Cd. Victoria.- Fue el primero de la tarde ¿quién sigue? Seguramente ni Dios lo podría anticipar.
Se fue el General Ayala Tinoco de la jefatura de seguridad pública estatal, y llegó otro militar con grado de capitán, Rafael Lomelí Martínez.
Parece una historia cíclica en cuanto a la jefatura de la policía estatal.
A comienzo de la administración de Eugenio Hernández Flores, este nombró como jefe al general Luis Roberto Gutiérrez Flores, mismo que le tenía “cariño” a la capital de Tamaulipas por haber sido jefe del 77 Batallón de Infantería años atrás.
Pero el general no duró en la chambita. Presentó renuncia el cinco de mayo del 2005, o sea, cuatro meses y cinco días después de recibir su nombramiento.
En esta ocasión, el general se retiró oficialmente a los tres meses con 16 días.
Si los “emparejamos”, duró más Gutiérrez Flores.
Pero militares no son nuevos en los mandos policiacos de Tamaulipas.
Los primeros arribaron en los tiempos del Gobernador Norberto Treviño Zapata, el capitán Santiago Pérez Rincón y el mayor Abdón Trejo Nava, que ocuparon la Inspección General de Policía y Tránsito y la Policía Rural (Hoy desaparecida para siempre después de más de un siglo de vida).
Ellos tuvieron mucho que ver con las sangrientas represiones del doctorcito en contra de ciudadanos de Llera y Nuevo Laredo (por cuestiones políticas).
Cuando la administración de Cárdenas González, por ahí se desempeñó el capitán Alvaro Cerón Alvarez (Policía Judicial) y un mayor.
Otro doctor, Martínez Manautou, se volvió a traer al Mayor Trejo Nava, ahora como jefe máximo de las corporaciones estatales, además de otros mandos en la rural.
No escapa que, en el gobierno del sombrerudo Cavazos Lerma, el General Mario Guillén Zamudio se desempeñó como jefe y con mucho acierto.
En fin, parece que los militares no son “más buenos” ni peores que los civiles para el manejo de las corporaciones.
A tres meses y medio del arranque del gobierno estatal, Ayala es el primer que causa baja ¿habrá otros? quien sabe.
De los colaboradores de vida efímera con el gobierno, solo se recuerda a Miguel González Medrano, quien a los tres meses se despidió de su compadre del alma Manuel Cavazos Lerma, quien lo había premiado con la jugosa cartera de Administración.
Así las cosas, se pronostica que Ayala no será el primero ni el único que se va en el equipo de primer nivel. Son cuestiones de la política.
En otro tema, lo diputados locales se “sacrificaron” este domingo para asistir a la plenaria y disfrutar de vacaciones toda la Semana de Pascua.
La noticia es que el diputado petista Alejandro Ceniceros Martínez se puso al brinco en contra de la pastora, Anastacia Guadalupe Flores, por la tónica de holgazanería que ha impuesto en la chamba del Congreso.
Con justa razón, el petista denunció que tiene cuatro iniciativas que duermen el sueño de los justos en comisiones. La más “viejita” tiene95 días en el archivero, cuando la Ley dice que las comisiones tienen 45 días para dictaminar.
La iniciativa más reciente de Ceniceros lleva 39 días y no hay señales de que la pastora le vaya a dar pa´delante.
La holgazanería de sus colegas es lo que encabrona a Ceniceros.
También habló el legislador Manglio Murillo, quien pidió que el Consejo Estatal de Seguridad Pública se mantenga en estos tiempos en sesión permanente por los tiempos de emergencia que se viven.
Y allá por la Facultad de Leyes Victoria (UAT) –como se le sigue llamando- arrancó el diplomado en Derecho Electoral que tendrá una duración de once módulos y concluirá el 16 de julio.
El director de la UAD, Carlos Hinojosa Cantú, dijo que este curso obedece a las políticas de vinculación con instituciones y sociedad que privilegia el Rector José María Leal.
Al inicio del programa asistió el consejero presidente del IETA, Jorge Luis Navarro Cantú, y la primera exposición estuvo a argo del doctor Juan Carlos Silva Adaya, perteneciente a la Sala Superior el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
En cuanto a los partidos políticos, el Tribunal Electoral del Estado dio un segundo revés a Jorge Mario Sosa Pohl en sus intenciones de reconquistar la dirigencia estatal del PRD.
Por segunda ocasión, los magistrados consideraron inoperantes e infundados los agravios de que se duele el señor Sosa, y avalaron una resolución de la Comisión Nacional de Garantías de ese partido que le da garrotazo al ex alcalde maderense.
Le queda segunda instancia, pero el hombre seguramente no el va a meter de su dinerito a una lucha que sabe que tiene perdida.
Se filtra el dato que Sosa ha dejado de ser útil a la dirigencia estatal tricolor y vienen relevos más efectivos. Así de simple; el que paga manda.
También dejó de recibir el subsidio del gobierno del estado. La lanita le llega a Jorge Valdez Vargas, el nuevo “líder”.
El día que se acaban los subsidios se acabarán los problemas en los paridos políticos. De eso tenga usted la seguridad, querido lector.
Y mejor nos vamos por ahora.