Cd. Victoria.- El resumen es muy sencillo: El doctorcito se fue al baño.
Claro que se trata de Héctor López González, ex presidente de El Mante, sentado ahora en el banquillo de los acusados como depredador del presupuesto y heredar una deuda millonaria.
El médico “chilango” es el último incorporado a la lista de ex presidentes que tienen reservada una investigación por parte de la Auditoría Superior del Estado.
Heredó al dentista Humberto Flores Dewey una deuda de 41.2 millones de pesillos que representan el 42 por cinto del presupuesto anual del ayuntamiento cañero ¿cómo y cuándo se van a pagar?.
Dewey tenía muy bien guardaditos los datos de la “bañada” de Hectorín, pero seguramente se cansó de lidiar con los proveedores y soltó el dato –a través de su Tesorero- en reunión de cabildo.
Claro que el despilfarro y saqueo de recursos ya se conocían. Solo se le dio un cauce formal para que pueda intervenir el Congreso en su investigación en busca de los ex alcaldes pillos.
López fue el último en “reclamar” el lugar en la lista de los bandidos al lado de Oscar Pérez Inguanzo, de Tampico; Ramón Garza Barrios, de Nuevo Lardo; Erick Silva Santos, de Matamoros; Oscar Luebbert Gutiérrez, de Reynosa, y Arturo Díez Gutiérrez, el victorense.
Es el mismo Héctor de los escándalos sexuales en el palacio municipal de la cañera.
El mismo que impuso a su hermano Eduardo como regidor en el presente trienio, y el que echó en corrida de Mante en cuanto terminó su ciclo como alcalde.
Claro que las “referencias” suyas son muchas más, sin dejar de lado que en su administración jamás tomó él las decisiones más importantes para el municipio sino que provenían de las oficinas del DIF.
Esos datos son “por encimita” porque, si se le busca, los nuevos funcionarios podrían encontrar el pago millonario de obras que no se realizaron.
Y si se trata de recursos federales, las cosas se pondrán color de hormiga porque la Función Pública no perdona y menos la Auditoria Superior de la Federación.
La opinión de los mantenses dice que si Fernando Pedraza Chavarri saqueó los recursos del erario, Héctor dejó temblando toda la estructura municipal por os siguientes 15 años.
Y se fue, ya se fue del municipio, como también huyeron otros de sus “colegas” de la lista diabólica como Pérez Inguanzo y Luebbert, que deben estar residiendo en el lado gringo.
Ya solo falta que López también se encuentre por aquellos lugares.
Antes de abandonar el pueblo vendió la casa que estrenó durante el trienio y dijo a sus amigos que esperaba una chamba en el gobierno de Egidio Torre Cantú ¿en dónde o en que?.
Siguiendo con los ex ediles con mala fama, mire que se pone de actualidad el tema de los parquímetros y concesión del servicio de grúas de tránsito por parte del ex alcalde Arturo Díez, en la capital de Tamaulipas.
Que se sepa, jamás el cabildo aprobó la concesión del servicio y menos ha pasado por el Congreso del Estado.
En cambio, son vehículos particulares los que hacen los arrastres de unidades mal estacionadas o participantes en accidentes de tránsito.
Como apunte para el alcalde Miguel González Salum, es un tema que pronto “reventará” en cabildo.
De acuerdo con la propuesta que se elabora, el municipio puede comprar y mantener sus propias grúas.
Si cada “servicio” se cobra en por lo menos 400 pesos, en diez “levantotes” diarios (bajita la mano) de unidades mal estacionadas se pueden generar cuatro mil pesos, lo que daría un ingreso de 120 mil chuchos por mes.
Luego entonces, cada grúa se pagaría en cuatro o cinco meses y las utilidades ingresarían a Tesorería y no a los bolsillos de particulares.
El cabildo victorense ya tiene la propuesta de derogar el reglamento de Tránsito de la era de Alvaro Villanueva Perales, luego de un promedio de cien amparos que han ganado los presuntos infractores.
Ahora sabemos por el sagaz reportero David Zárate Cruz, que la instalación de estacionómetros en las calles de la capital es inconstitucional, lo cual se suma a la lista de atrocidades del maderero.
En rumbo diferente, mire otro punto a favor del rector de la UAT, José María Leal, es la designación de Juan Salinas Espinosa como Subsecretario de Vinculación de la casa de cultura.
El nuevo funcionario no es ningún improvisado, tiene un haber académico de 35 años y la cartera de Subdirector de extensión Universitaria, y en lo político fue dirigente del PRI en el municipio de Victoria.
Mejor nos vamos.