AQUI EMPEZO EL REPARTO AGRARIO EN TAMAULIPAS
Estación Cruz, Hidalgo.- Francisco Martínez hacía subir a su amigo y tocayo hasta la azotea de la casa de dos pisos ubicada en una loma.
-Todo lo que ves a tu alrededor, hasta donde te alcanza la vista, y más allá todavía, es mío.
Y es que Martínez solía realizar largas fiestas en su enorme y palaciega residencia. A ellas siempre invitaba a su tocayo Francisco Garza.
La hacienda De la Cruz fue de las más tecnificadas de Tamaulipas, pero a la vez donde más se explotaba a los trabajadores, a los que se mantenía como acasillados y se les pagaba mediante “tienda de raya”.
El tocayo era Francisco Garza, padre de Francisco Garza Pizaña, quien ahora cuenta la historia.
Por supuesto que de la ex hacienda solo quedan las ruinas. Todo se lo llevó el viento cuando la Revolución Mexicana.
Es un lugar interesante para cualquier visitante, y ningún tamaulipeco debe perderse esta historia.
¿Cómo llegar? pues por la carretera Victoria-Monterrey, kilómetro 50, antes de cruzar la vía, se toma a la izquierda rumbo a congregación La Cruz, o estación Cruz.
De allí, es como un kilómetro al poniente, hasta una loma.
En esta hacienda se realizó el primer movimiento agrarista de Tamaulipas en 1922.
Y es que la Ley del Amo era muy dura.
El propio Garza Pizaña dice que conoció las instalaciones de la tienda de raya, y la capilla interior.
La gente vivía acasillada, trabajaba de sol a sol.
Al fondo había una noria, donde hasta hace poco se sacaban casquillos de balas 30-30.
Creen los lugareños que, cuando la Revolución, allí fusilaron a mucha gente y la aventaron al pozo.
Pero eso ya no existe.
En la casona, desde que cayó la hacienda, la gente se dedicó a cavar hoyos en busca de tesoros escondidos.
Seguramente no encontraron nada.
Y continúa Garza Pizaña.
-Decía mi papá que Don Pancho hacía fiestas muy bonitas en su casa. Mi padre le llegó a comprar terreno.
Muchos lugareños, cuando muchachos, iban hace 40 o 45 años a las ruinas de lo que fue la enorme hacienda, a “ver qué hallaban”.
Decían que estaba una especie de foso, en cuyo interior se encontraba una caja de muerto.
El foso, ciertamente allí se encuentra, pero los años y la destrucción de visitantes acabaron con elementos interesantes.
Se cree que el muerto pudo haber sido de alguno de los dueños de la hacienda.
Todo se derrumbó cuando las huestes carrancistas arrasaron con Estación Cruz y la hacienda.
EL PRIMER MOVIMIENTO AGRARISTA EN TAMAULIPAS
El primer movimiento agrarista de Tamaulipas nació precisamente en La Cruz.
En 1922 nació la Unión Mutualista Agraria afiliada entonces a la CROM.
Había gente además, de las haciendas vecinas: Santa Engracia, Santa Gertrudis, La Diana, Balconcitos y Guadalupe.
¿Quiénes eran los cabecillas?.
La tesis doctoral “El Portesgilismo en Tamaulipas”, de Arturo Alvarado Mendoza, de El Colegio de México nos dice.
-Fidel Manzano, casado, de 29 años, tenía tres hectáreas y dos vacas.
-Francisco Torres, de 21 años, soltero, arrendaba terrenos para trabajar.
-Guillermo Zúñiga, 37 años, casado, tenía 3.3 hectáreas (en 1937, cuando era diputado local, fue asesinado a balazos por un marido a quien le ganaba con su mujer).
Allí está, todavía, la casa en que solían reunirse los dirigentes de este gran movimiento agrarista que quería el reparto agrario, además de otros elementos.
En su juventud y bisoñez, los dirigentes “soñaban” con muchas cosas.
El dos de abril de 1922 lanzaron su primer manifiesto, proclamando que era tiempo de gozar de los frutos de la revolución triunfante.
Pero hablaban de uno de esos sueños que no pueden ser posibles por la lucha de clases.
-Arrojaremos el guante a los burgueses… a fin de que nos consideren capacitados para ser sus legítimos socios en todas las empresas que tengan qué emplear nuestro trabajo.
Buscaban el cooperativismo agrícola y comercial, nada menos que con sus más temidos enemigos: Los terratenientes y hacendados.
Pero también, en algo que nunca jamás se ha podido entender, el primer punto decía:
-Queda estrictamente prohibido tratar en el seno de la sociedad asuntos políticos y religiosos.
Sin embargo, no cabe duda que el grupo fue el detonador del agrarismo en Tamaulipas, aunque su fin no era precisamente el reparto agrario.
Hay héroes olvidados en el proceso del reparto agrario.
Antes del grupo de La Cruz, en Soto la Marina apareció un líder llamado Higinio Tanguma, quien se movilizó en 1913.
Se dice que asaltó tres haciendas, quemó las tiendas de raya, y los libros de deudas y repartió las bodegas que estaban llenas de alimentos.
Pero los de La Cruz no querían la violencia.
En junio de 1921 lanzaron su segundo manifiesto.
El líder era Lázaro Alanís, llevando como director ejecutivo a Luís Garza, y como vicepresidente a Daniel González Perales.
El secretario general, F. Barreda Martínez, y había 19 vocales, entre ellos, José Silva Sánchez, quien más tarde fue muerto en Villagrán.
Allí están esos héroes olvidados.
Ellos crearon el primer grupo que quería el reparto, fueron la semilla del agrarismo que se consolidó con la llegada de Portes Gil.
Y usted, puede ver todavía allí algunas de sus casas, y el salón donde se reunían.
No deje de visitar las ruinas de la hacienda y el pueblo.
Todo es conocimiento, es historia, cultura, recordar, conocer nuestro pasado.