA FUE POR LA PAZ?
Lic. francisco Javier Álvarez de la fuente
Recordemos que hace unos días concretamente el 5 de mayo salió de Cuernavaca Morelos para concluir en el zócalo de la Ciudad de México, la marcha encabezada por Javier Sicilia, a la cual llamó “La marcha por la paz”.
Marcha que fue convocada para protestar de una manera silenciosa en contra de los delincuentes y asesinos que han privado de la vida a muchos ciudadanos, hombres y mujeres, jóvenes adultos y niños, y que en el transcurso de su caminar, hacia la Ciudad de México y a su llegada al zócalo, parecía no tratarse de lo mismo, ya que se vio contaminada y aderezada con ingredientes que alteraron completamente el objetivo y denigró absolutamente el nombre con el que refería su caminata Javier Sicilia.
El dolor del poeta parece hoy rebasado por el clima que vive nuestro país.
El activismo social que ha tomado como ruta para enfrentar su realidad personal y la realidad de México se ha tornado en un ambiente de destrucción y no de construcción, que considero, es lo que requiere de manera urgente nuestro país.
De manera que, resulta clara la desviación lamentable de esta caminata que pudo haber sido el signo de unión de la ciudadanía para exigir verdadera aplicación de justicia, sin embargo, los intereses partidistas, electorales, y hasta intereses criminales y de grupos de rebelión se manifestaron y se involucraron en lo que se buscaba fuera un movimiento pacífico ciudadano de resistencia a la criminalidad, no al gobierno.
La intolerancia a la violencia, la impunidad y la injusticia, siempre ha sido una bandera lo suficientemente importante, pero también se debe tener cuidado en la repartición de culpas y responsabilidades.
De este hartazgo ciudadano se han colgado diversos grupos que desvirtuaron la petición de paz que muchos buscaban en aquella caminata, la insignia “No más sangre”, algunas personas pertenecientes a lo que queda del Sindicato Mexicano de Electricistas mejor conocido como el SME , algunos miembros del EZLN, macheteros de San Salvador Atenco, y otros más, no buscaban esa seguridad y justicia, sino el debilitamiento del gobierno que resulta un plato suculento para la oposición también, es una rica arma electoral la imagen de Estado fallido y gobierno debilitado, el desprestigio de las instituciones está logrando para nuestro país su propia destrucción.
Mucho se habla ahora de los muertos “que lleva” Calderón en su gobierno, esta frase, de total distorsión, nubla la vista para la verdadera búsqueda de soluciones, los muertos no “los lleva el presidente” han sido provocados por los propios criminales, los narcotraficantes, la delincuencia organizada, y contra ellos no parecieron manifestarse.
No dejemos el camino libre a aquellos que nos arrebatan todo de golpe y sin pregunta, y que ahora se han construido un culpable que los hace salir limpios, el gobierno.
Ojalá que recapacitemos todos los mexicanos y efectivamente busquemos la unión de la ciudadanía para exigir el cese de la violencia y apoyemos las acciones que el gobierno en sus tres niveles y sobre todo al Presidente de la República y para ello… ¡Aquí estamos!Ver la publicación en Facebook · Editar la configuración del correo electrónico · Responde a este mensaje para hacer un comentario.