Luis Lauro Carrillo.
RENE CASTILLO DEFENSOR DE OFICIO.
Los ex alcaldes Ramón Garza Barrios, Oscar Luébbert, Erick Silva, Oscar Pérez Inguanzo, Sergio Posadas, Arturo Diez Gutiérrez, Héctor López González, y los ex funcionarios del gobierno estatal finalmente encontraron, sin proponérselo, un defensor de oficio en René Castillo de la Cruz, diputado local y presunto operador inmobiliario del ex gobernador Hernández Flores.
El dirigente estatal del Partido Verde Ecologista (PVEM) afirmó: “No se puede juzgar a nadie en base a lo que piensa o se dice en la prensa, esto es un linchamiento político que utilizan algunos políticos para ganar espacios que probablemente no se pueden ganar con propuestas”.
Y advirtió en tono severo “que cuando tenga las pruebas de que los ex alcaldes obraron de mala fe, actuaron dolosamente y engañaron a la gente, entonces haré los señalamientos pertinentes, toda vez que en su caso, yo no haría un juicio inmediato sin tener los elementos para poder soportar ese tipo de acusaciones, a pesar de que existan especulaciones”.
Resulta que Castillo de la Cruz está más obligado a predicar con el ejemplo al representar los intereses de los tamaulipecos y no alterar, ni mucho menos a mal interpretar las informaciones y opiniones que aparecen en la prensa escrita, porque es a ésta a quien puso en su mira descalificadora. Sin hacer el menor intento aun discursivo por esclarecer el crack financiero estatal y municipal.
Como un buen legislador-empresario es como se quiere presentar el diputado Castillo, quien nunca ha participado en los debates legislativos, desde que protestó el cargo, quien presuntamente desde el congreso garantizaría impunidad a los que se fueron, ahora empieza a cumplir con esa misión rechazando a priori los señalamientos de endeudamiento y corrupción de ex acaldes y ex funcionarios.
De ahí que la actitud del legislador verde ecologista pone de relieve la vulnerabilidad de nuestros legisladores, ya sea por el intercambio de favores políticos, sea por la inclinación hacia argumentos contantes y sonantes.
Lo menos que podría hacer como se dice coloquialmente taparle el ojo al macho, al presentar la comisión de vigilancia las cuentas públicas de los trimestres y semestres de los municipios y poderes del estado, pedir con fundamento en el artículo 76 de la constitución local de manera casuística y concreta, información de ejercicios anteriores al de la cuenta pública en revisión.
Por otra parte el reciente encuentro entre el Gobernador del Estado Egidio torre cantú, y el ex Eugenio Hernández Flores, cuya fotografía de ambos apareció en las primeras páginas de todos los medios impresos de la entidad, que genero un sin número de conjeturas,
Egidio Torre Cantú es un mandatario que gobierna para todos los tamaulipecos sin excepción; que ha ofrecido un Estado Fuerte, humano competitivo y sustentable.
Al ex gobernador le urgía ver al líder estatal. El Gobernador Egidio torre siendo un político inteligente y educado lo recibió refrendándose su relación o amistad política personal. Sin que se desprendan de ese evento datos de una amnistía generalizada.
Lo que la sociedad tamaulipeca demanda es una respuesta puntual a los señalamientos expresados, que los ex ediles y ex funcionarios hagan de su comparecencia la oportunidad para esclarecer los mismos y así precisar responsabilidades.
La falta de transparencia y rendición de cuentas, la opacidad y probable corrupción llevó a los ayuntamientos y a dependencias estatales, no tan sólo a gastar más de lo que recibieron, sino a comprometer ingresos futuros a través del endeudamiento de los que esperan recibir en años venideros, amén de la posible desviación de recursos.
Sí las causas de endeudamiento fueron los posibles desvíos en muchas cuentas públicas, principalmente en los municipios llamados “grandes” como Reynosa, H. Matamoros, Victoria, Nuevo Laredo y Tampico, las actuales administraciones a sabiendas de la existencia de innumerables irregularidades, por extrañas o entendibles razones no se atrevieron a denunciarlas.
Una limpieza en la fiscalización y transparencia de los recursos públicos ejercidos, es la base para erradicar las conductas patrimonialistas, la arbitrariedad, la corrupción y la impunidad de quienes detentaron el poder estatal y municipal.
En definitiva el diputado René Castillo de la Cruz debe tener presente que revisar el pasado es fundamental para que el presente y el futuro no se vuelvan complicidad y se establezca un nuevo cimiento de ética y probidad. La rendición de cuentas y la transparencia no es una opción, es una obligación legal.
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