Cd. Victoria.- Todo indica que en el presente año, o a más tardar el siguiente, habrá reforma política en Tamaulipas rumbo al proceso electoral local que viene (2013).
Los diputados tricolores y socios (paleros) al Congreso del Estado dijeron que están dispuestos a poner en marcha la maquinaria que haría realidad dichas reformas.
Fue una de las primeras declaraciones de Antonio Martínez Torres, Presidente de la Comisión de Gobernación del legislativo, al delinear el plan de trabajo anual de la misma.
Como sabemos, Toño es el más experimentado y conocedor del medio político de Tamaulipas.
Claro, pidió opiniones de sus colegas de legislatura para ir enriqueciendo su proyecto de trabajo, y por ahí le llegarán las propuestas.
A la fecha está en vigor la famosa “Ley Gamundi”, esa que fue aprobada a la manera del entonces todopoderoso dirigente estatal del PRI, Ricardo Gamundi Rosas, hoy operador del comité nacional tricolor.
Apenas habló Martínez Torres y los panistas brincaron con sus propuestas, comenzando para reducir el mínimo de votos requeridos por los partidos para conservar u obtener su registro.
Así por ejemplo, los panistas quieren que el mínimo sea de un cuatro por ciento de la votación total que se de en una elección.
A la fecha ese mínimo es del 1.5 por ciento –por decisión gamundiana- y más antes fue del dos por ciento.
Este ha sido el punto principal de las reformas políticas en Tamaulipas.
En el proceso electoral del 2010, fueron suficientes alrededor de 16 mil votos para que un partido conservara su registro.
Pero hete que la Ley contiene ciertas lagunas que permiten que, si un partido no reúne ese número, y se asocia con otro, con el PRI por ejemplo, se permita el “préstamo” para lograrlo.
En resumen: A estas alturas, si de contar votos se trata, ya no estuvieran en el escenario los partidos Verde Ecologista y Nueva Alianza.
Este hecho, por el otro lado de la moneda, le está abriendo los ojos al Partido Acción Nacional para que en siguientes elecciones también haga sus alianzas de agandalle.
Es de advertir que eso de sacar el 1.5 por ciento de la elección para colocar un diputado local, es una burla para el pueblo. Es como una patada en salva sea la parte.
La verdad es que esas alianzas que hace el PRI son falsas de toda falsedad y se requiere modificar el Código Electoral.
Propuestas son muchas, pero mención especial merece una del Partido del Trabajo, que pretende que la elección de los miembros de los cabildos se haga en forma independiente a la de alcalde. Que no se haga por planillas, pues.
De esta manera, los ciudadanos podrán votar por lo que se podría llamar “demarcaciones territoriales” o regidurías.
Esto daría lugar a que los ayuntamientos se integren con auténticos representantes populares y no por oportunistas “colgados” de la popularidad de los candidatos a alcaldes.
Cada candidato a regidor se la tendría que partir para conseguir los votos suficientes que le dieran entrada a la nómina.
Todas las propuestas son interesantes, y también destaca la del PT, de que los consejeros electorales sean nombrados mediante un proceso de insaculación (sorteo) y no por el método de la aplanadora del PRI en el Congreso.
En específico, se pretende que, una vez calificado cierto número de elementos idóneos para la chambita, se haga una rifa de quien será el que entra a la nómina.
De los perredistas, esos no saben ni cómo se llaman. Solo tienen la ideología del dinero, venga de donde venga.
Los demás partidos políticos, como el Verde Ecologista y el Panal, de plano son parásitos y su gente no tiene sesera.
Algunos líderes han solicitado a tontas y a locas que se incremente de tres a cuatro años el periodo de los alcaldes y diputados. Pero no saben lo que dicen porque no lo puede hacer únicamente Tamaulipas, que no es independiente y forma parte del pacto federal.
Ahora que, ya en encarrerados, y si de propuestas se trata, bien valdría la pena que desaparecieran las plurinominales, regidurías y diputaciones.
Pero tampoco lo puede hacer Tamaulipas sin que se reforme antes la Carta Magna.
Y otra vez se volverán a hacer “foros”, como los que organizaron Gamundi y Felipe Garza Narváez que solo sirvieron para turistear y “macalear”en lugar de recoger propuestas serias sobre reforma política.
Vamos a ver hasta dónde está dispuesto el nuevo gobierno estatal a avanzar en la democracia porque, como sabemos, eso no aparece por obra y gracia del Espíritu Santo.
Y veremos también la sucesión en las dirigencias del PAN, PRD y Convergencia, por ejemplo.
Si quedan líderes paleros, como todo parece indicar, no habrá necesidad de que el PRI aviene el mayoriteo para aprobar la reforma política. Todo lo hará a su gusto.
Pero mejor nos vamos por ahora, cuando otra vez, este San Lunes, regresa la actividad política a ciudad Victoria luego de la Semana Santa.