Cd. Victoria.- Los hechos casi se pierden en el vendaval de los tiempos.
Aquella mañana del diez de enero de 1989 se encontraba en la casa de Joaquín Hernández Galicia, su amigo y guía político que lo había llevado a la presidencia de Tampico en el trienio 1984-1986.
Nunca trascendió qué asuntos iba a tratar en aquella fecha con el todopoderoso dirigente de la Sección Uno del gremio petrolero. Pero se supone que negocios o bien futurismo político.
Lo cierto es que los militares llegaron y barrieron con todos y los trasladaron en un avión a la ciudad capital.
Al que protestó lo golpearon, como a este que por entonces tenía 44 años, al que se decía le desprendieron su dentadura de un golpe.
De inmediato las voces santurronas del puerto jaibo abogaron por este hombre descendiente de españoles, propietarios de una cadena nacional de farmacias y con fama de filántropos.
Además de tener dinero gozaba de fama porque había sido, junto con Joaquín Contreras Cantú y Arturo Rodríguez Gutiérrez, uno de los alcaldes más consentidos del guía moral de los petroleros.
Las vacas sagradas se movieron con el Obispo y con el Arzobispo Primado de México, Ernesto Corripio Ahumada (también paisano), pero nada pudieron hacer por la liberación del “quinista”.
Con todas las puertas cerradas en México, se habrían dirigido entonces a la Madre Patria, España, con los orígenes de los González.
El dato dice que lograron el apoyo de la familia real española y fue así como después de un año, el ex alcalde del puerto dejaba el penal de máxima seguridad de Almoloya y regresaba con los suyos. Había recibido el perdón de los poderosos del gobierno federal.
Y nuestro hombre se perdió, quien sabe para qué rumbos tomaría. Se perdió por largos años del puerto.
Después de más de dos décadas hubo noticias de él. Se le vio durante la campaña priísta del 2010 por la gubernatura de Tamaulipas que abanderó Rodolfo Torre Cantú.
Se encontraba en el comité de campaña en el llamado Consejo de Asesores, representando a la zona sur de la entidad al lado de otros dinosaurios que sirvieron al sistema.
Se le vio por la campaña política de Gustavo Torres Salinas como representante popular por Tampico, al lado también de otras “vacas sagradas” como Carlos Echazarreta y Espiridión García.
Desde aquel diez de enero ha evitado los reflectores y menos ha pretendido hablar de lo que ocurrió aquella mañana, de si realmente le dieron algunas cachetas o lo trataron como quinceañera.
Tampoco ha dado lugar a los reporteros para que le pregunten sobre las condiciones de su encierro en el penal federal.
Pues bien, este hombre parece que está perdiendo el miedo y sus temores ¿a qué? y vuelve a la actividad pública (aunque filantrópica) después de 22 largos años.
Ya forma parte del Patronato del DIF Tamaulipas junto con otros siete elementos como José Cárdenas del Avellano, Brígida Montemayor de Corcuera, Víctor Hugo Cisneros Castillo, Magda González de Arguelles, Juan de Dios Rodríguez, Alejandro García Adame y Oscar Galván.
Quienes lo conocen dicen que a los 66 de edad “lleva varias hojalateadas” y aparenta juventud.
En la fotografía oficial se ve alegre y entusiasta, y la pregunta es ¿va a resurgir políticamente en el presente sexenio?.
Dicen que el gusanito de la política se lleva para siempre, no se pierde ni se olvida.
Si ya es ex presidiario, y ahora que está cerca del órgano social oficial, sería bueno que le pusiera atención a las condiciones en que viven los “clientes” de los penales de Tamaulipas.
En otro tema, mire que poco a poco se empiezan a conocer los “acuerdos” en lo oscurito que trabaron los funcionaros del gobierno y la dirigencia de la sección 30 del SNTE.
Por principio no se va ninguno de los cinco subsecretarios que ya tienen su nombramiento, y menos Bladimir Martínez Ruiz o Lucía Aimé Castillo Pastor, lo que demostraría una debilidad de los mandos.
Se van a crear más subsecretarías, direcciones y jefaturas de departamento para incrustar a los recomendados por la sección magisterial.
Tampoco regresarán a los mandos principales los que ya se fueron, como Luis Humberto Hinojosa Ochoa y Cecilia Robles Riestra, lo que también sería debilidad.
Habrá gente nueva pero que está inmersa en el sistema educativo y tiene experiencia adentro y fuera de la “barra”.
De esta forma, se habla por ejemplo que Blanca Anzaldúa Nájera ya tiene asegurada una Subsecretaría que se denominará Actualización y Profesionalización del Magisterio.
La intención del gobierno y sindicato, no es dar a conocer a la prensa los “acuerdos” que sostuvieron.
Ahora mismo están empeñados en la 30 y la General de Gobierno, en saber quién fue el que filtró el dato de las nuevas plazas para imponer castigos y “regañadas”.
Ahí tiene usted el final del conflicto. Tal fácil que era; nadie pierde, nadie se va y solo habrá más plazas.
Nos vamos.