Cd. Victoria.- Al llegar al gobierno estatal el aconomista matamorense Tomás Yarrington Ruvalcaba, envió como Magistrdo Fiscal a su paisano Rafael González Banavides.
Había llegado con él al CDE del PRI en 1996, después de la alcaldía de Matamoros, y se aprestaba para acompañarlo en la nueva aventura política.
Llegado el momento decisivo de la precandidatura al gobierno, aunque Rafa en apariencia “jaló” con Bernal Gutiérrez en aquella manipulada consulta a la base para seleccionar al candidato a la gubenatura, en realidad estaba con su amigo.
En los primeros meses de su administración, Tomás vivió la rebelión de los miembros del Poder Judicial que se negaban a renunciar para dar paso a la gente del nuevo ejecutivo.
Por eso había enviado a Rafael a la chamba Fiscal.
Para desactivar la bronca del Poder Judicial, Yarrington se vio en la necesidad de jubilar a los magistrados (solo quedó uno) con sueldo completo, de por vida.
Al terminar el problema, envió como magistrado a González como su hombre de confianza para dirigir el Poder Judicial.
Esto ocurrió el ocho de julio de 1999.
Pueso bien, apenas este miércoles el hijo del legendario Agapito “El Tallarín” González Cavazos presentó su renuncia ante el Congreso del Estado (los diputados de oposición no querían aceptarle su renuncia).
Sinifica que el abogado (de la UAT, por cierto) duró en la chambita casi los doce años ¿es correcto? ¿qué opina usted querido lector?.
Caben varias reflexiones sobre el desempeño en tantos años en una plaza: ¿Se corre el riesgo de caer en la corrupución? ¿se crean intereses personales y de grupo? ¿se “acartonan”? ¿se vuelven mecánicos? ¿acaso no se pierde el interés por la chamba?.
Por entonces no habían podido remover a un magistrado de nombre Bibiano Ruiz Polanco – registrado a perpetuidad- con más de 30 años en el Tribunal ¿es correcto?.
Según quienes interpretan la Ley, Bibiano es “inamovible” de la nómina del Poder Judicial ¿es correcto?.
Y el otro asunto ¿a quién le toca proponer la sustitución de Rafa?.
Al cumplir los primeros cuatro años, el Gobernador Yarringrton envió al Congreso la propuesta de sus amigos para que se incorporaran al Tribunal.
De esta manera, surgieron o se ratificaron: José Ives Soberón Tijerina, Laura LunaTristán, Alejandro Etienne, Armando Villanueva Mendoza, Arturo Baltazar Calderón, Mario Martínez Velázquez, Rafael González Benavides, Bibiano Ruiz Polando y Ricardo Hiram Rodríguez.
En relación al caso, en diciembre del 2005 el abogado Uvaldo Ramos Delgado presentó demanda penal en la Procuraduría de Justicia (ese fue su error) por varios delitos, entre ellos el de usurpación de funciones, en contra: Del Gobernador, los diputados y los propios magistrados.
Claro que la querella fue enviada al cesto de la basura por la jefa de Averiguaciones Previas, Rosalba Portes Rodríguez, pero ¿y si hubiera solicitado un amparo?.
Según la bien fundamentada demanda, el Gobernador no debió haber enviado la propuesta porque no es su función, y tampoco habérsela aprobado los legisladores.
El delito de los nuevos magistrados fue “haber aceptado el ilegal nombramiento y rendido la protesta correspondiente”.
En cuanto a quienes fueron ratificados, entre ellos Bibiano, “porque el Congreso debió hacerlo previo dictamen de evaluación sobre su desempeño, imparcialidad y honestidad, con el propósito de confirmar la idoneidad para continuar en el cargo”.
Sigue diciendo la información que es el Congreso el que debe decidir libremente el nombramiento de los Magistrados ¿qué va a ocurrir ahora?.
Solo como dato cultural con el agregado de que hay abundane jurisprudencia.
Nos vamos no sin antes señalar que el alcalde de Victoria, Miguel González Salum, inició también (como Egidio Torre Cantú) el estilo de conceder audiencias a personas y grupos en palacio municipal, algo que no se vio en los últimos tres años con el maderero Díez Gutiérrez.
Bien por eso, la gente necesita estar cerca del último eslabón de sus autoridades que no es otro que el presidente municipal.
La corrupcion en el Tribunal Superior de Justicia de Tamaulipas es mayor de lo que se percibe, tal vez solo comparable a la de la policia y aduanas. Y no hablemos de la incompetencia de jueces y magistrados, con las excepciones del caso. Hay magistrados que ni siquiera a jueces menores llegaron. De la nada se les nombro para impartir » justicia». En el Tribunal estatal todo esta por hacer, es un enclave de la corrupcion que actua con impunidad, ignorancia, mala fe, bajo consigna. Rara vez se imparte justicia. Hay un indicador para evaluar su actuar, la cantidad de amparos que concede la Suprema Corte de Justicia de la Nacion enmendando las resoluciones estatales. Lo dicho en el Tribunal esta todo por hacer. Y de nuevo lo que decia Ciro R. de la Garza, expresidente de dicho Tribunal en tiempos mejores,»…pobre Tamaulipas, con tanto bribon convenenciero tratando de pasar poir gente decente…».